Primeras palabras de Manuel Milanés luego del incidente el 22 de agosto de 2024 donde termino gravemente herido.
Buenas tardes. Soy Manuel Milanés y quiero agradecer primero a Dios, después a mi familia, que me vio ahí abatido y mantuvo la fe y mantuvo la postura. Después, a los paramédicos, al Sheriff, a los doctores, a mis vecinos de Ave María que han estado orando desde que sucedió esto. Quiero agradecer también a mi gente de CPGA, que siempre ha estado ahí; esa es mi familia. Al congresista Mario Díaz-Balart, a tantos periodistas que yo he sentido muy buena intención en tener noticias mías. Gracias a la Oficina del Presidente Trump, que se ha comunicado también. Al padre Vidal, mi párroco, que ha venido a darme los santos óleos; vino el día de la operación y ha venido a darme la Comunión también hoy domingo, para que no me perdiera mi misa.
Enrique Padrón, mi hermano, mi hermano Enrique. Gustavo Trujillo, me quería levantar ya por lo fuerte que está. ¡Gustavo el campeón! Mi abogado invicto Alian Manuel Pérez, mi hermano Ramón Lavado Martínez “El Chacal”, que se puso muy triste con la noticia y que lo llamé con cámara para que me viera y estuviera tranquilo. Boncó, que quería hasta dejar de hacer un evento por estar conmigo, pero gracias a Dios fue, lo hizo y me lo dedicó. El Coqui La llave, la llave del cerrajero, el que abre todas las puertas en Miami.
Los padres de la obra del Opus Dei que en todo el mundo me han estado escribiendo y han estado orando por mí, una oración bien potente como ellos saben hacerlo. Tantos padres en Cuba también, que por prudencia, padres y religiosos desde Cuba que por prudencia no lo digo. A los creadores de contenido, que han puesto sus plataformas, al igual que la prensa, en función de dar la noticia y de aclarar los rumores, les doy las gracias también. A tanta gente del exilio histórico, tantos buenos amigos, el Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo, tantas, tantas instituciones. Que me disculpen las que se me olviden ahora, que todavía no estoy al 100%; tengo que seguir recuperándome.
A mis hermanos de EMAUS, Jesucristo ha resucitado, aquí estoy con ustedes, los quiero mucho mis hermanos de EMAUS. De aquí, de República Dominicana y de Cuba también, que me comunico con ellos. A mis socios de negocio, que se han mantenido y han ido y se han acercado. A los funcionarios de mis empresas, que han mantenido la calma y todo ha funcionado igual. A los trabajadores de mi empresa, que me han apoyado, siguiendo funcionando igual. A los amigos desde la universidad, que se han puesto en contacto con nosotros. Amigos míos de la Universidad de La Habana se han puesto en contacto con mi familia para preocuparse, les agradezco también. A Juan Fernández, ¿cómo se me va a olvidar Juan? El caballero Juan, que tanto he aprendido con él de amistad y de cariño.
A todos ustedes, muchas gracias. A todos mis hermanos en Cuba que me han escrito, en República Dominicana, en España, en Italia. Me han escrito también seguidores desde Rusia, desde Angola, desde Argentina, en Venezuela. Patriotas venezolanos me han escrito también. A tantos padres que han estado orando por mí. ¿Cuántas misas se han hecho? ¿Cuántos rosarios se han hecho? ¿Cuánta oración a San Miguel se ha hecho?
Esto es un testimonio. La doctora que me operó se llama María, así que no dudo que la Virgen también estuvo ahí conmigo siempre. El paramédico que me mantuvo vivo una hora se llama Lázaro, así que San Lázaro, mi 17, también estuvo ahí. Aquí en el hospital me tienen muy bien atendido y, bueno, han mantenido la privacidad. Por eso, lamentablemente, no se me puede ver mucho, porque mantienen la privacidad, ya que está todo bajo investigación aun descartando cualquier situación.
En la operación, era 90/10 porque perdí mucha sangre. Me pusieron casi 30 transfusiones de sangre y tuvieron que extraer la bala y ponerme unos extenders en una vena y en dos arterias. Pero yo estoy bien. Recuerdo todo, sé mi nombre, sé qué día nací que ya eso es importante después de esto… y nada. Solo denme un ratico para descansar y para recuperarme, y seguro pronto voy a estar con todos ustedes dándoles las gracias. Y desde siempre se las doy a Dios. Sigan haciendo rosarios, sigan pidiendo la intercesión a la Virgen, síganle pidiendo a San Miguel por mí y por ustedes.
Y les puedo dar una conclusión: denle a San José, a la Sagrada Familia. Ustedes lo ven a diario ahí, en mi mesa. Pídanle a todos los santos, a sus ángeles de la guardia. Y sí, saqué una conclusión: tienen que estar más tiempo con la gente que los quiere. A veces dedicamos tiempo en la vida a otras cosas, y cuando pasan eventos como este, uno piensa: “¡Wow! Me faltó por hacer esto, traté mal a fulano, hace rato no veo a mengano.” Y para que no les pase eso —bueno, que no les pase nunca esto—, pero para que estén preparados, mejor dediquen tiempo a sus familiares y a sus amigos. Estén juntos, estén juntos con ustedes.
Yo creo que hice lo que tenía que hacer, fue la decisión que tomé. Aunque esté pasando por todo esto, sin duda alguna, yo lo volvería a hacer, como sé que cualquiera de los que me están oyendo ahora también lo haría. Y a todos mis seguidores, por la actitud que han tomado con mucha prudencia, esperando, como acostumbramos nosotros en nuestro canal, a que se diga la nota oficial y rezando y orando por mí y dando apoyo a su gallo. ¡Todo un gallo! Un gallo que aguanta picá.
Dejé de último a George, pero no menos importante, porque él se ha mantenido todo y se ha mantenido ocupándose del apostolado de los canales, las redes sociales. Muchas gracias, muchas gracias, gracias a todos ustedes por ese apoyo. Muchas gracias de verdad, me siento muy feliz con el apoyo que he recibido. ¡Gracias! Los quiero mucho. Y saben que no podemos terminar sin la cubanía. Así que ¡I´m back! ¡Ay, mi madre! Ahora hablo inglés también… estos días aprendí inglés en el hospital.