Empiezan las multas de hasta 15 mil CUP a los transportistas privados en La Habana después de establecer precios topados

El régimen castrista comenzó una nueva campaña de recogida de dinero, esta vez con multas de hasta 15.000 pesos cubanos a los transportistas privados en La Habana que supuestamente están violando la política de precios topados establecida en la capital.

Un taxista habanero filmó como un grupo de inspectoras lo multaban. El cuentapropista que vive de ese negocio increpa a las inspectoras para que también pongan multas al propio Estado comunista, que vende gomas en 35.000 CUP y un litro de aceite en 400 CUP, por solo citar dos de los elementos que necesita el automóvil de pasajeros para poder trabajar.

Desde un buró que sirve como barrera para enajenarse de la realidad, los dirigentes comunistas establecieron cuál es el precio máximo que se debe cobrar en las rutas urbanas dentro de la capital, sin tener en cuenta los costos operativos para realizar la actividad. Con esas “cuentas alegres” también dispusieron el margen de ganancia que considera que debe ganar cada taxista.

La situación creada tiene inconformes a casi todos los transportistas, incluso algunos han utilizado las redes sociales para llamar a una huelga general y hacer presión sobre el gobierno.

“A todos los boteros, cuentapropistas, choferes particulares, dueños de carro esto que están haciendo con nosotros es inaudito. Propongo que el día 10 del mes de junio ningún transporte privado esté en función en La Habana. Así damos a entender que no estamos de acuerdo con lo que están haciendo, a ver si es verdad que ellos tienen los suficientes carros para mover y transportar a todo un pueblo”, refiere un texto que circula en los grupos de Facebook y WhatsApp de los transportistas habaneros.

“Hermanos, si no empezamos por romper la inercia con algo y si no hacemos algo no vamos a tener como alimentar a nuestras familias. Es abusivo lo que han hecho con nosotros, y si no hacemos algo nunca esto cambiará, dicen que en la unión está la fuerza, si paro solamente los míos, y se paran uno o dos más no pasará nada, pero si se paran 400 carros que aquí hay muchísimos más que eso nos daremos a notar y expresar lo que sentimos”, añade la convocatoria.

Algunos cubanos se han solidarizado con el sector al comentar que “ellos cobran caro sí, pero también compran caro el combustible y las demás piezas y con el dinero que ganan tienen que comprar la comida cara y todo caro. Ellos también forman parte del pueblo”.

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