El director ejecutivo de la petrolera rusa Rosneft, Igor Sechin, llegó a La Habana este pasado sábado para sostener una reunión con Miguel Díaz-Canel en la que confesó que Vladímir Putin “supervisa personalmente” la relación con Cuba.
“Ante todo quisiera trasladarle los mejores deseos de nuestro presidente (Putin) para usted”, dijo Sechin antes de asegurar que el mafioso líder del Kremlin “supervisa directa y personalmente” todo lo relacionado con las relaciones bilaterales.
La afirmación viene a comprobar la importancia estratégica que significa para Rusia la posición geográfica de Cuba y en consecuencia tienen a sus gobernantes a su merced.
En el encuentro, celebrado en el Palacio de la Revolución, Díaz-Canel expresó su gratitud hacia Moscú por el apoyo ruso en la actual situación de penuria económica que atraviesa la Isla comunista.
“Quiero agradecer el esfuerzo de todas las partes que han puesto su empeño, primero comprendiendo la situación de Cuba, y ahora haciendo todo lo que podemos hacer para avanzar”, expresó Díaz-Canel en unas declaraciones recogidas por las redes sociales del perfil de la Presidencia de Cuba.
En noviembre de 2022, durante una visita a Moscú, Díaz-Canel se reunió con Putin para analizar el estado y las perspectivas de desarrollo de la asociación estratégica bilateral en varias esferas. En esa misma ocasión, también sostuvo conversaciones con Sechin y le agradeció por “los gestos que ha tenido hacia Cuba y que han marcado soluciones en tiempos difíciles”, según fuentes oficiales.
La visita del director de Rosneft, que solo estuvo unas horas tras salir hacia Caracas para los actos por el décimo aniversario de la muerte de Hugo Chávez, fue precedida por la del secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Patrushev, quien llegó a La Habana a principios de esta semana.
Patrushev estuvo tres días en La Habana y mantuvo reuniones con Díaz-Canel y Raúl Castro, donde las autoridades comunistas isleñas le ratificaron el apoyo a las acciones belicistas de Putin en Ucrania. Al mismo tiempo, una delegación del Ministerio del Interior (Minint) cubano viajó a Estados Unidos por invitación de la administración de Joe Biden como parte de los diálogos de implementación de la ley.
La historia de la empresa petrolera estatal rusa Rosneft se remonta a la década de 1990, cuando se fundó como una compañía llamada Rosneftegaz para gestionar los activos petroleros de Rusia. En 1993, Rosneftegaz se convirtió en Rosneft, durante los años siguientes, la empresa adquirió varios activos petroleros clave, incluida la compañía petrolera estatal Yukos, que había sido expropiada por el gobierno ruso.
A partir de 2004, Vladímir Putin comenzó a ejercer un mayor control sobre Rosneft y la industria petrolera rusa en general como una herramienta para fortalecer la posición de Rusia como exportador de petróleo y gas y para asegurar el control del estado sobre la industria energética.
En 2004, Rosneft realizó una exitosa oferta pública de venta en la Bolsa de Valores de Moscú y se convirtió en una de las empresas petroleras más grandes de Rusia. En los años siguientes, Rosneft continuó adquiriendo activos petroleros, incluida la adquisición de TNK-BP en 2013, que le dio a la empresa acceso a importantes reservas de petróleo en Siberia.
Putin ha nombrado a varios de los ejecutivos de la empresa y ha utilizado la empresa para financiar proyectos gubernamentales importantes, como la construcción de infraestructura en Sochi para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014.