El anticomunista Manuel Milanés compartió reflexiones vitales sobre el papel del orden, la democracia y la ley en la construcción de una Cuba libre y próspera. Su contundente mensaje a la comunidad, plasmado en un emotivo video, enfatiza la urgente necesidad de concentrarse en estos pilares para forjar una nación fuerte.
El también creador del Consejo para la Guerra Anticomunista, recalcó que, aunque la democracia sea vital, su existencia sin ley y orden es insuficiente. “La democracia es un método de elección para hacer cumplir la ley, y solo para eso, no para violarla”, aseveró.
“Digan lo que quieran, pero de lo que voy a decir tengo la más absoluta convicción: el orden y la democracia son como el oxígeno y el agua. Sin agua, sin democracia, se puede vivir hasta 3, 4 o 5 días; sin oxígeno o sin orden, máximo 5 minutos”, sostuvo.
El empresario usó una analogía familiar para ilustrar su punto: la imposición del orden por parte de su madre durante su infancia. Al establecer reglas claras, como bañarse y ser cortés, ella no solo cultivó la disciplina en Milanés, sino también un sentido de responsabilidad y respeto hacia los demás.
Manuel hizo hincapié en que el logro de la prosperidad para Cuba solo será posible a través del fortalecimiento de la ley y el orden. A su vez, subrayó que la democracia, mientras sea ejercida en este marco, puede funcionar efectivamente.
El video de Milanés aborda un punto crítico: la percepción errónea de que “mayoría” es sinónimo de “correcto”. Haciendo referencia a los mandamientos como una guía moral universal, señaló que, incluso si la mayoría decide algo, no significa que esté bien o que sea ético.
El mensaje de Milanés enfatiza la necesidad de discernir entre lo que es legal y lo que es moral. Según él, no podemos basarnos únicamente en la democracia para determinar lo correcto; es fundamental que exista una ley que se apegue a la verdad, la historia, la moral y la ética.
En una fuerte advertencia dijo que “hay demócratas radicales que piensan que todo se debe decidir por votación. No podemos decidir por votación si quiero suicidarme o no. Lo que ustedes decidan no determinará mis acciones. No funciona así. Existe una ley, y esa ley, la que Dios nos dicta a través de los mandamientos, establece que no puedo quitarme la vida. ‘No matarás’, incluye no hacerlo con uno mismo. Mi cuerpo es el templo y él me lo dio; no puedo ofenderlo, matarlo ni dañarlo. Eso lo establecen los mandamientos. Si yo peco, si me suicido, tengo claro que va contra la ley. Aunque todo el mundo decida que debo suicidarme, sigue yendo contra la ley”
Manuel concluyó invitando a la reflexión: “Aunque las otras opiniones sumen 13 y se enfoquen en chismes, conflictos, morbo, separación y discusión, no significa que porque la mayoría lo crea, esté bien”.