¿Qué está pasando con la Corporación CIMEX?
He recibido al menos cinco denuncias de diferentes provincias sobre el caos en CIMEX. Ayer o antier, publiqué un tweet sobre un caso en Matanzas, y ya tengo suficiente peso para hacerlo público.
Esta denuncia me llegó anoche:
«Buenas noches, Manuel. Tengo una información que quisiera que usted verificara. Sucede que, al parecer, un virus o una acción deliberada borró la base de datos de la Corporación CIMEX con información de los últimos 30 años. Esto afecta tanto que ni siquiera pueden recargar las tarjetas de combustible, y las ventas en las tiendas se están haciendo manualmente porque el sistema está caído. Toda la red está inoperativa. Esta información viene de los propios trabajadores de CIMEX, pero parece que no quieren que se sepa.»
Están haciendo inventarios a toda prisa porque no saben ni lo que tienen en los almacenes, ni en las tiendas, ni cuánto combustible hay en los CUPET. Además, están supervisando con miembros de la Seguridad del Estado y con estudiantes de la juventud, de la FEU y la FEEM, porque no confían en los trabajadores. Lógico, ¿no? Yo trabajo en una de esas tiendas y, cuando el sistema se cayó, lo único que dijeron fue: ‘Se cayó la tienda’. Manuel, esto está arrasado.
Hoy, si eres trabajador de CIMEX o de una tienda, arrasa con todo lo que encuentres. Si trabajas en un CUPET, llévate los tanques de combustible. Después veremos dónde esconderlos, pero ahora, simplemente llévatelo todo.
¿Por qué? Porque ellos no tienen sistema para comprobarlo. No hay inventarios, ni registros, ni escandallos para cuadrar existencias. No hay forma de saber cuánto se vendió ni cuánto hay.
- Si eres almacenero: llévatelo todo.
- Si eres despachador: llévatelo todo.
- Si eres dependiente de tienda: vende todo en efectivo, rompe el papelito de las ventas manuales, y llévate el dinero.
Ellos no saben nada. No te pueden reclamar nada porque no tienen cómo comprobarlo.
Si te atrapan, di que fui yo quien te dijo que lo hicieras. Señálame. Que me metan más años en sus tribunales delincuentes, esos que solo sirven a una dictadura terrorista. Hazlo, y si tienes que dar explicaciones, di: “Vi un video de Milanés que me dijo que lo hiciera.”
Esto no es una propuesta. Es una orden. Este es tu momento. Están ciegos. No saben qué hay ni qué deben.
Desde Matanzas me llega otra denuncia: la Corporación CIMEX no existe. Todo está borrado: contratos, inventarios, sistemas. No hay forma de saber quién compró, quién debe o cuánto hay.
Si le compraste algo a CIMEX y aún no has pagado, olvídalo. No pagues. No tienen forma de comprobarlo. Si aún guardas la factura, rómpela. No seas bobo. Este es el momento de quedarte con todo.
CIMEX era una corporación de Fidel Castro, pero tras su muerte, Raúl Castro se la robó a la familia y la puso debajo de GAESA. Ahora, el caos es total.
No hay mejor momento para arañar a la tiranía donde más le duele: el bolsillo. Porque si hay algo que no pueden recuperar es lo que les falta de control.
Yo conozco esa historia desde los tiempos del Gordo Bencomo, aquel que se empachaba de lasañas que le vendía Zapor. Era médico, presidente de CIMEX, el hombre del prólogo, y el que conocía el patio trasero de Fidel. Sí, el mismo Gordo Bencomo. Médico, fundador y presidente de CIMEX, con todo el poderío reportando directamente a Fidel Castro.
Pero todo cambió cuando Fidel cayó en desgracia, lo aislaron y lo dejaron escribiendo libros con Tony. Desde ese momento, GAESA y Luis Alberto pusieron los ojos en CIMEX y le quitaron todos los negocios a la familia de Fidel. Lo dejaron allá, en Punto Cero, haciendo inventos: clavos pulidos, organopónicos, flores, narcotráfico, y quién sabe qué más.
Hoy, CIMEX, CUPET, las tarjetas, las tiendas… todo lo que era de CIMEX, ahora pertenece a GAESA. Este es tu momento. Si trabajas en CIMEX, hazlo ahora. Ellos están ciegos. Este es el momento de darles donde más les duele: en el bolsillo. Llévatelo todo.
Aquí va un tip: ellos no saben manejar las mermas. Sal a la calle y compra todo lo roto que encuentres.
- ¿Ventiladores dañados? Compra.
- ¿Lavadoras viejas? Compra.
- ¿Televisores que no funcionan? Compra.
Eso sí, ten cuidado. Tiene que ser la misma marca que venden en las tiendas (no te pongas a meter una lavadora rusa en el inventario porque te van a descubrir). Compra LG, o cualquiera de las marcas chinas que ellos tienen. Al vecino, al amigo: “Eso no sirve, dámelo.”
Llévate todo lo viejo a la tienda, regístralo como merma, y saca todo lo nuevo. Véndelo afuera.
¿No tienes dinero? Te la pongo más fácil: cámbiale uno nuevo por uno viejo al vecino. Hermano, ¿tienes un ventilador que no sirve? Dame el tuyo, yo te traigo uno nuevo y te cobro la diferencia. Este es tu momento.
Ellos no pueden reconstruir 30 años de sistema en dos días. Ni siquiera podían manejar el inventario con el sistema que tenían actualizado. Imagínate ahora, sin nada.
Esto no es solo un arañazo: es el momento de reventarlos, de hacerles una herida que los desangre donde más les duele: el billete.
Párate afuera en un almendrón y saca un «boyo» de peso (un burto, para los que no saben). Así hacía yo. Este es tu momento.
No estoy diciendo malas palabras, vamos a hablar claro, como en Cuba: sácate el burto de peso, la paqueta, el ladrillo.Ponlo a contar afuera. Ese almacenero no va a poder con eso. Va a salir sudando y preguntándote: “Dime, ¿qué tú quieres que yo haga? Imposible que tú te pares aquí con tanto dinero. ¿Qué te vendo?”
No tienen sistema, no saben nada, están ciegos, desnudos, con las luces apagadas y contra la pared. Este es el momento de enviar este mensaje a todo el mundo:
- A los vecinos de CIMEX.
- A los auditores de CIMEX.
- A los inspectores que están donde quiera que haya CIMEX.
- A los que le deben dinero a CIMEX.
- Hasta a la jevita del jevito que trabaja en CIMEX.
Que todo el que tenga algo que ver con ellos lo sepa: esto no es robo, es compensación.
Ellos han acumulado el dinero de todos nosotros durante años. Y no solo eso: le ponen un margen comercial de 240%. ¡240% de descaro! Ahora resulta que nosotros no podemos «dar la luz».
No es para comer solo, Cano, ¡no se come solo! Deja que los demás coman también. Este no es el momento de reventarte tú solo. Haz que los demás se llenen las manos.
Si esto fue un hackeo, felicidades a quien lo hizo. Y si se hackearon ellos mismos, no los felicito porque siguen siendo tiranos y cómplices, pero me alegra que entre ellos mismos se roben.
¿Si fue que se les cayó el sistema porque no compraron un antivirus? Muy bien, caído está. Eso les pasa por tacaños, delincuentes y descarados.
Sea un ataque, un robo interno o un descuido, este es el momento de compensar.
CIMEX solía decirlo en aquellas latas de refresco: “Lo mío primero.” Pues ahora, esto es lo mío. Llévatelo todo.
MANUEL MILANES Consejo Para la Guerra Anticomunista CPGA