El 28 de noviembre de este 2022 estallaron protestas sociales sin precedentes en las calles de varias ciudades chinas, comparadas con las fuertes marchas anticomunismo de 1989 en la plaza de Tiananmen. Esta vez fue el hambre y las restricciones de la política covid cero las que sacaron a los chinos a las calles.
Al parecer un hecho despertó a las personas, cuando en Urumqi, capital de Xinjiang, un edificio colapsó con los vecinos dentro luego de un incendio, los vecinos no pudieron salir porque estaban acuartelados por las medidas de cero covid.
Después de esto, el lunes 28 de noviembre el centro financiero de Shanghái amaneció repleto de manifestantes que coreaban:”¡Renuncia, Xi Jinping! ¡Retírate, Partido Comunista!
En Pekín también cientos de manifestantes lloraron la muerte de los 10 ciudadanos calcinados en el incendio de Urumqi el viernes 25 de noviembre, cuando el fuego devoró un edificio con personas adentros que el partido comunista había encerrado por tener covid.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian dijo que el incendio de Urumqi se debía a una conspiración occidental: “Motivos ocultos”, dijo Lijian.
Lo cierto es que los mercados bursátiles chinos y el yuan trabajan a la baja, aunque el gobierno está, “haciendo ajustes basados en las realidades sobre el terreno”, explicó el Portavoz de Relaciones Exteriores.
Sin embargo, cuando la prensa acreditada en Pekín preguntó por las protestas que piden la renuncia de Xi Jinping, Zhao Lijian dijo: “No estamos al tanto de esa situación, la práctica ha demostrado que nuestra política covid cero puede resistir la prueba de la historia”.
Mucho abuso acumulado sobre sus espaldas
“Ninguno de los líderes chinos ha sido moderado. Ninguno de ellos ha sido gente agradable, y todos ellos han estado preparados para matar gente. Eso fue lo que se necesitó para permanecer en el poder”, dijo este 2 de diciembre del 2022 a The Epoch Times, Newt Gingrich, ex-presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
“Los líderes del Partido Comunista Chino ( PCCh ) no tienen escrúpulos en matar para preservar el poder», agregó Gingrich al reflexionar sobre la reciente muerte del exlíder chino Jiang Zemin.
Jiang Zemin, hijo de un literato colaborador del ejército japonés de ocupación en los años treinta y cuarenta, fue quien ordenó en 1999 la persecución a practicantes de Falun Gong, una disciplina espiritual basada en los principios de Verdad Benevolencia Tolerancia
Desde hace 23 años, estos creyentes son perseguidos por su fe; muchos de ellos fueron asesinados y sus órganos usados por el partido comunita chino para su industria de trasplantes.
Para Gringich, Jiang Zemin vio como una “amenaza” que muchos chinos volvieran a creer en lo divino: “Creer en otra cosa que no fuera el estado, se convirtió en una amenaza para su poder, claramente la dictadura comunista llegó a la conclusión de que Falun Gong era una amenaza mortal porque representaba un centro alternativo de legitimidad”.
Gingrich conocía muy bien a Jiang Zemin pues lo recibió en 1997 en Washington y dijo sobre él: “Es un muy buen defensor del partido comunista chino”.
La muerte de Jiang Zemin transcurre dentro de las protestas anticomunismo que impulsa a los ciudadanos a salir a las calles pidiendo se detenga la política de cero covid.
“Estas son las primeras manifestaciones que puedo recordar, incluyendo la Plaza de Tiananmen, donde realmente hay personas que piden el reemplazo de la dictadura, y creo que es un cambio significativo”, dijo Gingrich.
“El grado en que todos los que están protestando actualmente corren el riesgo de que la dictadura los arreste y desaparezcan es enorme, y te dice el coraje y también la desesperación [de los manifestantes]”, dijo Gingrich, quien adelantó su decepción con Occidente por su falta de respaldo a las protestas: “Si crees en los derechos humanos, y crees en la legitimidad de las personas que se gobiernan a sí mismas y hablan y tienen derecho a la libertad de expresión, hay mucho por lo que responsabilizar a la dictadura comunista china y hay mucho por lo que responsabilizar a sus líderes”.
