El reconocido influencer cubano y anticomunista, Manuel Milanés, una vez más se manifiesta sobre las inconsistencias y falacias del régimen cubano. Haciendo eco de una impactante imagen que circula en las redes sociales, Milanés muestra un triciclo convertido en vehículo fúnebre, reemplazando lo que debería ser un carro apropiado para tal fin.
Sin duda, la inventiva cubana siempre ha encontrado formas de adaptarse a situaciones adversas. Sin embargo, lo que podría ser visto como un ingenioso recurso en otros países, en Cuba, es la dolorosa representación de una única opción debido a la inoperancia estatal.
“En un mercado libre, quien no tiene para poner a su familiar en un Mercedes-Benz, pues que lo haga visible; quien no tiene para poner a su familiar en un Mercedes-Benz de los grandes o cualquier marca de carro fúnebre, pues puede buscar un servicio funerario más económico. En vez de no tener cómo hacerlo, puede optar por una moto fúnebre como una iniciativa del mercado libre y del emprendimiento. Me encanta, pero eso no es el caso de Cuba. En Cuba, esa es la única opción disponible. No es que haya otra alternativa”, explica el empresario.
El creador del Consejo para la Guerra Anticomunista recuerda que, mientras el régimen cubano invierte millones en proyectar una imagen de poder y control frente a la embajada de los Estados Unidos, la realidad del ciudadano común se desmorona, literalmente. Edificios antiguos cayendo, la ausencia de hospitales en condiciones y la falta de servicios básicos, como un digno carro fúnebre, pintan un panorama desolador.
El Estado, que se presume garante de las necesidades del pueblo, parece tener otras prioridades. La remodelación de plazas para frenar las protestas o la inversión en simbólicas banderas, son solo ejemplos de un desvío de fondos que deberían ser destinados al bienestar de los cubanos.
A la indignación de ver la «solución» de un triciclo fúnebre, se suma la vergüenza y el dolor que sienten las familias cubanas, quienes merecen un último adiós digno para sus seres queridos. En lugar de ello, se enfrentan a un estado que prioriza mantenerse en el poder, olvidando a quienes, en teoría, debería servir.
