El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, endurecerá la entrega de la condición de refugiados políticos a migrantes, incluidos los ciudadanos de Cuba, a partir de 2023. Sin embargo, fomentará la entrega de permisos de trabajo durante un proceso de regularización que durará un año.
Atendiendo a que la mayoría de peticiones de refugio son de ciudadanos de Venezuela, Nicaragua y Cuba, en marzo de 2023 surgirá una categoría especial para estos migrantes.
El proyecto tendrá vigencia de un año, pero también se podrán acoger al mismo los migrantes que tengan pendiente una solicitud de refugio planteada entre enero de 2010 y el 30 de septiembre de 2022 o a quienes se les haya denegado, a fin de que desistan de la protección de tipo político y puedan regularizar su permanencia en el país mediante estatus laboral.
Desde el 2018, Costa Rica ha recibido más de 222.000 peticiones de refugio, la mayoría de ellos de ciudadanos de Venezuela, Nicaragua y Cuba.
De acuerdo con el presidente tico, Rodrigo Chaves, “a veces la gente abusa de la generosidad. Teníamos un portillo abierto en que migrantes económicos se hacían pasar por ese tipo de personas que merecen refugio de tipo político, para poder trabajar en el país”.
Ahora el objetivo es reducir las crecientes solicitudes de ese estatus.
A partir del primero de enero de 2023, entrará en vigor la nueva política que contempla rechazar peticiones de refugio cuando los migrantes tengan más de un mes en Costa Rica, prohibir la salida del país a estos solicitantes, y cuando tengan el permiso para trabajar se obligará al extranjero a tener en regla sus cotizaciones a la Seguridad Social cuando solicite renovar su permiso de trabajo.
Sin embargo, el punto más importante del nuevo decreto, que será implementado por el ministerio de Seguridad, es la negación del refugio político en automático para aquellos migrantes que lo soliciten si antes estuvieron en países considerados seguros.
La información no precisa cuáles son esas naciones que Costa Rica considera “seguras”. No obstante, si el migrante salió de su país de origen huyendo de persecuciones políticas u otra discriminación, pero antes de llegar a territorio tico cruzó por otro “país seguro”, será suficiente para que los oficiales de migración nieguen el refugio, considerando que podrían haber hecho su petición en esa nación.
