El empresario Manuel Milanés defendió la llegada de inversionistas a Cuba libre, argumentando que ello representa una puerta al empleo y a la prosperidad para los cubanos. En un reciente video, el también youtuber y luchador por la libertad de su Patria, contestó a todos aquellos que sienten preocupación sobre los millonarios extranjeros que podrían arribar al país.
Milanés, creador del Consejo para la Guerra Anticomunista, detalló que donde llega un millonario se generan empleos: desde personal para limpieza de vehículos, administración de finanzas, hasta vigilancia y más. «La llegada de personas con recursos a Cuba significa inversiones, educación financiera y oportunidades», expresó. Resaltó que un millonario siempre necesita de un equipo de trabajo y que cada inversionista que llega, podría generar miles de puestos laborales.
«La verdadera dignidad», según Milanés, radica en abrirse a aquellos con recursos que puedan invertir y enseñar a generar riqueza. Instó a los cubanos a alejarse de mentalidades endeudadas y a reconocer que el crecimiento económico no debe demorar una década, sino que puede ser alcanzado en un año.
El filántropo también hizo énfasis en la mentalidad que deben tener los cubanos frente a los millonarios. Aconsejó aprender de aquellos con experiencia financiera y evitar la envidia. “Si ves a alguien con recursos, en lugar de envidiarlo, pregúntale cómo lo logró y trata de agradarle”, sugirió.
“¿Cuál es el miedo a que venga gente con dinero a Cuba? Algunos dicen ‘tenemos que mantener la dignidad’, pero ¿qué dignidad tienes ahora si estás oprimido, viviendo sin comodidades y sin nada? La dignidad que quieres es que llegue todo aquel que tenga recursos, para que invierta y te enseñe cómo generar riqueza. Ojalá llegue alguien y traiga quinientas vacas, o mejor, cinco mil, porque necesitará cientos de vaqueros. Si ese hombre te necesita, te dará herramientas, vehículos, incluso puede que te dé un helicóptero para que le ayudes. ¿Qué te importa si tiene más dinero que tú?”
Milanés criticó la mentalidad de envidia en Cuba, señalando a las autoridades cubanas, específicamente a los Castro, como responsables de reprimir el progreso económico. Aseguró que es momento de aprender de aquellos con éxito financiero y no asumir que su riqueza es de origen ilícito.
Para el empresario, el verdadero deseo de un millonario, después de la riqueza, es encontrar paz y tranquilidad. Los ricos, asegura, buscan soluciones y bienestar y estarán dispuestos a retribuir adecuadamente a quienes les provean eso.
Manuel concluyó con una visión esperanzadora para Cuba. Resaltó que la isla será libre y que, cuando lleguen los inversionistas, se generará prosperidad para todos. Sin embargo, enfatizó que cada cubano debe esforzarse y merecer su éxito, sin esperar que simplemente les sea regalado debido a circunstancias pasadas.