Miembro de la Tiranía revela en vivo la pobreza en Cuba.
El 12 de febrero denunciamos el invento del circo «Escuela al Campo» y llenarlo de personas ambulantes, caminantes. No, llenarlo de personas sin casa, llenarlo de personas en miseria, en extrema pobreza, abandonados por el comunismo. Bueno, pero el 19 de febrero no pudieron aguantar y tuvieron que hacer todo un programa de televisión para tratar de responder a esa denuncia. Bueno, eso creo yo; a lo mejor es casualidad.
En eso estamos aquí hoy: ¿es poder o casualidad? Esa es la pregunta hoy del programa. Si es casualidad, pues es una agradable casualidad; si es poder, hay que darle más duro. Hay que prepararse aún más, hay que denunciar más, hay que llamar más. Vamos a poner ahí este cuadrando la caja que nunca cuadra, que ellos le llaman vulnerabilidad en Cuba. Póntelo ahí, George.
– Yo pienso que, en Cuba, en cierta medida, ha funcionado como un eufemismo. Siempre se ha evitado hablar de pobreza; hay que decirlo. Es uno de los debates históricos tanto de la agenda pública cubana como de la academia en específico. Hablar de pobreza se ha evitado también por las características específicas de la manera en que se configuran esos procesos en Cuba, que no son como lo hablan otros países. Porque estamos hablando de un país que tiene una serie de políticas universales y derechos en salud y educación que generan un piso diferente en comparación con otros países.
Eso ha generado que otros términos se hayan ido priorizando y prefiriendo un poco porque el concepto de vulnerabilidad tiene en la sociedad una carga muy fuerte de adjudicación a la persona; como si fuera una cara muy fuerte de individualización. Quizás esto justifica por qué se prefieren otros términos. Yo, por ejemplo, he estado haciendo encuestas en barrios y me cuesta cuando voy a hacerle la pregunta a la persona sobre pobreza. O sea, uno identifica una vivienda, una familia que lógicamente está en una situación complicada para hacer una encuesta y evita ese tipo de situación por la fuerte carga que tiene: como decir «es culpa mía, soy pobre y es porque ya estoy en esa condición como persona».
El joven dice que se utiliza un eufemismo y que nunca se ha querido reconocer la pobreza. Ya ahí hay una muestra de pobreza, hasta en la forma de vestirse y de ir a la televisión, la televisión tiene un protocolo. Los programas tienen sus propias normas; incluso ir con una camisita de mangas cortas, si no eres deportista, ya es un símbolo de que no va muy bien la cosa. Pero vamos a dejar que sigan defendiéndose. Póntelo ahí, George:
– …puede existir o no un prejuicio, como crees tú, sino que son dos términos diferentes; es decir, no están nombrando ni refiriéndose a la misma situación: pobreza que es vulnerabilidad. ¿Cómo lo ven ustedes en este sentido? ¿Coinciden con Luis Emilio o tienen otra opinión?
– A ver, indudablemente son dos términos completamente diferentes. Alejándonos de la academia, no venimos aquí a dar conceptos teóricos.
– No estamos en la universidad.
– la gnoseología y la epistemología desbordan este programa.
– Aunque, sin duda, es un modo de aprender y también…
– …indudablemente contribuye y enriquece.
Bueno, ahí empieza una bronca porque este se le va a caer el proyecto. Déjate de muelas; eso de vulnerabilidad no cuela. Pero no vamos a meternos en la semántica ni en la hermenéutica; vamos a centrarnos en la realidad y a ver su concepto. Síguelo ahí, George:
-Nosotros hablamos de vulnerabilidad en un concepto amplio y flexible, tratando de socializar este término en el cual todos podemos ser vulnerables todas y todos. Lo que hoy para ti es vulnerable, para mí no lo es, y viceversa. Hoy tú no eres una mujer vulnerable y mañana puedes serlo; depende del riesgo.
– ¿Por qué? ¿Porque puedo ser vulnerable?
– Depende de la exposición a ese riesgo, sobre todo, influye el sustrato y el contexto, desde el bloqueo, el modelo económico que estamos rectificando, las escaseces en las diferentes esferas. Por ejemplo, en nuestra experiencia con los habitantes de la calle, que es un fenómeno ya a nivel nacional en la investigación y en los estudios que se han desarrollado, vemos las determinantes del individuo: cómo nace, cómo crece, cómo se educa, con quién se casa, con quién vive, en qué trabaja, cuál es su situación de salud… Todo esto influye muchísimo en el estado de vulnerabilidad del individuo. Creo que va más allá de un concepto que nos pueda convenir o no. Lo que es pobreza, es pobreza; la escasez es escasez y la vulnerabilidad es también otro concepto completamente distinto. Cuando hablamos de marginalidad, tenemos que entrar en un concepto fascinante: la auto marginalidad. Puedo tener una escasez relativa en un momento determinado que limite mi situación con una pobreza específica y no ser una persona vulnerable.
Ahí viene el problema de esta Agenda 2030, porque esto es un pichón de la ONU. Para que ustedes sepan, este hombre está defendiendo fondos de las Naciones Unidas destinados a la Agenda 2030, de la cual él es beneficiario con su proyecto que se quiere vender al mundo como sociedad civil y no gubernamental. Y dice que hay un bloqueo y que se está rectificando un proceso económico, pero este hombre está hablando de escasez y quiere desvincularla de la pobreza.
La escasez relativa, así como el sexo, es relativo. O, así como sentirse hombre, mujer, jirafa, camello o elefante; lo que tú quieras es relativo. Por la mañana eres hombre, por la tarde eres mujer y por la noche eres urraca y te levantaste por la mañana sintiéndote elefante porque eso es relativo: la relatividad. Vamos a seguir con los videos; después terminamos con esto.
– Se desempeña alemán y podemos estar debatiendo y usando el concepto de pobreza sin ningún tipo de problema. Yo me refería al discurso público. Hace años estudié temas de pobreza en Cuba. De hecho, en mi época, cuando yo estudié, la mayoría de las tesis que tocaban estos temas usaban más el concepto de pobreza y se discutía mucho usando ese concepto. Ahora sí se nota, y de hecho también se ha debatido mucho en el mundo académico que en el discurso público ha habido una reticencia a usar ese concepto, que no es lo mismo que en el discurso académico.
– ¿Y por qué crees tú que pasa esto?
– Yo más o menos explicaba que es un concepto que tiene una cierta carga; es un concepto que tiene su tratamiento científico en el mundo, en Cuba, etcétera. Y ahí está todo muy claro, digamos. Pero a la hora de usarlo en el discurso público entra a jugar también la carga política y social que tienen las palabras. Entonces puede existir la tendencia a buscar otros términos que sean más favorables. Yo pienso que lo más importante en este debate primeramente es el reconocimiento desde hace muchos años en el país que hay un problema. Hay un tránsito en todo ese debate conceptual sobre la consideración del problema como un problema individual a la consideración del problema como un problema social colectivo responde a determinados determinantes y condicionamientos que son los que están explicando esa situación individual o grupal específica de la que estamos hablando. Por tanto, no puedes responsabilizar a esos individuos, esos grupos, esas comunidades o esos territorios por la situación en la que están; hay que analizar esos factores.
Este joven puede ser revolucionario comunista, pero lo acaba de decir más claro que nadie: primero, no evitemos más; se llama pobreza y las cosas se les llama por su nombre. Esto es a lo interno de los funcionarios públicos, porque los dos son funcionarios públicos. Aquel está en un instituto no sé qué, que el estado lo paga, y este está en un instituto no sé qué, que el estado le dice a la ONU: «Dáselo a este porque este es confiable». Los dos son funcionarios públicos, pero fíjense cómo ya llega un momento que no se puede negar; no se puede tapar el sol con un dedo. Y el joven intelectual como él, pero más sincero, digamos; más sincero, menos mentiroso, menos corrompido y menos salvable, diría yo, como se expresa.
No lo sé, no lo conozco por cómo se expresa en este término, pero está siendo sincero, académicamente, como profesional, y está diciendo que se llama pobreza. Y segundo, la discusión es si es un resultado de acciones individuales o de acciones sociales, digamos, colectivas. Y eso es lo fundamental, porque como ellos rebaten, “el problema es que en Estados Unidos hay millones de personas que viven en la calle, hay homeless, hay pobres y hay abandonados”. Pero ahí está la diferencia: en Estados Unidos hay personas que tomaron malas decisiones y, lamentablemente, están sufriendo las consecuencias de esas decisiones. O hicieron un mal negocio y quebraron. Pero tampoco se cubrieron; no llegaron a comprar nunca una casa, no pudieron, el salario no les alcanzó, pero tampoco ahorraron; gastaron más de lo que ganaban. Trabajar en dos empleos es un ejemplo de que lo lograron. Hay muchos ejemplos de los que lo lograron y más ejemplos de los que fallaron. Si no, este no sería el gran país que es.
En cambio, en países totalitarios donde el estado interviene en lo más mínimo de las decisiones individuales—como en qué comes, cuándo comes, con quién comes, cómo te vistes, cuándo te vistes, cómo trabajas, cuando trabajas, en qué trabajas, en qué te transportas, cuándo te transportas, qué ves por televisión, qué ves en el teatro, qué deporte ves, qué consumes como noticia, qué puedes ver en internet, qué puedes pensar, qué puedes hablar, qué puedes manifestar y cómo puedes pensar políticamente—todo eso lo decide el estado. En Cuba, entonces, no pueden decirle a este joven que la pobreza depende de la decisión individual porque, a diferencia de los países donde el estado interviene menos, en Cuba el individuo hace lo que el estado le permite. Así que el individuo cubano es pobre por lo general; no lo digo yo.
Y ahora sí lo vas a poner, George: este tweet de Steve Hawking. Steve Hawking es un economista que publica anualmente la lista de países miserables. En 2021, Cuba ocupó el primer lugar y en julio de 2023 publicó que Cuba estaba en el séptimo lugar. Miren cómo lo está publicando en su propio perfil de Twitter el 6 de julio de 2023. Él utiliza el impacto de la inflación en el nivel de vida y en el poder adquisitivo de las personas y coloca a Cuba en el séptimo lugar. No es que lo diga Milanés; hay un reconocimiento de la pobreza en Cuba. Vamos a seguir viendo los videos, George:
– Me gusta eso de la idea de la vulnerabilidad en la mayoría porque da pie a un debate más teórico y general todavía a partir del análisis del capitalismo y del socialismo. Porque hay que decir que el capitalismo es un modo de producción que se basa en la existencia de una minoría poseedora de los medios de producción y de una mayoría desposeída de ellos…
– …explotada por esta minoría.
– Exacto. Los medios de producción son un factor necesario para la reproducción de la vida; es decir, las condiciones mismas de la vida requieren de medios de producción.
Entonces, cuando tenemos un modo de producción que históricamente—y no naturalmente—genera esos procesos de expropiación de las mayorías, se genera una vulnerabilidad que, en este caso, es estructural. Es decir, el capitalismo genera una vulnerabilidad estructural en la mayoría. Más allá de si tienen más o menos dinero…
– …más allá de la pobreza
– Exacto, porque puede haber un ingeniero en España que tiene mucho dinero y vive muy bien, pero no es poseedor de los medios de producción. Entonces vienen procesos de desempleo y crisis; ese ingeniero está vulnerable. En cambio, el dueño o patrón de la empresa donde él trabaja no está tan vulnerable e incluso muchas veces gana aún más con los procesos de crisis. Entonces el socialismo, por tanto, es un proyecto de sociedad que busca superar la vulnerabilidad estructural del capitalismo al socializar los medios de producción, reducir la apropiación privada de la riqueza y generar un proceso de empoderamiento y justicia social. Más allá de eso, supongo que después entraremos en qué ha pasado con esto en la práctica real y cuánto hemos logrado o no. O sea, hay algo que son las condiciones.
Este joven es preso de su propia muela. Claro, tiene que decir que el capitalismo genera vulnerabilidad. Mira qué tan vulnerables somos nosotros; mira qué tan vulnerables somos que cualquiera puede abrir un teléfono y decir lo que en Cuba no se puede. Mira qué tan vulnerables somos que, en un país capitalista, con nuestros propios esfuerzos, podemos crear un canal que se puede comparar con los medios tradicionales, al menos en visualización o en impacto. Mira qué tan vulnerable es el individuo que vive en libertad.
En cambio, ahí es donde se traba el argumento. El socialismo pretende que, para que las personas no sean vulnerables, se deben socializar los medios de producción. Ahí dice él, y espero que lleguemos al debate de cómo ha sido eso en la práctica. Porque si la lógica que ellos tratan de imponer es que lo que hace vulnerable a la persona es no tener acceso a los medios de producción… Oigan esto: ya pasaron de hablar de pobreza a hablar de vulnerabilidad; ya no hablan de pobreza, ahora todos son vulnerables. ¿Y quién es vulnerable? El que no tiene medios de producción.
Entonces, si el que no tiene medios de producción es vulnerable y en Cuba los medios de producción están en manos de una familia desde hace 65 años, los cubanos son vulnerables todos. Hay 11 millones de pobres en Cuba, dicho por ellos, no por nosotros. ¿Qué cubano tiene acceso a los medios de producción?, ¿Qué cubano puede decir «esa fábrica es mía»? ¿Qué cubano puede decir «ese barco es mío», «ese avión es mío», «ese tren es mío»? No, ese tren es de todos, pero solo de los Castro; es de todos, pero solo de aquellos que están cerca de los Castro. Sigue ahí, George, a los comunistas solo hay que dejarles hablar.
– Por poner un ejemplo nosotros hemos recogido alrededor de 810 habitantes de calle en el año 2023. Realmente los recogemos a través de un sistema, un protocolo de actuación que tiene el gobierno y que los lleva a un centro de protección y asistencia social, que no se les obliga a estar en el centro, y eso realmente repercute; para decirlo claramente, el 80% no son ni de La Habana Vieja ni del Centro Habana. Realmente tenemos personas y habitantes que son de todo el país, de todas las provincias e incluso de municipios también de la periferia de la ciudad, que se acercan a ese entorno de servicios acumulados buscando lo que quizás no existe donde están, y lo que hacen es trasladarse a tratar de buscar esa oportunidad o esa necesidad sentida. Yo creo que muchas veces las familias no son todas como les decimos deambulantes o habitantes de calle, en la mayoría son alcohólicos y han tenido situaciones complejas a lo largo de su vida, y eso repercute en la actuación actual que pueda tener la persona. Pero nosotros, por ejemplo, en el caso de los que hemos podido identificar dentro del territorio, hemos tratado de percibir a la familia como una responsabilidad y una obligación de no dejar a su familiar en esas condiciones y atenderlo. Yo conozco familias que los atienden y los tienen bien cuidados; sin embargo, para ellos es un ejercicio estar caminando por ahí.
Ese es el problema, y por eso ellos llegaron al meollo. Aquí vamos a concluir porque ellos llegaron a la médula: donde hay libertad, usted es beneficiario de sus buenas acciones; disfruta del éxito cuando le salen bien las cosas, pero también es responsable de asumir su fracaso. Eso es donde hay libertad, donde hay un estado grande, donde hay un estado totalitario, donde hay intervención del estado. ¿Qué herramienta tiene una familia para cuidar a una persona que tiene un problema mental?, ¿Qué herramienta tiene alguien cuando se sumerge en la droga o en el alcohol? ¿Con qué o cómo va a sobrevivir a eso? ¿Qué esperanza? ¿Qué palanca usa si todo lo que ve son problemas? La única solución en Cuba es irse de Cuba, y así lo ve el cubano. Si usted no tiene la posibilidad de irse, claro que tiene que caer en cualquier cosa. Por eso los jóvenes están consumiendo drogas, por eso hay tanto alcohólico, por eso hay tanta gente en la calle, por eso hay tanta gente que se ahorca. Tengo una imagen de una señora que se ahorcó; no la voy a poner.
Entonces, claro, el tema está en que en el socialismo no hay herramientas individuales, y en Cuba pretenden, después de que le quitaron las herramientas al cubano para sobrevivir a todos los percances naturales de la vida—porque la vida no es fácil—entonces, sin herramientas, eres tú quien tienes que asumir lo que pase. Es un problema tuyo; así es como funciona. Claro que en una Cuba libre va a haber personas que tengan problemas: problemas de droga, de alcohol, de salud mental, incapacitados. Claro que va a haberlo; es lo natural. Siempre lo ha habido y siempre lo habrá, pero serán sus decisiones, y tendrán herramientas privadas, y podrán actuar las iglesias como lo tratan de hacer en Cuba, y hasta eso lo coartan. ¿Cuántas iglesias en Cuba quieren ayudar y les han frenado proyectos sociales? No les permiten recibir dinero, no les permiten viajar, no les permiten importar, no les permiten tener transporte, no les permiten abrir más templos, les cierran templos y les quitan permisos a los curas. ¿Cuántas hay? Porque dentro del socialismo todo, fuera del socialismo nada.
Entonces, si eso pasa así, imagínense ustedes qué podrá pasar en una Cuba libre. La solución es esa: va a haber caridad porque la hay ahora, pero sin límites ni restricciones, con permiso para ayudar. La tiranía no te da permiso para ayudar al prójimo; tienes que pedir permiso para donar. Te dice: «Es conmigo, a través de mí, y yo sé a quién repartirlo, tú me lo das a mí; lo importas a través de mí».
Entonces, si la tiranía dice eso, puede ser muy sencillo concluir: vulnerabilidad es la palabra que utilizan para suavizar la situación. Muy bien descrita por ese joven; no quieren aceptar que son pobres. ¿Por qué no quieren aceptar que Cuba es pobre? Porque Cuba es pobre por el resultado del totalitarismo, del comunismo y de la familia castrista tras 65 años en el poder. No hay otra conclusión en este análisis que no sea que el individuo en Cuba no tiene herramientas para sobrevivir las adversidades de la vida. Sea su decisión o no, él tomó una decisión, pero estaba controlada, manipulada y regida por el estado. Y el estado después no es capaz de corregir eso; el estado no es capaz de solventar ni sustentar esa situación. Y entonces pretende por televisión que: «te lo creé yo, pero la solución búscala tú». Eso es lo que te están diciendo: hay pobreza en Cuba y es la consecuencia de 65 años de una mafia criminal en el poder.
MANUEL MILANES Consejo Para la Guerra Anticomunista CPGA