El gobierno mexicano del populista Andrés Manuel López Obrador envió una carga de 350.000 barriles de petróleo crudo a Cuba a bordo del supertanquero Delsa de bandera cubana. La transacción está valorada entre 18 y 20 millones de dólares, aunque esa cantidad no sería pagada por Cuba, ya que fue facturada a nombre de Gasolineras del Bienestar, un programa interno de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
De acuerdo con el periodista mexicano Gerardo Aburto, el regalo de López Obrador a la dictadura castrista es una ofensa para el pueblo mexicano que ve como los recursos de la nación son utilizados al antojo del mandatario.
El barco salió del puerto de Coatzacoalcos en el estado de Veracruz, y según documentos oficiales se trata de petróleo Istmo, una variante utilizada en la fabricación de gasolina, diesel, jet fuel y keroseno.
Aburto expone que Alfredo Vargas Luna, gerente de Comercialización de Hidrocarburos (GCH), fue quien firmó la orden de salida del cargamento. Este funcionario está subordinado a Carlos Pérez Téllez, gerente comercial de la Subdirección de Comercialización y Operaciones de Pemex-Exploración y Producción (PEP), que a su vez cumple órdenes del ingeniero Ángel Cid, gerente general de la Subsidiaria.
El comunicador constató que no existe transacción documentada sobre el pago del cargamento en ninguna instancia oficial, como la Aduana u otros departamentos de Pemex. En cambio, fue Pemex quien asume el gasto como una donación a Cuba.
