La incertidumbre económica tiñe el sentimiento financiero de los estadounidenses a más de dos años y medio de la llegada al poder de la administración demócrata de Joe Biden. Menos de 1 de cada 3 adultos en EEUU se considera completamente seguro en términos financieros, según una nueva encuesta de Bankrate realizada a más de 2.500 adultos.
Este sentimiento de inseguridad se cimienta en una realidad inquietante: el salario necesario para sentirse cómodos o financieramente seguros para los estadounidenses es, en promedio, de $233,000 al año. Es más de tres veces el ingreso medio de los hogares estadounidenses, aproximadamente $71,000 al año, según los datos del Census Bureau.
La creciente inflación es una de las mayores preocupaciones para más del 60% de los encuestados. A este hecho, se suman el entorno económico, mencionado por el 48% de los encuestados, y el incremento de las tasas de interés, citado por el 36%.
En términos de finanzas personales, los estadounidenses tampoco encuentran consuelo. Más del 40% de los consumidores asegura que la insuficiencia de ahorros de emergencia y fondos de jubilación alimenta su inseguridad financiera. Resultados coherentes con los últimos datos de la Reserva Federal y de NerdWallet que reflejan la precariedad de estos ahorros.
El miedo a la inseguridad financiera no distingue entre los niveles de ingresos. Aquellos que ganan $80,000 al año o más fueron igualmente propensos que aquellos que ganan menos de $40,000 al año a decir que la falta de ahorros de emergencia los hace sentir inseguros.
Además, a pesar de que los que ganan más están más propensos a sentirse seguros financieramente, también tienden a aspirar a salarios más altos para mantener esa comodidad. “Vimos que cuanto más dinero ganas, más alto sería el ingreso que necesitarías para considerarte cómodo y rico”, dice Sarah Foster, reportera principal de economía de EEUU de Bankrate.
Esta búsqueda de seguridad financiera está llena de obstáculos. Elementos como tener hijos pueden hacer que las personas sientan que necesitan un ingreso más alto para sentirse seguros. En un país donde se celebra la posibilidad de «hacerse a sí mismo», es crucial entender las fuerzas estructurales y económicas que pueden inhibir esta aspiración.
