El 68% de las 181 micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) de Camagüey están en riesgo de quiebra al ser improductivas tras más de un año de haber iniciado el proceso de constitución de estas nuevas formas de propiedad que permitió el régimen castrista.
De acuerdo con declaraciones al diario oficialista Adelante de Denise López Fernández, uncionaria de la dirección provincial de Economía y Planificación, estas empresas les ha tocado transitar por un desfavorable escenario económico.
Las Mipymes cubanas “de nueva creación deben acondicionar locales, buscar quienes les provean de los recursos, porque la trazabilidad impuesta como una empresa no les permite, por ejemplo, buscar la harina en la calle, y muchos han tenido que importarla”, señaló López Fernández.
La funcionaria reconoció que la “principal vía de obtención de materias primas, tecnologías y recursos son las importaciones” y muchas de estas deben realizarla en Moneda Libremente Convertible (MLC).
En Camagüey han adoptado un procedimiento informático a través de una plataforma digital para que transiten todos los datos del expediente de la Mipymes donde en los municipios y la provincia no intervienen funcionarios. Todo se revisa y aprueba en el nivel central, en La Habana.
Sobre este tema, Adelante refleja que para ese nivel de informatización “no todos están preparados, ni siquiera en las direcciones municipales tienen creadas las condiciones para ayudar a los interesados”.
Por lo tanto, hay inconformidades en los emprendedores cubanos. Entre ellas destacan “la dilación de la aprobación y las limitaciones a aquellas de tipo profesional. Aquí vienen con muy buenas ideas, pero o las prohíbe el Decreto 49, o el calificador nacional de actividades económicas, o no pueden realizar el comercio exterior directo.
Lo anterior es una prueba que las fuerzas productivas cubanas siguen atadas a la burocracia y los caprichos del poder central dominados por el Partido Comunista (PCC) que no piensa ceder el control económico, ya que a la larga significaría perder el dominio político.