Manuel Milanés advirtió sobre la necesidad de mostrar fortaleza ante la tiranía castrista para poder tener con qué intercambiar, pues de lo contrario en cualquier diálogo siempre se hará la voluntad del más fuerte, en este caso todo el estado comunista con sus estructuras.
“Rebelarse contra la tiranía es imperativo”, asegura el creador del Consejo para la Guerra Anticomunista (CPGA). El empresario subraya que la tiranía siempre optará por dialogar con aquellos a quienes pueda someter. Este diálogo, a menudo, se muestra inefectivo ante el poder coercitivo del régimen.
La “lucha cívica”es reconocida como válida por Milanés, pero no como única vía de resistencia. La rebelión también tiene un lugar legítimo en la lucha por la libertad. “La tiranía, con toda su fuerza, no será desafiada si no se enfrenta con determinación y firmeza”, enfatiza el filántropo.
Es evidente para Manuel que Cuba necesita no solo la voluntad de su gente, sino también recursos para prosperar. Argumenta que el país requiere un estado con recursos, integrado en la economía global y con acceso a préstamos internacionales.
Por otro lado, critica las propuestas de «Cuba Próxima», que prometen una reforma del socialismo para cohabitar con la dictadura. Milanés recalca que el poder debería radicar en el individuo y no en el Estado. El crecimiento del poder estatal siempre resulta en la disminución de las libertades individuales.
“Cuba Próxima» promete una reforma del socialismo. Pero recordemos que en el socialismo, el poder está en el individuo, no en el estado. Mientras más poder tenga el estado, menos libertad tiene el individuo. Eso es lo que te está prometiendo «Cuba Próxima», y en eso coincide con el extremo centro del CDR. Ahí, se habla de democracia, no de república. Y, por supuesto, detrás de esta postura política e ideológica viene el oportunismo”.