Una vez más el empresario cubano Manuel Milanés ha puesto al descubierto un escandaloso caso de corrupción en la ciudad de Trinidad.
Con su acostumbrado enfoque de exponer la debacle del sistema comunista para que la población pueda alcanzar la libertad que anhela para su país, el líder anticomunista señala que la familia Cerrillo que tiene negocios que van desde panaderías hasta un restaurante en la playa, ha construido su imperio con la complicidad de altos mandos de la seguridad del Estado y la policía represiva del régimen asesino de los Castros.
Según el filántropo, estos cubanos actúan como mafia a través de prácticas cuestionables, como el desvío de materia prima, para amasar fortunas a expensas del pueblo y en complicidad con el régimen que todo lo controla.
Dentro del negocio de los Cerrillos, Milanés destaca la figura de Nomberto Calaña, un suplidor mafioso que juega un papel clave en el esquema de corrupción. Calaña se encarga de proveer la mayor parte de la materia prima para las panaderías de la familia Cerrillo, obteniendo ganancias indebidas y extorsionando a quienes no cumplen con sus exigencias.
Milanés pone en evidencia a este personaje y sus acciones perjudiciales para la economía cubana. Al mismo tiempo, expresa su deseo de que cuando Cuba se logre sacudir de la tiranía castrista, todos los emprendedores cubanos podrán competir en igualdad de condiciones dentro de un libre mercado sin injerencia política.
Sobre otro caso de corrupción, también en Trinidad, Milanés estuvo hablando hace unos días. Se trata de un sucedo de desvío de recursos en la empresa pesquera industrial de Santi Espíritu (EPISAM), donde la complicidad del director, Donny Alberto Gómez Salas, tiene el papel fundamental. Usted puede conocer más de ese caso en el siguiente video:
