La Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei) ha confirmado que la inflación en Cuba continúa fuera de control, especialmente en lo que respecta a los precios de los alimentos, los cuales han experimentado un aumento vertiginoso del 70.7% en el balance interanual correspondiente al mes de abril.
Si bien la cifra es alarmante, la verdadera inflación pudiera ser mucho peor, ya que el régimen castrista no toma en cuenta los precios del mercado informal para conformar su Índice de Precios al Consumidor (IPC).
En términos generales, el IPC formal ha registrado un incremento del 45.36% en la canasta básica de bienes y servicios durante el mes de abril, en comparación con el 23.69% del mismo período del año anterior. Si comparamos el IPC de abril con el de marzo, encontramos un aumento del 2.78%.
Después de los alimentos, la categoría que ha experimentado un mayor crecimiento dentro del IPC es la de restaurantes y hoteles, con un aumento del 64.91%. Le siguen los muebles y artículos para el hogar, con un incremento del 21.19%, la educación con un 19.50% y el transporte con un 19.15%. Por otro lado, las categorías que han mostrado un menor aumento en sus precios son la salud, con un modesto 2.41%, las comunicaciones, con apenas un 0.34%, y las bebidas alcohólicas y el tabaco, con un 1.82%.
A pesar de que la inflación formal en Cuba cerró el año 2022 en un 39.07%, después de un devastador índice del 77.33% en 2021, la situación no parece mejorar en el primer cuatrimestre del presente año.
Las cifras más próximas a la realidad de la situación inflacionaria las dio un análisis de The Economist Intelligence Unit (EIU) que situó el alza de precios en el mercado informal cubano en 740% durante el 2021 y, un año después, se situó en un 140%.
Es importante destacar que la mayoría de los cubanos obtienen la mayor parte de sus alimentos del mercado informal, más allá de la canasta normada que se distribuye mediante la libreta de racionamiento. Esto ha llevado a una dilapidación de los ingresos de los cubanos debido a la inflación, especialmente desde la implementación de la fracasada política de «ordenamiento monetario». Por ejemplo, el precio de un cartón de huevos ha aumentado de 600 a 2,000 pesos cubanos (CUP) en los últimos meses, y un litro de aceite ahora se cotiza hasta en 900 CUP.
Ante este panorama preocupante, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señaló en su informe de 2022 que los cubanos tienen una dieta deficiente en micronutrientes, ya que los alimentos racionados por el gobierno a través de la libreta de abastecimiento «solo cubren el 36% de la ingesta de energía, el 24% de las recomendaciones diarias de proteínas y el 18% de las grasas» necesarias para una persona en un día.
