Un cuarto vuelo de deportación con destino a Cuba partió el 20 de julio desde el Aeropuerto Internacional de Miami, llevando a bordo a unos 32 migrantes cubanos, según informó Telemundo 51. La situación, que ha generado consternación entre familiares y activistas, se produce como parte de los acuerdos migratorios entre La Habana y Washington.
Las imágenes capturadas durante el abordaje muestran a los deportados bajo custodia de oficiales de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Estos cubanos habían sido detenidos tras presentarse a su cita de inmigración con la forma I-220B, siendo liberados inicialmente con grilletes, pero alrededor de 14 de ellos terminaron nuevamente bajo custodia del ICE, y se presume que dos individuos ya habrían sido deportados anteriormente.
Entre los deportados se encuentra Sergio Pérez, quien enfrenta una desgarradora situación al dejar atrás a su hijo de tan solo 10 años. Mientras la madre del niño reside en Cuba, en Miami se encuentran dos tías sin la custodia legal del menor, dejándolo en un limbo legal y emocional.
Este vuelo de repatriación se suma a otros tres realizados este año. En abril, 123 migrantes cubanos fueron deportados, seguidos por otros 66 el 10 de mayo. Posteriormente, un tercer vuelo repatrió a 36 personas en junio pasado. Todos estos deportados lograron ingresar a Estados Unidos por la frontera con México o a través de balsas improvisadas y fueron liberados con órdenes de deportación.
La acción del ICE ha llevado a realizar arrestos sorpresivos de migrantes cubanos en el sur de Florida, especialmente cuando acuden a las oficinas de la agencia para cumplir con citaciones de rutina. Aunque en algunos casos son liberados, su permanencia en Norteamérica no está garantizada.
La situación de estos deportados y sus familiares en Cuba genera incertidumbre y dolor debido a la truncada esperanza de reunificación familiar. Con el destino ahora en manos de las autoridades cubanas, estos cubanos deportados enfrentan un futuro incierto en su país de origen.
