Díaz Canel y Marrero tienen temor a las LEONAS.
Resumen:
Vimos una feria de alimentos en Cuba donde casi 190 entidades de más de 20 países participaron con el objetivo de impulsar la exportación de productos cubanos y atraer inversión extranjera. Aunque la idea era mostrar productos como harina para pan, la realidad es que estas ferias no resuelven los problemas de abastecimiento del pueblo cubano. Las reuniones y citas de negocios parecen más una formalidad que un auténtico esfuerzo por mejorar la situación alimentaria en el país. Se menciona la intención de atraer nuevas oportunidades y alianzas, pero el proceso burocrático en Cuba hace que cualquier intento de negocio sea extremadamente complicado y tedioso. Incluso se habla de llevar ron cubano a mercados extranjeros, pero todo se reduce a un simple espectáculo sin sustancia real. Al mismo tiempo, en el contexto de la feria, se presenta como una solución el otorgar tierras a mujeres para que produzcan su propia comida, pero en realidad esto es solo una estrategia para ocultar la incapacidad del gobierno de proporcionar alimentos. A estas mujeres se les dan terrenos en usufructo, que no son de su propiedad, y se les presenta como un favor del Estado, cuando la verdadera solución sería permitir la propiedad privada y el libre mercado. Esto demuestra que el gobierno busca mitigar el descontento de la población, especialmente de las mujeres, que son quienes más luchan por sus familias en esta crisis. Saben que el liderazgo de la mujer en la lucha por la supervivencia es peligroso para el régimen, por lo que intentan mantenerlas controladas. En última instancia, el verdadero problema es que no hay producción suficiente de alimentos y el gobierno sigue manipulando con promesas y discursos vacíos mientras la población sigue sufriendo.
Detalles:
Vamos a ver este video sobre la feria de alimentos. ¿Será así como se va a resolver el problema de la comida en Cuba?
“Casi 190 entidades expositoras de una veintena de países asisten a esta feria internacional de alimentos, bebidas, envases y tecnología alimentaria. El principal objetivo es servir de plataforma expositiva para incrementar la exportación de productos cubanos y atraer a inversionistas extranjeros. Se busca la posibilidad de vender, de establecer alguna sociedad, de dar a conocer nuestros productos a aquellos que puedan comprarlos como materia prima. Estamos hablando, por ejemplo, de harina para la producción de pan, y nosotros también traemos harina de gran calidad. -Vemos una gran oportunidad de apertura al mercado internacional, y queremos aprovechar para conocer nuevas empresas y generar nuevas relaciones. -Tenemos más de 10 citas de negocios concertadas con nuestros principales proveedores para garantizar nuestras producciones, tanto para la exportación como para el mercado cubano. Incluso, hemos recibido interés de empresarios que quieren llevar el ron a destinos donde Cuba Ron aún no llega. -Hemos venido a ofrecer al pueblo cubano uno de los mejores cafés del mundo, que se cultiva en nuestra tierra, Venezuela. Estamos aquí con la intención de captar nuevos clientes y hacer alianzas con el pueblo cubano para beneficiarnos conjuntamente. El pueblo cubano es cafetero, al igual que Venezuela, y este café viene de Barinas, la tierra de nuestro comandante Hugo Chávez. -En la apertura de la feria, a la que asistió el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca y el titular de la industria alimentaria, se planteó algo importante…”
No podemos dejar pasar esto, porque constantemente se menciona el tema del embargo. La pregunta siempre surge, incluso para los adversarios o los que aún creen en aquello: ¿Dónde está el embargo? Acaban de decir en la televisión que en la feria hay 190 expositores de más de 20 países. ¿Qué país embargado puede organizar una feria donde participan 120 empresas extranjeras de 20 países diferentes? ¿Dónde está el embargo?
Luego, claro, siguen con su discurso. Un expositor dice que tienen harina, pero ¿dónde está la harina si no hay pan? Otro menciona que se reunieron en la feria con varios proveedores de ron. Cualquiera que haya hecho negocios en Cuba sabe que vender algo a un organismo central es un proceso burocrático extremo. Las ferias se usan para reuniones, para tomar ron, pero ahí no se decide nada. Todo está ya decidido. ¿Qué proveedor de Cuba Ron va a negociar algo si el show de la firma del contrato es algo que ya tenían arreglado? Para que un contrato se firme, primero tiene que pasar por comités de contratación, presentar ofertas, pedir la divisa, llevarlo a la Unión, luego al Ministerio, y después al Ministerio de Finanzas para aprobar la compra.
Al final, cuando ya no queda nada en Cuba, se firma y después se verá cuándo se paga. ¿Alguien puede creer que en esa feria se cierra un negocio real? No, eso es pura fachada, puro showroom para dar la imagen de que en Cuba se hacen negocios, para que los empresarios vayan, conozcan a un cubano o una cubana, se escapen de la familia, consoliden la amistad, disfruten de la comisión y de toda la corrupción que generan. Eso es una feria en Cuba. El que no lo sabe, es porque no ha participado o no se quiere informar bien.
En esa feria no se va a firmar ningún contrato nuevo, no van a comprar harina para hacer pan ni se beneficiará en nada al cubano de a pie. Y, por supuesto, Cuba, que antes era uno de los países con el mejor café del Caribe o América, ahora quiere comprarle café a Venezuela, y encima con el sello de la tierra de donde era Chávez. Todo se politiza, incluso la comida, porque así funciona el comunismo.
Otro tema es cómo van a terminar hablando y condenando el embargo. A pesar de las dificultades que trae, el embargo no impide comprar alimentos de Estados Unidos. Si se trata de una feria de alimentos, hay que recordar que Estados Unidos lleva años siendo el principal proveedor de pollo y algunos granos para Cuba. ¿Cómo van a volver a sacar el tema del embargo en una feria de alimentos cuando hay 120 entidades de 20 países presentes y el embargo no regula la venta de alimentos? Están atrapados en su propio discurso. Espero que le sirva a la gente que está allá dentro, discutiendo y debatiendo con quienes siguen hablando del embargo, porque videos como este lo ponen todo en bandeja. Pero esa es la fantasía que quieren vender. Ahora, vamos a la realidad, que es lo que hemos estado denunciando todo este tiempo. Ellos, con sus propias acciones, confirman lo que hemos dicho, y por eso lo mostramos aquí.
Miren este video, esta joyita. Resulta que ahora la revolución benevolente, la familia Castro, la «Castro-mafia», está tan caritativa con las mujeres que les está entregando tierras para que produzcan la comida de su familia. ¿Miren la solución? La mentira, la falacia, es que hay una feria para que haya alimentos en Cuba. La realidad es que están diciendo: “Hagan ustedes su propia comida, porque nosotros no les vamos a dar nada”. Y fíjense cómo lo adornan con la Agenda 2030, la ideología de género, la explotación de la mujer en una sociedad machista y patriarcal, diciendo que hay que darles tierras a las mujeres. ¡Miren esta joyita!
“Se dedicaba al ganado menor junto a su familia, pero nunca había tenido su propio terreno. Con esa experiencia, comenzó a producir en Carolina 2, en la Cooperativa de Créditos y Servicios Jorge Alfonso de Cienfuegos. Le dieron esta tierra por el Decreto-Ley 358. Empezó con 40 cabezas de ganado, entre hembras y machos. Ahora tiene 162 y espera llegar a 200 a fin de año. Está sembrando King Grass, ya tiene un área sembrada y planea sembrar más cuando comiencen las lluvias. También tiene hectáreas de plátanos y mangos contratados con la agricultura, aumentando sus posesiones al recibir el título de propiedad de su finca. ¿Cómo acceder de forma rápida a terrenos ociosos en usufructo gratuito para producir más alimentos? Esa es la preocupación de las delegadas al onceno congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, y ya más de 1,800 mujeres han solicitado tierras para cultivos, cría de ganado mayor y menor. En estos intercambios con productoras también hemos visto a muchachas muy jóvenes, de 21 a 23 años, solicitando tierras, sobre todo porque vienen de familias campesinas y, además, porque la situación está muy difícil”.
tuviera internet, no podría hablar. Si no tuviera cámara, no podría hablar. Esto no lo puedo hacer en Cuba, porque, aunque haya micrófono, cámara, televisor e internet, no son míos; son del Estado, y el Estado lo da y lo quita a su antojo. Sin propiedad privada, no hay libertad. Esto no es debatible; es un hecho. No son palabras, son hechos.
Ellos saben que la mujer cubana, por el temor a que sus hijos mueran de hambre, por el amor y la pertenencia a su familia, es la que está dando la pelea. Es la que ves protestando, la que lucha por sus hijos presos, la que cierra un barrio, la que sale a la calle. Ese liderazgo que está tomando la mujer cubana, no de ahora, sino de siempre, hay que mitigarlo, hay que apagarlo. Porque el hombre puede pelear, pero si su hijo le dice «papi, no pelees», puede que se detenga. Pero cuando la madre sale a pelear, pone a pelear al padre y al hijo, porque nadie se mete con mamá. Ellos saben esto y temen a esa chispa, porque cuando eso pase, vamos a ver un volcán en Cuba. Y lo voy a decir con todas las palabras: no han dejado otra salida que la violencia. Va a correr sangre. Así, literalmente. Mírenlo bien. Para que dejen de tener miedo, acéptenlo, asuman que este monstruo del comunismo no sale sin sangre.
Eso es así, todavía no lo ven y siguen con la bobería. Pues sigan con la bobería. El que lo tiene claro, se prepara para lo que viene. Entonces, claro, ¿qué pasa con las mujeres? ¿Qué es más sensible para una madre que no tener qué darle de comer a sus hijos? ¿Quiénes cazan en la selva en la manada de leones? La leona. La leona caza, el león espera que le traigan la comida y defiende a ella y a sus cachorros de las hienas. Pero las que cazan son las leonas. ¡Esas son las leonas! Y tienen que mitigarlas dándoles un pedacito de tierra que nunca será de ellas, en usufructo gratuito. Deben investigar qué significa «usufructo gratuito». Es un término de derecho inmobiliario: usufructo, usted lo va a usar; gratuito, es que no va a pagar por ello. Pero no es suyo. Es un invento, un título de propiedad de qué. Te dan un pedazo de tierra que es del Estado y te permiten usarla. Pero, además, el Estado ladrón que se la quitó a su legítimo dueño, que la tenía llena de comida, de fruta, de animales. Todo eso se perdió, se llenó de marabú, y ahora tienen que volver a darla. Y tiene que regresar a quien le duele para que produzca. Ese es el ciclo de la tiranía cubana. ¿Y a quién se lo van a dar? Si los hombres no quieren trabajar. No es que no quieran trabajar, es que no asumen con el mismo compromiso que lo hace la madre, el temor, el miedo, la responsabilidad para con sus hijos. No todos los hombres lo hacen. Ese sentido de pertenencia de la madre con la familia hay que mitigarlo con algo. Vamos a darle algo para que se entretengan, para que crean que con eso les va a ir bien.
¿Qué dice esa joven? “Tengo que darle de comer a mi familia. – ¿Cómo se llama esa finca? “El nombre de mi hija…, y poco a poco estamos sembrando más cositas. – ¿Qué cantidad de tierra tienes? – Tengo dos hectáreas. – ¿Cómo se llama la finca? -Doña Diana, por mi niña. -O sea, ¿es el futuro de tu hija también?”
Cienfuegos, con tractores, camiones, centro de procesamiento, plantas de beneficio, envasadora, frigoríficos, laboratorio de cortes especiales y contratos con restaurantes. ¡Todo Cienfuegos comiendo de esas leonas!
Ah, no, te voy a dar un pedazo de tierra que, además, me lo tienes que agradecer en un acto político. Tienes que decir que gracias a la Revolución, a la FMC y a Vilma Espín. Así es como funcionan esos criminales. Por eso, cuando llegue a 200 cabezas, si no le da la comida al Partido o no ayuda a un chivato, le quitan las cabezas. ¿Qué les importa que Cienfuegos coma? Y mucho menos les importa la madre o la mujer cubana. Si ellos son el problema. Te ponen en la televisión una feria de alimentos, todo viene de afuera. Estamos haciendo negocios. Luego, te ponen el video de que están entregando tierras, y son las mujeres las que trabajan, y como son las que trabajan, hay que darles tierra. Escuchen esto. Y claro, la madre mira más allá de cualquier diferencia. Lo que quiere es un pedacito de tierra, tenencia, certificación de tenedor inscrito, que según los archivos de registro de tenencia de la tierra, a mi cargo, ahí lo vieron. Les dejan tener la tierra, pero no es propiedad. Lo primero en derecho inmobiliario es la trazabilidad: hay una parcela, esa parcela tiene un nombre, un origen desde que se fundó, se puede subdividir en terrenos, en solares, en parcelas más pequeñas, pero parten de un título madre. Y eso en Cuba se lo robaron. El dueño de esa tierra o no está en Cuba o está en Cuba sin disfrutar de su propiedad privada, que la ganó trabajando, en la guerra o por herencia. Como sea que la haya ganado, fue legítimo, según el registro inmobiliario de Cuba en el 59, donde están registrados todos los propietarios legítimos.
Como eso se rompió cuando ellos nacionalizaron, expropiaron, se robaron la tierra, no hay producción de nada. Pues ahora tienen que volver a darla, pero no la dan en propiedad. No pueden darla en propiedad porque no hay trazabilidad, no existe transferencia de titularidad entre el dueño original y legítimo. La propiedad privada no prescribe. Sin demostrar un contrato, un acto de venta, una herencia, un regalo, una dejación, lo que sea, no se puede generar un título de propiedad legítimo. Entonces, te inventan la tenencia, el usufructo. Bueno, pues pónganse a trabajar ahí y a sembrar. Si Cuba es libre, tendrán que hablar con el dueño legítimo. Atención leonas, las quiero, las respeto, están dando de comer a sus hijos, pero deben saber que eso no es suyo, tiene dueño. Toda esa tierra tiene dueño. Que el dueño llegue y diga: “Gracias por ponérmela a producir, pongámonos de acuerdo o hasta te la vendo, te la rento.” Bueno, es un acuerdo privado con el dueño legítimo. Pero esas tierras tienen dueño. Yo no lo sé, a lo mejor eran del Estado antes del 59. Exactamente eso no lo sé. No conozco el punto geográfico exacto ni la condición en el registro de títulos. Pero la realidad es esta.
MANUEL MILANES Consejo Para la Guerra Anticomunista CPGA