La cubana será una de las economías de peor desempeño de toda la región en 2023, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que redujo a la mitad la proyección oficial sobre el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB).
El organismo de las Naciones Unidas estimó que el PIB cubano será de 1.5% en 2023, sin embargo, el ministro Alejandro Gil Fernández dijo hace unos días en la Asamblea Nacional del Poder Popular que las estimaciones del Ministerio de Economía y Planificación situaban el crecimiento en un 3%.
Lo curioso del caso es que la CEPAL hace sus cálculos con los mismos datos que tiene el régimen castrista, pues no existen instituciones independientes en la Isla a las que se le pueda consultar.
De acuerdo con la CEPAL, la región está inmersa en un “contexto de incertidumbres externas y restricciones internas”, por los cual en su conjunto los países “crecerán un 3.7% en 2022, poco más de la mitad de la tasa del 6.7% registrada en 2021. Se estima que en 2023 se profundice la desaceleración del crecimiento económico y se alcance una tasa del 1.3%”.
El conjunto de los datos, de 2014 a 2023, representan un peor escenario que el que se vivió en América Latina y el Caribe durante la década de 1980, catalogada posteriormente por los especialistas como “la década perdida”.
El informe del organismo, presentado este jueves en Santiago de Chile, indica que existe un “agotamiento del efecto rebote en la recuperación de 2021 y, por otra parte, los efectos de las políticas monetarias restrictivas, mayores limitaciones del gasto fiscal, menores niveles de consumo e inversión y el deterioro del contexto externo”.
La inflación a nivel mundial tiene un particular efecto negativo en los países latinoamericanos y caribeños, pues “las respuestas de política monetaria adoptadas a nivel mundial, en un contexto de aumento en la inflación global, han provocado incrementos en la volatilidad financiera y en los niveles de aversión al riesgo y, por tanto, han inducido menores flujos de capital hacia economías emergentes”.
La CEPAL acostumbra a ir haciendo ajuste en sus previsiones en la medida que avanzan los meses. A inicio de 2022 predijo que el PIB cubano sería de 4% al finalizar el año; sin embargo, corrió a la baja en par de ocasiones.
Finalmente, el gobierno cubano terminó por reconocer que el crecimiento económico en 2022 sería solo de 1.5%, en lugar de cifras más alentadoras pronosticadas por el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, cuya formación académica es una ingeniería en Explotación del Transporte.
