El Gil fuera del juego ¿Qué va a pasar ahora?
Ahora llegamos al punto esperado: el famoso “movimiento de cuadros”. Incluye a varios funcionarios que, como dicen, “le dieron agua al dominó”.
- Entre ellos: Alejandro Gil Fernández, el “barroso” Pérez Montoya, y Manuel Santiago Sobrino Martínez.
Por su jerarquía, imagino que ya sepan que este teléfono es mío. Si no responden, quizás es porque está dando timbre, pero igual lo comparto con ustedes. Puede que conozcan mi número, pero tal vez no el de ustedes.
Johana Odriozola Guitart, viceministra del Ministerio de Economía y Planificación del ya extinto Alejandro Gil, atendía también las MIPYMES y era muy cercana a él. Con la noticia de su destitución, puso un twitt diciendo: “Fue un privilegio trabajar con Alejandro Gil, siempre dispuesto a escuchar y dar participación a todos en el Ministerio de Economía y Planificación. Éxito en sus nuevas tareas”.
Johana, no sé si ponerte “viceministra” o “exviceministra”. ¿Qué crees? ¿Te quedas o te vas? ¿Estás pidiendo clemencia al nuevo ministro para que no te quite? ¿O ya te mandaste a hacer el pijama? Porque si no, la que sigue detrás eres tú. Quizás te vayas con Gil a ese puesto que le inventaron en un instituto de MIPYMES, o tal vez sigas rogándole: “No me dejes atrás, Gil, yo soy tuya”. Todo eso lo sabremos en las próximas horas o días.
Una cosa te dejo clara: la tiranía para la que trabajas y de la que eres cómplice es autodestructiva. Gira sobre su propio eje y acaba triturando a todos los que la siguen, como le pasó a Gil, y como te pasará a ti. Y no olvides: los crímenes que cometen no prescriben. Lo sabes bien, porque eres abogada. Prepárate para enfrentar la justicia de una Cuba libre.
Ahí te lo dejo, viceministra. Que disfrutes este recordatorio.
¿En serio, Johana? ¿Tan segura estás de que va a tener nuevas tareas? Quizás sí, porque le han creado un puestecito para mantenerlo bajo control. Así opera el sistema: lo sacan del foco, pero lo colocan en un lugar donde puedan vigilarlo. Lo mismo hicieron con otros: pusieron a Laje en un policlínico, a Felipito a reparar televisores en un tallercito, y a Murillo en Cuba Tabaco. Es el mismo mecanismo. No se trata de dejar que se vayan, como quien dice: “Este ahora se va para España con su hermana”. Eso no pasa. El sistema no funciona así. Yo no lo creo. Y si Gil se va para España, será para atender alguna misión de la tiranía, porque de la mafia no se sale tan fácil.
Ahora bien, demos la palabra a la diputada Ozola, viceministra de Economía y Planificación:
«El bloqueo económico, financiero y comercial de los Estados Unidos contra Cuba constituye el principal obstáculo para el desarrollo de nuestro país”.
Díganme, ¿qué dijo ahí el que sabe de economía? Explíquenme qué economía es esa. Vamos, díganme. Aquí mismo acabamos de decir, hace una hora, que ese bloqueo, ese supuesto bloqueo “criminal y absurdo”, no existe. Pero ahí lo tienen: para el que dice que ella es buena en lo suyo, ahí está su argumento. Lo único que sabe decir es que el bloqueo es el principal obstáculo para que la economía no vaya bien. ¡Por favor!
Ahora queremos poner en contexto lo que creemos que está pasando. En mi opinión, y por lo que veo, puedo concluir algo: no se lo dijeron a estos pobres infelices que quitaron ni a los que movieron. Se lo dijeron directamente a Díaz-Canel. Lo vimos en esa entrevista donde él se defendía diciendo que lo había hecho todo bien, que solo seguía la historia y el legado de Fidel, el ejemplo y el mandato de Raúl.
Sus intenciones, supuestamente, son buenas, pero ofende cuando alguien habla como si estuviera completamente ajeno a la realidad. Dice que no habla a título personal, sino en nombre del gobierno y del partido. Que cada día están atentos a cómo dar «un poquito más» a la población, a cómo perfeccionar el sistema. Pero, ¿perfeccionar qué? ¿La miseria?
Admiten que se equivocan, sí, pero luego se justifican. Y para los que dicen que son neoliberales, se defienden diciendo: “Mira, mira, míralo. Nos están acusando de neoliberales, pero no, eso no es cierto. Míralo bien, se están equivocando”.
Después de eso, vemos cómo empiezan a temer. Lo notamos en sus huesos. Desde que llamaron a rendir cuentas, comenzó el miedo. Y eso es lo que yo creo que está pasando. Más adelante, en otra intervención, Gil y otros salieron a defenderse en la mesa redonda:
«No somos neoliberales. Las medidas que hemos tomado no son de corte neoliberal. Estas decisiones son el resultado de un amplio proceso de consulta y análisis interno. El gobierno ha evaluado el funcionamiento de nuestras instituciones y nuestra economía. No somos neoliberales».
Pero nosotros, viendo todo esto, sabemos que algo anda mal. Hay presiones. Les están respirando en la nuca. Ya tienen el punto rojo en la frente, y lo íbamos comentando.
Luego vimos a Marrero en la Asamblea Nacional, soltando aquello de: «La culpa no es mía. Yo lo advertí. Esto no tiene que ver conmigo, pero hay que hacer esto y esto otro». Cuando escuchamos eso, olía a masacre. Olía a remeneo de mata.
Mientras tanto, ¿qué será de Gil? ¿La casita que le iban a dar? Ahora mismo debe estar en veremos. ¿Y Murillo? Habrá que ver dónde cae en este lío.
- Una de las polémicas que debemos definir de aquí a julio es esta: ¿desde dónde se debe conducir el sistema empresarial de este país? Porque, hoy por hoy, el rector del sistema, por así decirlo, es el Ministerio de Economía. Hay que sacar urgente eso del Ministerio de Economía para que, como dice Rita, se dedique a lo que realmente tiene que hacer.
¡Ay, mi madre! Yo no había visto este pedazo. ¡Le quitaron la cabeza al Gil! Yo no había visto esto. Oigan, ¡al Gil lo fulminaron! Se fue con Murillo. Ahora veremos si Gil quedó bien, si se arrodilló, pidió perdón, lloró y juró amor eterno. Tal vez juró lealtad incondicional, se cortó las venas y se hizo un tatuaje. Si hizo todo eso, quizás lo dejen en el nuevo instituto de mipymes, llevándose a su Team Gil incondicional, como Johana Odriozola. Eso lo veremos.
No lo van a cambiar solo porque nosotros lo digamos; ya eso está previsto. Ahora, si no hacen lo que esperamos y ponen a otro, entonces Gil se fue por los pies, igual que Murillo. Y no están hablando de él porque Murillo siempre fue presidente de todas las comisiones económicas, pero lo mandaron para Tabacuba. En Tabacuba, la Contraloría General le hizo una auditoría en todas las provincias. Todo eso lo denunciamos aquí, pero no han dado resultados de esa auditoría.
Si Murillo no va preso, irá directo al plan pijama. Ojo, irá a prisión sin internamiento; apúntenlo. Esto lo están haciendo a nivel institucional. Ya lo habían quitado de la presidencia de la comisión económica y lo mandaron a Tabacuba. ¿Quién estaba en Tabacuba? Pues el que pusieron ahí, lo mandaron para CIMEX. Nosotros hicimos un video sobre eso. ¡Busquen el video! Aquí explicamos quién mandaba en Tabacuba, quién organizaba los festivales de tabaco. Lo sacaron, lo mandaron para GAESA como vicepresidente, y metieron a Murillo en Tabacuba para reventarlo. Y encima le pusieron la auditoría de la Contraloría General.
Detectaron faltantes, desvíos, menos producción de tabaco, menos contratación. Espérense para la noticia de la demolición de Murillo. ¿Por qué? Porque le fallaron al generalato, les dieron confianza y terminaron reventando. Y no fue por la miseria del cubano, no porque el dólar está disparado, no por la vergüenza de que se lo digamos en su cara. ¡No! Es porque son incapaces de guiar el destino del cubano. 65 años de hambre y miseria lo demuestran.
Ahora vamos con el Tripa. Primero, George, ponte lo de los pescadores. Miren cómo denunciamos que el Tripa fue a rendirse ante los pescadores deportivos porque no había pescado. Escuchen esto:
«Para establecer acuerdos para la comercialización del pescado, prevaleciendo la venta directa al pueblo con precios asequibles y con total transparencia”.
Ya ganamos ese primer minuto. Lo que tenemos que reclamar ahora es el poder que todavía usurpan. Porque ya ganamos. Sí, ganamos la guerra, y este es un ejemplo. ¿Por qué digo que la guerra está ganada? Porque esto demuestra la rendición de un ministro ante la propiedad privada. La pesca deportiva, que todo el mundo sabe cómo era antes: perseguían a los pescadores, los sancionaban, y limitaban todo a sus reglas absurdas. Pero ahora tienen que recurrir a la propiedad privada porque no hay comida.
No minimicen el club deportivo: son pescadores privados, y su pesca no estatal está siendo catalogada como una solución para producir alimentos. Doblegados, eso es lo que están. El ministro no fue a negociar ni a hablar; fue a rendirse a los pies de la propiedad privada. Eso fue lo que hizo el ministro Tripa: suplicar que pesquen para ellos, pero directo para el pueblo.
Está bien, gobierno, no se metan, pero den comida. Den comida porque ustedes no son capaces de producirla. Esto es una exposición de lo que son: usurpadores del poder por la fuerza. Y un ministro lo demuestra pidiendo de favor que pesquen para ellos.
Por cierto, nosotros también les demostramos cuántas vacas habría que matar para los kilos de tripas que prometieron venderle a la población. ¡Den comida de una vez! Ahora, el que tiene tripa es porque hubo vaca. Si hubo vaca, ¿dónde está la carne? Todo eso lo dijimos en aquel video. Vamos ahora al tema de la tasa del dólar. Póntelo ahí, George:
- Si este fuera un gobierno neoliberal, hoy estarían cobrando por un litro de leche 125 pesos, porque el precio en el mercado mundial ronda los 50 centavos.
Ahí está, esa es la tasa oficial, ¡dicha por el ministro de Alimentación! Pero en la calle, el dólar está a 250 pesos, no a los 120 que dice Cadeca.
¿Qué pasó aquí? Gil te acaban de apuñalar tu tasa impuesta, ministro. El mismo ministro cambia dólares por la izquierda, porque él sabe que no da la cuenta. ¿Dónde está la lógica? Si un litro de leche cuesta 50 centavos en el mundo, y el dólar está a 250 pesos, ¿por qué dicen que un litro vale 125 pesos? Ahí lo tienen. Eso lo denunciamos, y lo vieron los generales.
Tienen a un tonto saliendo por la Mesa Redonda diciendo que «para el pueblo hay tripa». Sin pensar que el pueblo puede tener hambre, pero no es tonto. El pueblo sabe que las tripas vienen dentro de una vaca, y si hay tripa, ¿dónde está la carne?
Tienen a otro diciendo en el noticiero que tuvieron que ir a llorarle a unos pescadores para que sacaran 10 tilapias, porque el ministro de Alimentación no es capaz de producir alimentos. Otro tonto más, diciendo que el dólar está a 150 y no a 120 como dice Cadeca. Ese tonto, bastante duró. Bastante que no murió de una penosa enfermedad o que no se quedó sin frenos bajando una loma. Bastante que le perdonaron la vida.
Y así también pasó con la ministra de Ciencia y Tecnología. Aquí mismo, en esta plataforma, pusimos el audio de esa ministra en una reunión durante su visita a una provincia del interior. Dijo que había que aprender ruso, que había que aprender inglés. Ministra, ¿qué futuro le ve usted a este país cuando les dice eso a los científicos?
«Aprendan ruso e inglés», decía, porque aquí no hay futuro. Todo el mundo se va con sus hijos, y lo que queda es buscar cómo sobrevivir. Dijo que había que encontrar la manera de que la gente trabajara, aunque no tuviera titulación, de entrenar a los que no saben para que puedan hacerlo, porque ya no hay fuerza de trabajo.
Nos dijo que el inglés es importante para comunicarse, para no perderse en un aeropuerto, para traducir monografías. No necesitas un título, pero sí necesitas aprender. ¡Ahí lo tienen! La ministra lo dejó claro: el futuro no está aquí, hay que mirar afuera.
Esto lo pusimos en esta plataforma, y ellos lo vieron. Claro que lo vieron. Vieron cómo la ministra salía diciendo que los científicos tenían que aprender idiomas, porque ese era el futuro. ¿Ustedes creen que eso no se investiga? Claro que sí. Se abren expedientes, pero no te lo dicen.
Espérate, espérate. No podemos aceptar que una denuncia desde el exilio, hecha en una plataforma privada, quite y ponga ministros. Eso no lo van a permitir. Pero lo que sí tenemos es un tonto en el Ministerio de Alimentación, otro tonto en el Ministerio de Economía, y una ministra que está clara: sabe que no hay futuro en Cuba y lo dice abiertamente. Algo hay que hacer.
Por eso hay que poner en contexto lo que se ha dicho y lo que se ha denunciado. Todo esto ya se sabía. El caso de Gil, las tripas, los pescadores, la carne que nunca llega. Todo está conectado.
Tenemos como 15 videos de Gil contra Murillo y no sé cuántos más del duelo de Gil. Primero llamaron a Murillo por Gil, pero cuando Murillo ya no sostuvo su posición, se lo llevaron a él. Así funciona la tiranía: gira sobre su propio eje. Lo que nunca llega, eso sí, es a la familia.
Todo esto es cosmético, nada de esto convence a nadie. Cambiar cuatro, cinco, diez o veinte ministerios no va a traer prosperidad a Cuba. Es el mismo juego, ellos mismos dándose agua al dominó, haciendo enroques que no traen nada a la mesa del cubano.
El problema de Cuba radica en que no somos libres. La libertad en Cuba no será posible mientras no se elimine de raíz el comunismo, el totalitarismo y esa mafia que es la empresa criminal conjunta de los Castro. Mientras la familia Castro siga en el poder, mientras exista un solo partido político, mientras el Partido Comunista de Cuba siga siendo legal y legítimo —como dice el artículo 5 de la Constitución, que lo consagra como la «fuerza superior dirigente del Estado y la sociedad»—, no habrá cambios reales.
Mientras eso sea así, en Cuba siempre habrá presos políticos. Aunque liberen a algunos, tomarán a otros. En Cuba siempre habrá hambre. Aunque repartan, lo poco se acaba. En Cuba habrá miseria. Aunque regalen artículos, desaparecerán igual.
Lo único que va a haber en Cuba es deseo, esperanza, pero no de desarrollarse en el país, sino de escapar. De viajar. En Cuba no va a haber futuro. Así que hagan lo que hagan, esto es lo mismo. Nada cambió.
Simplemente, a Díaz-Canel lo sentaron en el cuarto de mando y le dijeron: «¿Qué hacemos contigo? ¿Te vas tú?» Y él respondió: «No, espérense, denme una oportunidad.» Como un delincuente negociando con las autoridades, entregó tres cabezas para saciar el hambre de los militares y demostrar su lealtad al poder.
Díaz-Canel no es más que el muñeco de el ventrílocuo de Raúl Castro, mueve su boca, le pone palabras y le dicta cada paso. Él simplemente dijo: «Si voy yo, se van ustedes.» Y a sus aliados les dejó claro: «Asuman su rol, porque si me llevan a mí, ustedes también se hunden.
MANUEL MILANES Consejo Para la Guerra Anticomunista CPGA