Desde que el tirano Fidel Castro tomara el poder en 1959, Estados Unidos, y en particular la ciudad de Miami, se han convertido en el corazón del exilio cubano. En el último año y medio, la situación ha incrementado y más de 250 mil ciudadanos de la Isla se han establecido en la ciudad del Sol, según estimaciones realizadas en un reportaje especial de la agencia AP.
De acuerdo con el artículo, el éxodo masivo, de proporciones históricas, está trayendo como consecuencia un estrés adicional a los ya saturados servicios de seguridad social que prestan las comunidades religiosas de esa gran urbe en el sur de la Florida.
Daneilis Tamayo es una de esas cubanas que llegó en el último año y medio a Miami, luego de una larga travesía migrante. Afortunadamente, ha contado con la ayuda de los feligreses, cuyo objetivo es facilitar el proceso de adaptación a la sociedad estadounidense de aquellos que huyen de sus países de origen por persecución política, falta de libertades y escasez de productos básicos.
Sin embargo, estas comunidades temen que ante la avalancha de inmigrantes su capacidad de respuesta se vea rebasada, pues está llegando a sus límites. De acuerdo con registros internos, el número de llegadas por mar directamente a Florida, así como de aquellos que arriban por frontera desde México y luego se trasladan al estado naranja, aumentó a principios de este invierno.
Unos 250 mil cubanos solicitantes de asilo han llegado a vivir al área de Miami: En los últimos 18 meses,… https://t.co/9p8aucdC0t
— Americateve (@Americateve) March 9, 2023
Muchos de ellos no tienen permiso de trabajo y su situación migratoria depende de la decisión de un juez, que tramitará su caso cuando pasen varios meses o años de espera, debido también a la saturación de estos servicios.
Para el arzobispo de Miami, Thomas Wenski, “es completamente irracional que no otorguen permisos de trabajo” a los que entraron a EEUU de forma ilegal con una I-220A o I-220B, antes del 6 de enero de 2023. “Debido a eso, el gobierno puede hacer que una situación que aún no es tan mala, empeore”, explicó el religioso.
Tal vez por eso la Iglesia Católica de San Miguel Arcángel organizó un foro de migración con el despacho legal Catholic Legal Services a mediados de febrero, para dar a conocer el nuevo programa de visas humanitarias que puso en vigor la administración de Joe Biden con el objetivo de resolver la crisis en la frontera.
El plan establece limitar el cruce fronterizo sin autorización de migrantes desde México y prohibir la entrada legal durante cinco años a aquellos que intenten cruzar de manera irregular las fronteras de EEUU.
En cambio, ofrece 30.000 paroles humanitarios al mes para que cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos puedan ser parte de un programa migratorio seguro, ordenado y legal hacia EEUU.
El principal requisito para participar como beneficiario de una visa es contar con un patrocinador en EEUU que los respalde financieramente durante dos años. Sin embargo, tienen el beneficio inmediato de aplicar a un permiso de trabajo.
