Los cubanos que tengan planeado viajar a Uruguay enfrentarán mayores trabas en el proceso, a raíz de varias medidas enfocadas al control migratorio que ha tomado en las últimas semanas el gobierno de esa pequeña nación sudamericana.
El más reciente requisito de entrada a Uruguay contempla la presentación obligatoria de un seguro médico para todos los visitantes, incluidos los que tengan como propósito una breve estancia turística.
El presidente Luis Lacalle Pou firmó un decreto en el que indica que “todas las personas extranjeras que quieran ingresar al país por cualquier medio aéreo, marítimo o terrestre, deberán contar con cobertura de salud o seguro médico”.
El objetivo del poder ejecutivo es detener el flujo de gastos médicos que los extranjeros le ocasionan al sistema de salud pública, sin aportar dinero. Hasta el momento, cuando un extranjero llegaba a Uruguay y tenía algún problema de salud, era atendido por los servicios de ASSE, lo que generaba un costo promedio de 1.500 dólares por día, según revelan fuentes locales.
En este caso particular se encuentran los migrantes que entraban al país desde la frontera con Brasil. Muchos cubanos tomaban ese camino, que incluía un desplazamiento irregular por el territorio brasileño; pero ahora deben mostrar un seguro médico para poder entrar a Uruguay.
En Cuba, se puede contratar un seguro médico a través de una empresa estatal con sede en el Centro de Negocios de Miramar, en La Habana. Para ello, el solicitante debe mostrar pasajes de ida y regreso.
Los cubanos que planean llegar a Uruguay, lo hacen viajando hasta Guyana y desde allí inician un recorrido terrestre por Brasil, por lo tanto, no tienen reserva de pases aéreos a Montevideo.
En semanas recientes, la administración de Lacalle Pou también tomó otras medidas para restringir el flujo migratorio. Ahora todos los extranjeros que pidan asilo en la frontera uruguaya tienen que presentar cuños oficiales de Brasil, emitidos por el personal de aduana cuando entraron y salieron del territorio brasileño.
Con la medida aseguran que ninguno de los ciudadanos extranjeros, incluidos los cubanos, que piden asilo en la frontera hayan pasado de forma irregular por Brasil, trasladando así el problema del flujo migratorio a las autoridades del gigante sudamericano.
Otro punto a destacar del decreto presidencial es que se derogaron las demás disposiciones sanitarias que suponían “exigencias de ingreso” y que habían sido dictadas en el marco de la emergencia sanitaria, como las pruebas negativas al COVID-19 y los esquemas de vacunación.
