El influencer Manuel Milanés reveló cómo es la estrategia del Partido Comunista de Cuba (PCC) para siempre encontrar un culpable y no dar la cara. A lo largo de 64 años, la culpa de todos los males de Cuba, según el PCC, la tiene el “bloqueo de EEUU” o funcionarios de bajo rango y el pueblo en general que no acató correctamente las órdenes bajadas desde la alta cúpula del PCC. Pues ellos, los dioses tropicales, no se equivocan, confirmó irónicamente el youtuber.
Como luchador por la libertad de Cuba, Milanés ha destacado la persistente táctica del régimen de atribuir la culpa a las masas en lugar de asumir la responsabilidad de sus propios fracasos.
El empresario y creador del «Consejo para la Guerra Anticomunista» no se ha detenido en la mera crítica. Milanés ha expuesto cómo la falta de poder real en manos del pueblo cubano es una consecuencia de décadas de un régimen opresivo que ha retenido el poder en manos de una familia. Sus declaraciones contundentes destacan la centralización del poder y la manipulación de la sociedad civil en un intento de mantener un control absoluto.
Desde su plataforma, Milanés ha destacado la importancia de exponer la verdad sobre Cuba ante audiencias internacionales. Ha instado a sus seguidores a compartir sus videos con aquellos que no son cubanos, para que el mundo conozca la realidad detrás de la propaganda oficial y no caiga en la trampa de la desinformación.
En su transmisión más reciente, Milanés reveló cifras impactantes que subrayan la desigualdad en la producción y distribución de recursos en Cuba. El filántropo resaltó las cifras de la propia dictadura al decir que el 14% de la población está produciendo para el 86% restante, dejando al descubierto la ineficacia del sistema.
La denuncia de Milanés se centra en la cultura del paternalismo y la falta de incentivos en el sistema comunista. Su análisis incisivo subraya cómo las condiciones de vida desfavorables en las áreas rurales han creado una desigualdad económica que beneficia al régimen y perpetúa un ciclo de apatía y desesperación entre los trabajadores.
“¿Qué tiene a diferencia un trabajador agrícola de uno que está en la ciudad? Nada. Vive súper mal, tiene menos transporte, menos ropa, menos comida. Vive embarrado desde tierra de la noche a la mañana, no se alimenta bien, y al final no gana dinero. ¿Por qué tiene que ir al campo si en la ciudad está robando, resolviendo, compensándote? ¿Por qué tengo que producir alimento para los que están viviendo mejor que yo si ellos no me quieren pagar mi esfuerzo de levantarme a las cinco de la mañana y acostarme a las ocho de la noche y vivir donde casi no hay luz o donde no hay señal de televisión? Sencillamente, no lo hace nadie”, concluyó.
