Un robo cometido la pasada semana en la oficina de Correos de Tejar y 14, ubicada en la barriada de Lawton, La Habana, dejó sin su exigua pensión a los jubilados residentes de esa localidad capitalina.
Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del lunes 30 de enero, y según explicaciones de una empleada del local, “Se lo llevaron todo: el dinero, los sellos y hasta el teléfono”, por lo que los ancianos que contaban con la escasa paga tendrán que esperar a que sea repuesta, algo que no se sabe cuándo va a pasar.
Según refiere el diario independiente 14ymedio, los pensionistas trataron de comunicarse durante varios días con la mencionada oficina, sin que tuvieran una respuesta a sus llamados telefónicos, lo cual descubrieron que se debía a que el ladrón también se había llevado el aparato del local.
Del mismo modo, una fuente del sitio digital asegura que, tras la visita de los agentes de Trasval, empresa encargada del traslado y abastecimiento de efectivo en tiendas, oficinas y bancos en Cuba, se le comunicó a la empleada del establecimiento que aún no se habían tomado medidas para reponer el dinero, por lo que los afectados se quedarán este mes sin su estipendio.
Debido a que las autoridades locales no han ofrecido detalles sobre el asunto, muchos especulan que el ladrón tiene que estar en complot con uno de los trabajadores de la oficina, pues no solo conocían el día en el que se depositó el dinero, sino que tampoco había muestras de que hubiesen forzado ninguna entrada.
“La cerradura está intacta y tampoco la ha cambiado nadie hace poco”, “Es un autorrobo”, aseguran algunos afectados, quienes analizan que no solo se llevaron su dinero, sino que los sellos robados pueden ser vendidos por un valor de 600 pesos cada uno, teniendo ahí una buena tajada.
El propio régimen ha reconocido que el monto que ofrece a los pensionistas es insuficiente ante el elevado costo de vida imperante en la Mayor de las Antillas, donde un paquete de leche puede costar 1.200 pesos y un litro de aceite 900.
El complicado entramado burocrático del país, dificulta el cobro de las chequeras en otra oficina que no sea en la que están enclavados los “beneficiarios”, por lo que las personas afectadas con este robo en Lawton se preguntan cómo pasarán todo un mes sin dinero, sin comida y sin esperanzas de una pronta solución.