Los inversores de todo el mundo han estado tratando de ajustar sus carteras para hacer frente a las grandes subidas de tipos de interés de la Reserva Federal, el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y otros bancos centrales este año. Pero Warren Buffett no tiene motivos para preocuparse.
Parece que el Oráculo de Omaha tendrá la última risa este año. Las acciones de Berkshire Hathaway de Buffett subieron alrededor de un 5,5 % en 2022. El S&P 500 ha caído más de un 15 %.
A Buffett le ha ayudado el hecho de que Berkshire tiene una gran participación en la compañía petrolera Chevron, que es la mejor acción del Dow este año con una ganancia de casi el 50%. Berkshire también posee una gran parte de Occidental Petroleum, que se ha más que duplicado, lo que la convierte en la mayor ganadora del S&P 500.
Las existencias de petróleo se han disparado gracias al aumento de los precios del crudo.
La afinidad de Buffett por las acciones de consumo aburridas también le ha servido bien en 2022. Berkshire tiene grandes participaciones en Coca-Cola y Kraft Heinz, que han subido alrededor de un 10% cada una este año.
Berkshire Hathaway, un conglomerado masivo que posee compañías que van desde Geico y el ferrocarril Burlington Northern Santa Fe hasta marcas de consumo como Dairy Queen, Fruit of the Loom y Duracell, también se ha mantenido relativamente bien durante un año tumultuoso para la economía y los mercados.
La compañía registró una pérdida neta durante los primeros tres trimestres de 2022 debido a la caída en el valor de otras inversiones importantes como Apple, Bank of America y otras acciones financieras, pero las unidades comerciales reales de Berkshire Hathaway están funcionando bien.
Las ganancias operativas de Berkshire Hathaway, la medida que tanto Buffett como los analistas de Wall Street prefieren usar como indicador de la salud de la compañía, aumentaron casi un 20%, a $24,100 millones, durante los primeros nueve meses del año.
¿Pueden Buffett y Berkshire volver a hacerlo en 2023?
Se avecinan más desafíos a medida que los precios del petróleo se hunden y la inflación alcanza su punto máximo. Eso podría perjudicar los enormes negocios de energía y servicios públicos de Berkshire. Las tasas de interés más altas también podrían seguir afectando las inversiones bancarias de Berkshire.
Los inversores también buscarán que los lugartenientes de Buffett sean más públicos sobre cómo planean dirigir la empresa en un eventual mundo posterior a Buffett. Buffett cumple 93 años el próximo agosto, mientras que el vicepresidente de Berkshire y confidente de Buffett desde hace mucho tiempo, Charlie Munger, celebrará su 99 cumpleaños el día de Año Nuevo.
Así que es justo preguntarse cuánto tiempo más durará el espectáculo de Warren y Charlie. Afortunadamente, para los inversores de Berkshire, existe un plan de sucesión. El vicepresidente Greg Abel eventualmente se convertirá en el director ejecutivo de Berkshire, mientras que los gurús de las inversiones de Buffett, Ted Weschler y Todd Combs, administrarán la cartera.
