Si tu meta es poner orden en tus finanzas personales y tener capital disponible para ahorrar e invertir, debes comenzar por tener claro cuáles son tus ingresos y cuáles son tus gastos fijos y variables.
De esta manera sabrás cuál es tu disponibilidad, dónde tienes que poner el foco para reducir gastos que no son necesarios y cómo manejar tu dinero de manera responsable. En este artículo te explicamos cómo puedes lograrlo si controlas tus gastos recurrentes.
¿Qué son los gastos fijos?
Cuando hablamos de gastos fijos nos referimos a aquellos desembolsos que, de forma obligatoria, debemos cubrir o saldar mes a mes para no contraer problemas legales por falta de pago o afectar nuestra calidad de vida.
Conocer bien cuáles son las obligaciones que no puedes evadir y diferenciarlos de otro tipo de gastos te dará mayor control sobre tus finanzas, por eso te presentamos estos ejemplos:
Renta o hipoteca: este seguramente ocupa el primer lugar de tu lista de gastos fijos. Lo ideal es que este monto no supere el 30 % o 35 % de tus ingresos fijos mensuales.
Educación: en este caso pueden ser gastos de tus formaciones o la colegiatura de tus hijos. Este gasto también es primordial.
Seguros: representan un gasto alto, pero te ahorrarás mucho más si ocurre algún imprevisto y no tienes al día tus seguros (médico o de tu coche, por ejemplo).
Préstamos: pueden ser algunas obligaciones que hayas adquirido y que demande el pago de una cuota mensual fija o bien el pago de tus tarjetas de crédito.
Teléfono e Internet: hoy en día estos dos elementos son imprescindibles para comunicarnos. Lo ideal es que adquieras planes que puedas cubrir sin desajustar tus finanzas.
Alimentos: los precios de los alimentos pueden variar, pero puedes establecer en tu presupuesto con cuánto dispones para este gasto al mes. Una buena opción para ahorrar en este ítem es programar un menú semanal que te ayude a administrar tu despensa y no gastar demás.
Algunos servicios también podrían contemplarse como gastos fijos, entre ellos la electricidad, expensas y el agua; sin embargo, a veces estos ítem entran en la lista de variables porque dependen del consumo que hagamos en el mes.
¿Qué son los gastos variables?
Cuando analizamos los tipos de gastos, no podemos dejar por fuera los de carácter variable, porque son clave en el control (o descontrol) de nuestras finanzas personales.
Los gastos variables son aquellos que cambian mensualmente, por lo que puedes estimarlos, pero no asegurar cuánto será el desembolso que tienes que hacer. Una de sus características es que pueden reducirse o aumentarse según cómo esté nuestra economía.
Ventajas de llevar un control de tus gastos fijos
El orden de tus finanzas personales te hará administrar de una mejor manera tus ingresos fijos e ingresos variables, además:
Evita que caigas en gastos innecesarios que solo afectan tu economía, como el llamado gasto hormiga.
Puedes prepararte mejor ante imprevistos, porque contarás con un fondo de emergencia para ello.
Logras establecer metas financieras a largo plazo al saber con cuánto capital dispones mes a mes para el ahorro o la inversión.
Puedes ajustar los gastos de manera responsable de acuerdo a tus ingresos.
Tips para ahorrar en tus gastos fijos
- Elabora un presupuesto
Haz una lista de tus ingresos fijos e ingresos variables. En una fila anota los gastos tanto fijos como variables que tienes mes a mes y en otra, tus créditos o deudas. En este ebook gratuito te enseñamos a hacerlo paso a paso y te damos una fórmula para saber si manejas bien tu dinero.
- Elimina o reduce los gastos innecesarios
Si luego de hacer el presupuesto te das cuenta que mucho de tus ingresos se va en gastos que no son primordiales, haz un plan para reducirlos; empieza recortando el gasto hormiga. También puedes ahorrar en servicios haciendo un consumo más responsable.
Evita endeudarte
Para asumir una deuda debes tener capacidad de pago y si tu presupuesto te muestra que estás en lo justo, lo mejor es evitar las deudas. Lleva siempre un seguimiento de tus obligaciones.
Compara tarifas de servicios y elige la que más te convenga
Haz un estudio comparativo de algunas empresas de servicios, negocia con ellas y elige la tarifa que más te convenga según tus ingresos.