La crisis energética en Cuba obligó a los dirigentes comunistas a suspender los tradicionales desfiles masivos por el 1.º de mayo, evitando las concentraciones de gran movilización. Es la primera vez que sucede algo semejante con la excepción de las cancelaciones a causa de la pandemia de coronavirus.
El secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Ulises Guiarte de Nacimiento, explicó en el Noticiero Nacional del Mediodía que no habrá desfile en la Plaza de Revolución de La Habana ni en las cabeceras provinciales. La orientación del Partido Comunista (PCC) es hacer pequeños actos en comunidades, centros laborales y estudiantiles durante varios días.
Sin embargo, en el caso de La Habana, para no renunciar completamente a la jornada de propaganda que se utiliza para mostrar el supuesto apoyo de los trabajadores al “proceso revolucionario” y a los líderes comunistas, se determinó hacer un acto en el malecón.
Para la movilización solo están convocados los residentes en los cinco municipios más céntricos de la capital, que pueden trasladarse a pie hasta la mítica avenida Malecón y escuchar los discursos que se pronuncien allí.
Tradicionalmente, los centros de trabajo han puesto transportación para llenar las plazas y reparten vestuarios y merienda con el fin de garantizar la participación. Debido a la profunda crisis económica, con particular énfasis en la escasez de petróleo y gasolina, esas prácticas no serán posible en este 2023.
La renuncia a un tradicional acto de propaganda comunista para el que nunca se habían escatimado recursos, es la prueba más fehaciente de la situación agónica en la que se encuentra el país.