Un seguidor de las redes sociales del influencer y empresario Manuel Milanés envió un conmovedor que muestra el deterioro de lo que una vez fue un próspero pueblo cerca de La Habana, conocido como Guiro de Boñigal que ha quedado en el olvido y condenado al desastre por el castrismo.
Las imágenes nos trasladan a un paisaje de abandono, en donde lo que antes era una bodega abastecida, propiedad de un padre y un tío, hoy parece haber desaparecido. El antiguo esplendor de Boñigal, con su central azucarero y calles llenas de vida, es ahora apenas un esbozo, un reflejo de lo que una vez fue.
“Estoy seguro de que si Cuba hubiera permanecido libre después de 1959, esa bodega que existía en ese entonces, hoy sería un edificio o una finca. Antes había un central azucarero y seguramente habría autos estacionados, campesinos trabajando, comercios, agroindustrias, fábricas de plástico, mueblerías y todo lo que puedes encontrar en una comunidad rural en cualquier país libre. Pero eso no sucede. ¿Por qué? Porque hay comunismo. Porque llegaron los Castro y su régimen, que necesita mantener a la gente en la más absoluta pobreza para que dependan de ellos por cualquier pequeñez”, sostuvo el empresario.
El fundador del Consejo para la Guerra Anticomunista enfatiza la rapidez con la que se obtuvo el material. Apenas unos días después de que una señora mencionara el viernes el pueblo y su historia, ya disponían de imágenes el lunes. Esto plantea una reflexión sobre la eficacia de las plataformas que prometen y no cumplen, versus aquellas que realmente muestran resultados.
La crítica de Milanés al comunismo es contundente. Señala que de no haber sido por la llegada del régimen de los Castro, Gyiro de Boñigal podría haber continuado su desarrollo. Imagina un escenario donde la bodega se hubiera transformado en un próspero edificio o finca. Donde la actividad agroindustrial, las fábricas y el comercio hubieran prosperado al ritmo de cualquier país libre.
El filántropo lamenta la realidad actual de Cuba, en donde, afirma, el régimen ha sumido a la población en la pobreza para mantenerla dependiente. Hace un llamado implícito a reflexionar sobre las condiciones en las que vive la gente, evidenciadas por calles llenas de baches y la ausencia de desarrollo.
