En su discurso de septiembre de 2020 en la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), Xi Jinping aseguró que su país alcanzaría su punto máximo de emisiones de CO2 en 2030 (Agenda 2030), así mismo, mostró su voluntad de alcanzar la neutralidad de carbono en 2060.
Para socorrer a Xi Jinping ante el plenario de la ONU, llegó Li Yan, representante principal de Greenpeace en China, quién dijo: “Esta es una señal muy positiva durante un año desafiante para el medio ambiente, sobre todo por las devastadoras inundaciones en el sur de China, tifones y olas de calor sin precedentes”, comentó Li Yan.
“Adelantar el calendario de picos es una respuesta necesaria a la emergencia climática a la que nos enfrentamos, si China, considerada durante mucho tiempo como el mayor emisor del mundo puede comprometerse con la neutralidad del carbono, las justificaciones globales para retrasar la acción climática se desvanecerán”, dijo Yan.
Por su parte, Jennifer Morgan, Directora Ejecutiva de Greenpeace Internacional, dijo en la misma cita: “El compromiso de China con las emisiones de CO2 para 2030, y la neutralidad de carbono en 2060, envía una fuerte señal de que la crisis climática y la cooperación multilateral es central ante la sequía, los incendios, las inundaciones, y para construir un plan de acción global”, aseguró Morgan.
China conquista territorios en África a través de su Agenda Verde
The Global Times, un diario comunista chino, reseñó: “La 8va conferencia Ministerial del Foro de Cooperación China-África (FOCAC) del 2021, ha demostrado que China ayudará a paliar los efectos de los cambios meteorológicos de las últimas décadas”.
Y contó cómo lo hará Pekín: “China tendrá una participación en África a través de la implementación del programa, Gran Muralla Verde, que desplegará sobre África el Sistema de Observación de la Tierra de Alta Resolución de China (CHEOS), el Sistema de Navegación por Satélites BeiDou (BDS), así como la ubicación sobre ese continente del Sistema de satélites Fengyun”.
Sin embargo, la agenda secreta china sobre hidrocarburos desdice su política sobre cambio climático.
La economía China funciona con hidrocarburos, no con energía verde. Pekín manipula los precios de los hidrocarburos a nivel global, y es el principal mercado de estos aceites contaminantes.
Durante los Acuerdos de París y la 27 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en el Cairo (COP27), finalizada recientemente, Pekín aseguró que se construye el mayor parque eólico del mundo frente a las costas de la ciudad de Zhuanghe, provincia de Liaoning, con turbinas eólicas de 16 megavatios, que permitirán, para 2025, alcanzar los 16 gigavatios, pero esto es una ínfima cantidad, si comparamos los 661 mil gigavatios producidos en octubre con el uso de hidrocarburos.
Asimismo el partido comunista promociona al gigante de las baterías de litio, Contemporary Ampere Technology. Co. LTD, la primera fábrica del mundo de baterías sin carbonos, que ha dejado una huella climática devastadora por su tecnología del litio, un mineral explotado a cielo abierto en comunidades de países pobres donde Pekín procesa el litio 7, un isótopo radiactivo utilizado en la industria nuclear.
Según el Instituto Gatestone: “Los Acuerdos de París le dieron a China un viaje de carbono gratis a corto plazo, porque la realidad es que China es el máximo contaminador mundial, sus emisiones de gases efecto invernadero aumentan rápidamente”.
Un estudio publicado por la revista, The Lancet en 2020, demostró que “China es responsable del 24% de todas las emisiones de carbono globales, allí murieron por la contaminación en 2017, 1,24 millones de ciudadanos”.
Bloomberg informó el 3 de noviembre del 2022 que, tras un análisis de Global Energy Monitor, China Energy Investment Corp, Jinneng Science and Technology Group, China National Petroleum Corporation y otras siete compañías del Gigante Asiático son responsables de casi la mitad del metano que se expulsa a la atmósfera.
Breitbart aseguró que, Our World in Data, de la Universidad de Oxford, denunció: “La China comunista ha emitido más dióxido de carbono en los últimos 8 años a la atmósfera que Reino Unido desde el comienzo de la Revolución Industrial, un 14 % de todas las emisiones a lo largo de la historia son de Pekín”.
La palabra clave para comprender la agenda de China es: suministro estable de petróleo a bajo costo. Para ello ha importado desde Rusia 400 mil millones de dólares en compras de gas en 2014 hasta 2025, otro acuerdo hasta 2025, de 270 mil millones de dólares en compras de petróleo desde el 2015, y este año 2022, un segundo acuerdo con Moscú por 10 mil millones de metros cúbicos de gas durante 25 años, y otro acuerdo para la compra de carbón a Rusia por 100 millones de toneladas de este mineral.
