La lucha por la sucesión de Mao Tse Tung comenzó desde el año de 1973 disparada por los rumores de su enfermedad, este grupo que impulsó desde el principio una “transición de poder” bajo la sombra, estaba conformado por los cuadros surgidos tras la revolución comunista.
Ellos, de fe maoista e izquierda radical, estuvieron comandados por Hua Guofeng, quién se impuso al principio de la muerte del Gran Conductor, el 9 de septiembre de 1976 frente a los reformistas encabezados por Den Xiaoping, después de los sucesos de la plaza de Tiananmen en abril de 1976, cuando miles de ciudadanos acudieron a una cita para recordar a Zhou Enlai, que era considerado como el líder genuino y el socialista humanístico por los chinos reformistas, estos incidentes provocaron la segunda defenestración de Deng Xiaoping, a quién Mao Tse Tung había rehabilitado en 1973.
Sin embargo, Xiaoping, quién comandaba la facción reformista en medio de la transición esta vez navegó con más suerte, pues esta vez fue apoyado por los militares y políticos del partido frente a Hua Guofeng, y hasta 1989.
Richard Nixon visitó China durante una semana en 1972.
En 1972 el presidente Richard Nixón, y su Secretario de Estado, Henry Kissinger, estaban de acuerdo que Estados Unidos debía asegurar el aislamiento de la China ligada con la Unión Soviética, una amenaza real para Occidente.
En su visita a Pekín durante una semana de 1972, surgió una alianza tácita que cambió el equilibrio geoestratégico durante la guerra fría, pues permitió a Estados Unidos expandir sus intereses por el sudeste asiático y además, completar una estrategia con Pekín que permitió presionar a Moscú en todas direcciones, lo que con el tiempo llevó al colapso de la Unión soviética.
Henry Kissinger dijo de esta alianza:”El aspecto destacable de la relación sino-americana fue que los aliados intentaron coordinar sus acciones contra Moscú sin establecer una obligación formal, una cuasi-alianza que creció del entendimiento y el convencimiento con Mao contra Moscú”.
El propio presidente Richard Nixon dijo;”Fue la semana que cambió al mundo”.