El Congreso de Estados Unidos finalizó el programa de ayuda alimentaria extra conocido como Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) que estaba vigente desde el inicio de la pandemia y significaba un beneficio de entre 90 y 250 dólares mensuales a cerca de 30 millones de personas en situación vulnerable.
Las autoridades han enviado mensajes de texto, notificaciones por correo y anuncios en redes sociales para avisar que los cupones de alimentos especiales se agotarán con el fin del mes de febrero, por lo cual en marzo ya no será posible acceder a este tipo de beneficio.
Funcionarios de gobierno están empleando campañas de información para que las familias conozcan que ya no contarán con la ayuda y se preparen para afrontar gastos extras.
Por ejemplo, Lewis Roubal del Departamento de Salud y Servicios Humanos del estado de Michigan, dijo a los 1.3 millones que reciben SNAP en ese territorio que “queremos que estén preparados para este cambio, porque sabemos que la inflación nos está afectando a todos. Deben buscar los recursos necesarios”.
Hace meses varios estados habían cortado la ayuda unilateralmente al indicar que la emergencia sanitaria por el coronavirus ya había finalizado. Por lo tanto, el Congreso tomó la decisión de cancelar el programa en los 32 estados y otras jurisdicciones donde aún seguía vigente.
Stacy Dean, subsecretaria en funciones del departamento de Agricultura de EEUU, argumentó que “los pagos extra por la emergencia sanitaria siempre tuvieron la intención de ser temporales e hicieron un bien grande durante un momento muy difícil en nuestro país”.
El cierre de los SNAP solo será compensado por el Congreso de EEUU con una ayuda extra para las familias de bajos recursos que tengan niños en edad escolar. Ese dinero adicional solo se entregará en los meses de verano donde hay vacaciones docentes. El objetivo es apoyar la alimentación de los menores de edad cuando están en casa, ya que no obtendrán los alimentos en los centros docentes.