El empresario y luchador por la libertad de Cuba, Manuel Milanés, se pronunció recientemente sobre los últimos movimientos de la tiranía castrista para supuestamente resolver el problema del hambre en el país.
Con un tono de indignación, señaló que, mientras en otros países un poblado puede carecer de servicios básicos pero tiene alimento, en Cuba, a pesar de su riqueza natural, muchas personas pasan hambre.
“¿Qué puede hacer ese consejo popular, ese pueblo o esa urbanización con solo cinco mil personas? Está rodeado de tierras de cultivo, una cooperativa y una CCS, y la gente aún pasa hambre y tiene que vigilar a los ladrones. Eso es socialismo. Pasar hambre en lugares abundantes o sentir calor en el Polo Norte, eso es socialismo”, refirió el filántropo.
“En cualquier país, incluso en Haití, un poblado puede carecer de electricidad, muebles, carreteras, combustible o energía eléctrica, pero tiene comida. Si vives en el campo, siempre tendrás algo para comer.
Para Milanés, la verdadera solución no reside en cooperativas o consejos populares. La propuesta de «consejo popular» no hace más que replicar a pequeña escala lo que el Estado ha hecho por décadas, sin ofrecer una solución real.
“Luego de 64 años centralizando las decisiones, el poder y los recursos de toda la estructura económica, que según ellos estaba planificada con asignaciones y presupuesto, ahora, ante la incapacidad natural del socialismo de generar prosperidad, quieren tirar el problema del país al Consejo Popular”.
El youtuber defiende la idea de que cada individuo tenga su tierra, compre su parcela, y se libere el mercado, permitiendo que cada quien establezca su negocio de acuerdo a las leyes del libre mercado.
El creador del Consejo para la Guerra Anticomunista resaltó que la libertad económica y la competencia son las únicas herramientas verdaderamente eficientes para combatir el hambre y mejorar la calidad de vida de los cubanos. Insistió en que la solución no radica en imposiciones estatales, sino en tratar bien al prójimo y permitir la libertad individual.
“Eso es socialismo, incapaz de generar debido a su centralización y arrogancia. Ahora hay leyes, pero los problemas persisten. La solución no está en cooperativas ni en CCS, sino en que cada uno tenga su tierra, que cada uno compre su parcela, que se libere el mercado, que cada quien ponga su negocio, donde quiera y venda a los precios que el mercado dicte”, añade.
