El Reloj de Díaz-Canel.
Lo que otros vieron como un logro del deporte cubano nosotros lo vimos como una afrenta: en el saludo del tirano —el muñeco, el ventrílocuo de Raúl Castro—, en la bienvenida a este esbirro, a este cómplice, ¡que seguramente en unos años lo veremos pidiendo dinero! Cuidado, no se vaya del país también. Este abusador, el luchador cubano Mijaíl no sé qué; soy malo para los nombres y se me olvidan más rápido cuando no me interesan.
¿A cómo está el dólar hoy en Cuba? Vamos a poner que 320 pesos cubanos por cada dólar… Vamos a hacer el cálculo que nos gusta. Si decimos que el reloj por lo bajito -como se decía en mi barrio- cuesta $12,000, entonces $12,000 por 320 son 3,840 000 pesos. Eso es lo que tiene ese animal en la muñeca. 3,840,000 pesos divididos entre lo que dijo Murillo que podía vivir un jubilado en Cuba, que son 1500 pesos cubanos al mes; entonces son 2,560 jubilados puestos en la muñeca. Díaz-Canel tiene en una de sus prendas de vestir el equivalente al salario de 2,560 jubilados, mientras que les pide a ellos que vivan con 1500 pesos. Eso es socialismo, colectivismo, totalitarismo, comunismo y castrismo. Es la tiranía de una familia que lo tiene todo y mantiene en miseria a todos los demás.
Porque la miseria del cubano sustenta la riqueza y la buena vida de ellos. Imagínense ustedes 2,560 salarios de jubilados en la muñeca de un tirano. Si a alguien le gusta hablar de resistencia creativa, que le pida su reloj. ¿Quiénes están viviendo de una chequera en Cuba? Los que creyeron en la tiranía, en Fidel y en los CDR, los que hicieron guardia, fueron a las MTT, los que son del Sindicato; porque los que están viviendo de la ayuda familiar del exterior, los que están por la izquierda, los que son bisneros, no creyeron nunca en eso. Tomaron provisiones, vieron alternativas, se auto sustentaron, se auto compensaron.
Pero lo que yo sí veo claro es que los que creyeron en la tiranía de ellos, 2560 personas, están en la muñeca de Díaz-Canel, esos que aún dicen ser revolucionarios, pero la base para esto la creó Fidel.
Raúl Medero menciona que ni los faraones tenían a su pueblo en tan baja situación. Y es que la monarquía y la aristocracia necesitaban un pueblo próspero para cobrar tributos; precisamente la decadencia de la aristocracia y de las monarquías vino cuando perdieron de vista ese detalle. Explotaron y regularon tanto que dejaron de ser prósperos sus contribuyentes. Por eso los imperios más poderosos fueron los que menos se metieron con los plebeyos. Políticamente sí, pero en producción y economía, propiedad privada no; lo de ellos era que le pagaran. Así que el socialismo, comparado con la monarquía, fue más injusto con su pueblo porque el estado de ladrones se conforma con el saqueo.
Y te invito que busques el libro «El Estado» de Frank Oppenheimer. Ahí verás el origen, la evolución y en qué ha desembocado el estado moderno. Estos libros no se encuentran en la Universidad de La Habana ni en Harvard porque son censurados. Pero si tienes tiempo y quieres profundizar en el tema, encontrarás información valiosa para discutir con argumentos.
Aclaremos que Oppenheimer era socialdemócrata. Decía que era capitalista de la socialdemocracia, es decir, de izquierda. No es ni anarcocapitalista ni libertario. Él entendía que el Estado es necesario, pero reconoce que no es un pacto social.
Bueno, pues ahí lo tienen. Cuando te vuelven a imponer ordenamiento, perfeccionamiento y rectificación de errores, ya tienes lo que destruye; primero, los que lo hacen son una banda de ladrones organizados que te delimitan territorialmente para cobrar tributo. En el caso del comunismo, como en las aristocracias, las dinastías y los imperios que cayeron, se vuelve insostenible porque no hay cómo mantener a esa cúpula. Cuando la situación explota, la gente se rebela porque todavía les queda propiedad privada. Por eso, el comunismo quita la propiedad privada, te quita las armas y hasta el orgullo.
Y aquí tienes el libro que describe esto desde una perspectiva socialista. Oppenheimer explica por qué una ley de empresas con planificación central y empresa presupuestada no va a llegar a nada. Así que, de pedirte que resistas, te llevan a un reloj que cuesta lo mismo que 2,560 salarios de jubilados, en la muñeca de un delincuente. Ese socialismo que te pide que resistas, vive de tu pobreza, vive de tu pobreza y tu enfermedad. No hay solución a la pobreza en Cuba sin propiedad privada. No existe solución con planificación central, socialismo o empresas presupuestadas. Es solo aire frito.
MANUEL MILANES Consejo Para la Guerra Anticomunista CPG
