El influencer cubano, Manuel Milanés, se refirió a la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) como un «órgano represivo de la tiranía», comparándola con entidades como la Policía Nacional Revolucionaria. Según las nuevas leyes de la dictadura, no solo son responsables de la recaudación de impuestos, sino que también ejercen control sobre la libertad de movimiento de los ciudadanos.
Por tal razón, el youtuber explica que a los cobradores de impuestos para la tiranía debería darles vergüenza. El filántropo también invita a reflexionar a aquellos que trabajan en la ONAT. Los alienta a cuestionar dónde van realmente los impuestos que recaudan y a entender el impacto real de sus acciones en la sociedad cubana.
Pero las críticas de Milanés no se limitan solo a la recaudación y restricción. Se adentra también en la gestión de estos fondos. Hace hincapié en que, a pesar de los cobros exorbitantes, los servicios básicos en Cuba dejan mucho que desear. Carreteras en mal estado, hospitales sin medicinas y escuelas en condiciones deplorables son solo algunos de los ejemplos que menciona.
Esta denuncia llega en un momento crucial, pues evidencia el control que ejerce la entidad sobre los ciudadanos. Si se les acusa de tener una deuda, aunque sea mínima, podrían ver revocado su derecho a viajar, perder inversiones y mucho más, todo sin un proceso legal adecuado.
El economista advierte a los cubanoamericanos que estaban muy entusiasmados y “vendiste tu casa en Miami, empeñaste tus prendas, vendiste esos cuatro carros que tenías haciendo, no sé qué, te fuiste para Cuba, abriste una Mipyme, te repatriaste. Pero, cuando le dé la gana a la tiranía, tú no sales de Cuba. Cuando quieran, tú no viajas, porque la ONAT, según ellos, tiene un convenio. Y ese convenio dice que si entienden que tú debes, emiten una comunicación a Migración y ellos controlan tu viaje. Ese convenio establece que, si les da la gana, o si se equivocan en el sistema y dicen que debes un dólar, tú no viajas el día que quieras y pierdes tu pasaje y todo lo demás”.
“Pero esa misma entidad, que actúa con un método represivo, violando derechos individuales, sin ningún proceso legal que intermedie, es la que recauda sin importarle cómo se gasta el dinero. Es asunto de la tiranía. Lo de ellos es cobrar”, sostiene Milanés.