Un trágico homicidio tuvo lugar en las instalaciones del Aeropuerto Internacional ‘Ignacio Agramonte’ de Camagüey. Según informes del medio independiente CubaNet, el pasado fin de semana fue asesinado un joven custodio de solo 24 años.
La víctima, identificada como Cristian Castro, trabajaba para la Empresa de Seguridad y Protección a la Aviación Civil (ESPAC). Un empleado, quien prefirió mantenerse en el anonimato, reveló que el cuerpo de Castro fue descubierto alrededor de las 6:30 p.m. durante el cambio de guardia. El trágico suceso habría sido precedido por una brutal golpiza y el robo de su arma.
Conmocionado por la pérdida, el compañero de trabajo comentó: «Era un muchacho muy bueno, tremendo amigo y compañero que no tenía problemas con nadie. Vivía con su abuela. Es muy injusto que le hayan hecho esto». Además, destacó la peligrosidad de la zona donde laboraba la víctima, carente de suficiente iluminación y con maleza hasta la cintura, convirtiéndola en un entorno propicio para incidentes lamentables.
El empleado reveló que Castro desempeñaba sus funciones en la posta 8 (P8), ubicada en la cabecera de la pista. Esta área, junto con otras, ha sido objeto de denuncias por parte de los trabajadores, quienes han reportado falta de seguridad y escasez de medios adecuados para realizar su labor. Sin embargo, estas preocupaciones han caído en oídos sordos y no se han tomado medidas al respecto, según la fuente.
Las circunstancias del trágico evento han revelado que los responsables serían unos presos que se habían fugado, aparentemente con la intención de robar una avioneta para abandonar el país. Castro se habría cruzado en su camino y pagó con su vida.
Este suceso no puede separarse del contexto de creciente violencia que enfrenta Cuba, con robos, asaltos a mano armada y asesinatos reportados a diario. A pesar de esta realidad, la dictadura militar parece priorizar la vigilancia y persecución de aquellos que se oponen al régimen comunista en lugar de abordar la problemática de la seguridad ciudadana.
