La administración demócrata de Joe Biden prepara nuevas reformas para sustituir al Título 42, que un juez federal ordenó anular, y que permitía la deportación exprés de los migrantes que llegaban a territorio estadounidense desde México.
De acuerdo con declaraciones a varios medios de prensa del subsecretario interino de Política Fronteriza e Inmigración en el Departamento de Seguridad Nacional, Blas Nuñez-Neto, en la actualidad la política del Título 42, implantada desde la administración de Donald Trump, sigue vigente, pero “estamos activando nuestro esquema donde se procesará a los individuos y a los grupos de familias que tratan de cruzar la frontera, bajo nuestras autoridades legales de inmigración”.
En ese sentido, aclaró que las nuevas reformas también van encaminadas a castigar la inmigración ilegal. “Se basan en el Título 8 – norma que se aplicaba antes de marzo del 2020-, nuestras leyes son autoridades bien establecidas que tienen consecuencias importantes para la gente que cruza ilegalmente en la frontera”.
Sin embargo, hasta tanto no entren en vigor las nuevas leyes bajo el Título 42 las autoridades migratorias de EEUU “continúa expulsando a los adultos y sus familiares que intentan cruzar la frontera ilegalmente”.
Dicha normativa sanitaria fue diseñada para expulsar del territorio estadounidense a los migrantes en medio de la compleja situación con la pandemia del coronavirus. Sin embargo, ha continuado vigente a pesar de la ostensible mejoría de las condiciones sanitarias.
Pero la semana pasada un juez federal concedió cinco semanas al gobierno de Biden para que el Departamento de Seguridad Nacional ponga fin a la normativa considerada como ilegal.
El Título 8 permite a los migrantes solicitar asilo en los puertos de entrada sin tener que esperar la respuesta al procedimiento desde México. No obstante, da la potestad al gobierno para deportar e incluso imponer penalidades a quienes no cumplan con los requisitos y sean considerados inadmisibles.
De acuerdo con Nuñez-Neto, para el cumplimiento de las normativas el Departamento de Seguridad Nacional dispone de “más de 23.000 agentes en la frontera y hemos incrementado significativamente nuestra capacidad de detención para poder transportar a los migrantes y deportarlos. EEUU y México mantienen una frontera terrestre de más de tres mil kilómetros.
El funcionario también recordó que la administración demócrata ya llegó a un acuerdo con las autoridades cubanas para comenzar los vuelos de repatriación de los ciudadanos cubanos que llegan a las fronteras y son inadmisibles.
Mismas conversaciones se llevan a cabo con el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela para deportar a los venezolanos a terceros países.
