En una reciente declaración, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió que es poco probable que Estados Unidos alcance su objetivo de inflación básica del 2% antes de 2025. Esta revelación indica que la lucha del banco central contra el aumento de los precios está lejos de terminar, lo que plantea la posibilidad de más aumentos en las tasas de interés para frenar las presiones inflacionarias.
A pesar de dejar las tasas sin cambios este mes por primera vez desde la primavera pasada, la Reserva Federal señaló su intención de posiblemente elevarlas dos veces más antes de fin de año. Powell enfatizó: «No veo que volvamos al 2% este año o el próximo. Creo que lo alcanzaremos al año siguiente», durante su discurso en el foro del BCE de 2023.
Gracias a los persistentes esfuerzos de la Fed por controlar la inflación, la inflación en Estados Unidos ha estado disminuyendo constantemente en los últimos meses. La tasa anual de aumento de los precios al consumidor bajó al 4% en mayo, una disminución bienvenida desde el máximo de 9.1% alcanzado a mediados de 2022 en los últimos 40 años. Sin embargo, aún se mantiene el doble del objetivo del banco central, lo que subraya los desafíos continuos.
Para controlar la inflación, la Fed ya ha aumentado los costos de endeudamiento de referencia en asombrosos 500 puntos básicos desde principios de 2022. Esta política de ajuste monetario agresivo recuerda a las medidas tomadas en la década de 1980. Los últimos comentarios de Powell revelan que la batalla del banco central contra la inflación está lejos de terminar, lo que indica la posibilidad de nuevas acciones.
Las acciones estadounidenses han experimentado un impresionante repunte este año, impulsadas en parte por la expectativa de que la Fed esté cerca de poner fin a sus aumentos en las tasas de interés. En contraste, el año anterior fue desalentador para el mercado de valores, ya que las tasas aumentaron rápidamente. El impacto de los mayores costos de endeudamiento es evidente, ya que tienden a desalentar el gasto y la inversión, lo que afecta las ganancias de las empresas y potencialmente desencadena una recesión económica.
Muchos expertos han estado pronosticando una recesión durante todo el 2023, aunque aún no se ha materializado. La combinación de tasas de interés en aumento y presiones inflacionarias persistentes ha creado un ambiente de incertidumbre, lo que contribuye a estas predicciones. Sin embargo, la trayectoria futura de la economía sigue siendo incierta, por lo que es importante monitorear de cerca los acontecimientos.
A medida que la Reserva Federal continúa su lucha contra la inflación, la economía estadounidense debe prepararse para un período prolongado de gestión cuidadosa. Alcanzar la meta deseada de inflación básica del 2% para 2025 puede requerir más aumentos en las tasas de interés y ajustes de políticas diligentes. Los emprendedores e inversores deben mantenerse vigilantes, manteniéndose informados sobre el panorama en constante evolución de la cultura empresarial en Estados Unidos.
