El buque de entrenamiento militar Perekop, perteneciente a la Flota del Báltico de Rusia, arribará este martes por primera vez al puerto de La Habana con cerca de 500 cadetes de varias universidades militares navales en un viaje disfrazado de “actividades culturales”.
La visita del Perekop se extenderá durante tres días, y se enmarca en el fortalecimiento de la alianza entre los regímenes de Moscú y La Habana tras el inicio de la guerra en Ucrania.
De acuerdo con la versión oficial, la tripulación “participará en actividades culturales y empresariales diseñadas para estrechar los lazos entre los gobiernos y mejorar sus habilidades náuticas”.
La agenda oficial incluye reuniones oficiales, la inauguración de una exposición dedicada al asedio de Leningrado, un partido de fútbol amistoso y una competencia de ajedrez con jugadores locales.
Sin embargo, bien pudiera significar un paso más en el reacomodo de Rusia en Cuba, donde el régimen castrista le abrió las puertas para instaurar bases militares y estaciones de espionaje aprovechando la cercanía con EEUU.
Desde que llegó de Rusia, Manuel Marrero, primer ministro de la dictadura, expresó su entusiasmo ante la visita del buque, y destacó la importancia de fortalecer tanto las relaciones políticas como las comerciales y económicas entre Rusia y Cuba.
“Estamos al tanto de la visita de su buque escuela, nos estamos preparando para ella. Estamos preparando a nuestros futbolistas y ajedrecistas para que tengan buenos encuentros”, agregó el comunista.
