Llamando al evento privado de Lis Cuesta. Tapando un robo en Cuba ¿Sin Filo se quedará sin respuesta?
Bueno pues los pollos vuelan. Helados, encerrados en neveras, decapitados, deshuesados, sin órganos… pero vuelan.
Ponte el video, George, de los pollos voladores:
- El reportaje habla de cómo en la madrugada desaparecieron 1660 cajas de pollo de la cámara 414 de la empresa comercializadora de alimentos CopMar en La Habana.
Militar (Jefe de Sección DTI):
- Acudimos al lugar en composición de la guardia operativa y determinamos que ciertamente habían penetrado el lugar obteniendo imágenes donde evidenciaba que había una cantidad de cajas de pollo dentro de la cámara que no existían en este momento
Director General de la Empresa:
- Bueno inicialmente con la información que se había visualizado, estábamos hablando de alrededor de unas 26 toneladas al principio, pero luego, al hacer un inventario completo, encontraron que faltaban 133 toneladas de pollo. Eso es ahora por ejemplo la distribución de la canasta básica de una provincia.
Comentarista:
- Luego de un estudio de las causas y condiciones, este equipo de prensa corroboro que ya se aprecia un cambio en el régimen especial de seguridad, protección y control interno.
Director General de la Empresa:
- No había un control estricto del tema de los sellos que se ponían a partir de la información en el puerto de dirección de los compañeros de seguridad, esos son elementos que fuimos corrigiendo y fue lo que dio (entre otras cosas) de que pudiéramos haber detectado en solo menos de 24 horas que había una incidencia. Hoy se entrega todas las cámaras al puerto de dirección y a los jefes de turno de los agentes que entran. Ya hay un control por parte de la UBB más estricta sobre eso
La prensa concluye con una frase: «Los que robaron el pollo en la cámara 414 enfrentaron muy bajas temperaturas, pero nunca comparadas con el frío hielo de sus conciencias al afectar al pueblo.»
Vamos a aterrizar
Primero, 133 toneladas de pollo en una noche… eso es una gran mentira.
No hay logística que lo haga posible en ese tiempo. ¿Cómo cargaron todo eso sin que nadie se diera cuenta? ¿Cómo lo sacaron sin que faltara un camión, dos, o tres?
Segundo, esta narrativa busca culpar al «delito y las ilegalidades,» pero no mira hacia arriba. El sistema es el verdadero ladrón. Mientras el pueblo sigue sin comida, Lis Cuesta organiza cenas gourmet, y Díaz-Canel sigue con su pollo asegurado en la nevera.
No hay frialdad en las conciencias de los ladrones de pollo: el frío verdadero está en quienes gobiernan sin escrúpulos, manteniendo este teatro de mentiras.
Eso es mentira.
O descubrieron que llevan años robando y ese faltante se ha ido acumulando, o se robaron menos y están inflando los números para cubrir otro faltante anterior.
Una provincia mediana, como dice este señor —que parece el nuevo director puesto ahí—, no se abastece de pollo en una noche ni con un camión. Es una burda, vulgar y tonta mentira.
No se llevaron 1660 cajas de pollo de una vez. Cualquiera que haya comprado 10 cajas de pollo sabe el espacio que ocupan. Esa es la primera mentira: pretender que la gente crea que esto fue tan rápido como para que en una noche se lo robaron y al día siguiente lo descubrieron.
No. Mentira. Eso lo llevan robando hace años, y ahora es que sacaron la historia. O el administrador, o el de arriba, o ambos.
¿Cómo planificaron esto?
¿Cuánto tiempo se necesitó para organizar el robo de 133 toneladas de pollo? Porque según ellos:
- Lo robaron.
- Lo vendieron.
- Compraron refrigeradores.
- Al día siguiente ya estaban presos.
Por favor, ellos mismos se contradicen. Si en los allanamientos están ocupando máquinas de contar dinero, es porque este es un robo de años.
El primer fallo es que este frigorífico sea estatal. Además, ese lugar era para almacenar pescado porque es de la pesca. ¡Una isla rodeada de mar sin pescado, pero con pollo importado!
Este Frankenstein estatal ahora usa el frigorífico de la pesca para repartir pollo al comercio interior.
La gran mentira
Ahora nos van a dejar meses sin pollo, porque supuestamente los “ladrones” tienen la culpa. Y sí, nos hablan del frío hielo en las conciencias de los que robaron, pero el verdadero daño al pueblo no lo hacen esos robos. El daño lo hace el comunismo, que tiene a la gente esperando una libra de pollo para matarse por ella.
¿Dónde están las inspecciones? ¿Qué pasa con las mipymes que venden pollo en Cuba? Porque no nos van a engañar:
- Las principales mipymes que tienen permiso para importar pollo están vinculadas al régimen.
- No me digan que no sacaron parte de esas cajas también.
- No me vengan a decir que todo quedó en manos de «delincuentes.»
El elefante en la sala
Para mover 133 toneladas de pollo se necesita mucho más que “delincuentes desarmados”:
- Transporte.
- Logística.
- Policías.
- Militantes.
- Partido.
- Poder Popular.
- Federación.
Esto no fue poco. Aquí tiene que haber estado involucrado todo el sistema.
Y no nos vamos a creer que el desabastecimiento se debe únicamente a unos ladrones de pollo. No. Es el mismo régimen corrupto y sus cómplices quienes nos han dejado sin comida. Pon el video ahí George.
- La empresa mayorista se encuentra en pleno proceso de distribución de la canasta familiar habitual. Como todo el pueblo sabe, ha habido ciertos retrasos en la llegada oportuna de los productos correspondientes al mes de diciembre. Aún queda por distribuir una partida de café, específicamente en los municipios de Cárdenas y Matanza. Se espera que este proceso concluya este martes, si el clima lo permite. Las condiciones meteorológicas recientes han sido un factor limitante, ralentizando la distribución y complicando el cumplimiento de este encargo social.
¿Y qué pasó con el arroz? ¿También se lo robaron? ¿Qué pasó con el azúcar, el chícharo, los granos, el pescado, la carne, la grasa, el jabón, el detergente? ¿Qué pasó con todo eso? ¿Estaban en la “nevera de pollo” y también desaparecieron? Parece que alguien —unos “desalmados”, dicen por ahí— se lo llevó todo.
¿Creatividad culinaria en tiempos de necesidad?
– Hola, buenos días.
– Hola, sí, buenos días. ¿Hablo con el proyecto Cuba Sabe?
– Habla con Rita. ¿En qué puedo ayudarle?
– Estoy mirando en Facebook unos eventos culinarios que se coordinan y este teléfono aparece como contacto.
– Ah, sí, eso es de GastroCuba. Pero ya ese evento pasó este año. Si me deja un mensaje por WhatsApp, le puedo dar el contacto de los especialistas que lo organizan.
– Entendido, gracias. Pero, ¿cómo se puede coordinar o celebrar un evento culinario en Cuba con la situación que estamos viviendo?
Ella hace una pausa, y luego responde:
– Cuando hay necesidad, hace falta inventar e improvisar. Tenemos que sobrevivir. Mientras más difíciles son los tiempos, más tenemos que buscar cómo resolver los problemas. ¿O usted cree que, quedándonos con los brazos cruzados, esperando que alguien más lo haga, vamos a resolver algo?
– Lo entiendo, pero sigo con la duda. ¿Cómo se puede organizar algo así cuando no hay casi nada?
– Mire, yo ya no estoy al frente de esos eventos. Si me deja un mensaje, le paso el contacto de la persona que lo coordina.
– No hace falta, gracias. Pero usted ya me respondió algo.
Colgó el teléfono, y bueno Rita lo que dice es que no se puede quedar con los brazos cruzados, pero yo me quedo pensando. ¿De qué creatividad estamos hablando cuando muchas familias cubanas luchan por tener algo, lo que sea, para poner sobre la mesa? ¿Cómo le hablas de «excelencia y variedad gastronómica» a una madre que no tiene nada para darle de cena a sus hijos?
No es que Rita no tenga razón en algo: necesitamos creatividad para sobrevivir. Pero la desconexión entre estos eventos y la realidad diaria de los cubanos es abrumadora. ¿Cómo celebramos la gastronomía cuando lo que falta es la comida?
Una llamada incómoda:
—Buenos días, ¿es la editorial Nuevo Milenio?
—Sí, mi amor, mire, estoy ahí, ahí.
—¿No es donde se hace lo de Con Filo?
—No, mi vida, no es aquí. Aquí está el director, que es el compañero Michel, pero esto es una editorial. Aquí no tiene nada que ver con Con Filo.
—No, yo sé, pero ¿Michel está?
—No, él no se encuentra. Está en una reunión fuera del centro.
—¿Y puedo hablar con alguien que le haga saber algo?
—Dígame, dígame.
—Mire, no se vaya. Quisiera que Michel tocara el tema de cómo, ahora mismo, se han perdido cajas de pollo, se está atrasando la entrega de comida y no hay abastecimiento. Pero, por otro lado, Lis Cuesta, la esposa de Miguel Díaz-Canel, organiza un evento de culinaria internacional donde invita al mundo a ver lo bien que se come en Cuba. ¿Se podría tratar ese tema en la editorial o con Michel?
—Ajá, un momentico. Entonces, ese es un tema que tiene que ver con… ¿la esposa de…?
—Sí, claro, con la esposa de Díaz-Canel. Lis Cuesta es la organizadora de un evento que se llama Cuba Sabe. Está en Facebook. Ese evento promueve, irónicamente, lo bien que se come en Cuba. Entonces por un lado, el pueblo no tiene qué comer y por el otro, Lis Cuesta promueve una imagen de “exquisitez culinaria” para el turismo. Eso Con Filo debería tratarlo, ¿no? Un programa que, según ellos, “rasga la costura de la manipulación mediática”. Dígale que este pedido lo hace Manuel Milanés, el que ustedes llaman “terrorista.” Sí, el Youtuber a tiempo parcial y terrorista a tiempo completo, según Michel. Y aproveche para decirle que algún día lo voy a ver tras las rejas por mentiroso. ¿Puede incluir eso en el mensaje para que lo sepa bien clarito?
—Ah, claro, se lo transmitiré.
—Yo me sentiré muy bien si alguien me garantiza que Michel Enrique Torres Corona, el de Con Filo, leerá este mensaje.
—Sí, claro, como no, señor.
—Muchísimas gracias, que Dios la bendiga.
—No importa, mi corazón, tranquilo.
Así que aquí tenemos un mensajito para Michel. Dios es grande, Michel. Dios es grande. Michel Enrique Torres Corona, que habitualmente habla de mí en Con Filo, ahora tiene un tema que le he propuesto directamente: la contradicción entre la escasez y el lujo culinario.
¿Cómo puede ser que, mientras el hambre, la escasez y los atrasos en la entrega de alimentos son tema cotidiano en la televisión cubana, se organicen eventos gourmet con degustaciones de vino? ¡Y eso lo organiza nada menos que Lis Cuesta, la esposa de Díaz-Canel!
¿Con Filo tendrá filo para rasgar esta hipocresía? Ya veremos.
Hoy llamamos a la oficina de Michel Enrique, en la Editorial Nuevo Milenio. Muy amablemente, una señora respondió el teléfono. Se despidió con cariño, un amor. ¡Gracias por eso! Pero ojo, ella solo pasa mensajes, no tiene culpa de nada.
Ahí tienen, señores, al director de la editorial Nuevo Milenio, Michel Enrique Torres Corona. Que como todo comunista, lunes, a las 10:30 de la mañana está reunido, porque trabajando seguro no está. Si no, no sería comunista.
Creo que nos fue bien hoy, ¿no? Díganme si nos fue bien o no. Vamos a ver si Con Filo tiene filo para enfrentar este tema.
MANUEL MILANES Consejo Para la Guerra Anticomunista CPGA