Marrero y Canel dispuestos a apagar todo en CUBA ¿Saben que la REBELIÓN se les ACERCA?

Marrero y Canel dispuestos a apagar todo en CUBA.

Bueno pues ahora está este video donde hablan sobre cómo van a corregir el impacto negativo del ordenamiento en la economía cubana.

– No podemos olvidar que nosotros llegamos al año 2024 conociendo que el escenario era muy complejo, con el mismo bloqueo recrudecido y las mismas complicaciones. Siempre dijimos que tenemos que trabajar en buscar soluciones internas a nuestros propios problemas. Nosotros tenemos que, con mucho rigor, hacer los análisis de cómo van los cumplimientos de los diferentes planes. Me parece que en eso nos está faltando rigor. Las proyecciones del gobierno son el hilo conductor del trabajo en estos momentos; son la guía por la cual todos nos tenemos que conducir y no están ajenas a ninguna institución ni a ningún proceso. También hay que decir que existen preocupaciones lógicas de la población, sobre todo en relación con las medidas que implican incrementos de algunos precios y tarifas, etcétera. Es ahí donde tiene que existir oportunamente la información y los esclarecimientos necesarios para poder lograr el éxito de estas proyecciones de gobierno.

– Buenos días.

– Buenos días, mire, es el mayor Milanés del Consejo para la Guerra por aquí. ¿Quién me habla?

– La secretaria

– ¿Pudiera hablar con Betty?

– No se encuentra.

– ¿Hay alguien que pueda hablar por ella?

– Bueno, déjame ver…

– Muchas gracias.

– Sí, buenos días.

– Buenos días, es el mayor Milanés del Consejo para la Guerra por aquí, ¿con quién hablo?

– Ya, por aquí habla Randy, director de operaciones.

– Mira, estoy llamando porque estamos comprobando una denuncia sobre un precio que ustedes están aplicando al pan. Nosotros tenemos aquí que ustedes vendieron para que lo vean.

– No, si yo no sé quién tu eres yo no te voy a responder por teléfono, ven aquí y explícamelo o dime a dónde vamos para ir a verlo

– No, está bien, pero yo te voy a hablar de números; los números no se ven, los números los están aplicando ustedes.

– No importa, no importa; usted venga por aquí.

– Lo que pasa es que tú coges un pan de 100 g que vale 35 pesos y lo haces de 400 g y lo vendes a 190 pesos, cuando debiera venderse a 140. ¿Qué hacen ustedes, ladrones, con esos 50 pesos de más? Así es como se escudan los ladrones. Este es el resultado de que el Estado ponga precios irregulares en la cadena del pan de la ciudad de La Habana.

La única empresa estatal de pan liberado vende el pan de 100 g a 35 pesos. De pronto, aparece una directora llamada Betty, que ya vemos que este ladrón también es parte de la complicidad, junto con el jefe de operaciones, otro ladrón de esa empresa. Cogen el pan de 100 g, lo sacan del mercado y hacen un pan de 400 g. Si el de 100 g valía 35 pesos, el de 400 g debería valer 140, porque 35 por 4 es 140. Sin embargo, no lo están vendiendo a 140, sino a 190. ¿Y por qué lo venden a 190? Para robarse 50 pesos por pan. Eso es lo que hace el Estado: monopoliza la violencia y el robo. Y en el caso del Estado cubano, también con el pan.

Y entonces te ponen en el noticiero que no hay harina, que no hay pan, que el pan es solo para los niños de 7 a 14 años, mientras unos ladrones como estos, en una empresa provincial autorizada por el Estado, supervisada por el partido y protegida por el DTI, cogen un pan de 100 g, lo sacan del mercado y hacen uno de 400 g para ganarse 50 pesos por pan. Y ese es el pan que no hay. Eso es lo que pasa cuando el Estado pone precios, Marrero. Y tú lo sabes porque eso justifica tu buena vida.

– No estamos descubriendo nada…

Tú eres un ladrón, un delincuente y un desalmado. Le estás robando a la gente bajo el mandato de la planificación y de la corrupción. Hay 35,000 ladrones que tienen miedo de responder al teléfono porque saben que hoy en día hay un tono diferente. Pero él (Marrero) también habló del transporte. (Ponte ahí, George: A cuánto subió el precio de la gasolina)

Nuevas tarifas de los combustibles generan dudas sobre cómo harán para comprar gasolina, mientras la cola para abastecerse sigue igual.

– La subida de precios nunca creo que sea la solución al problema. El problema va a seguir. Tampoco se eliminan las colas. Uno podría pensar que al subir los precios disminuiría la cola, pero la demanda y la oferta siguen enfrentadas sin solución.

– El precio de los combustibles sufrió un aumento de más del 400%. La medida estaba prevista originalmente para el primero de febrero, pero un ciberataque al sistema de pagos digitales de una empresa estatal retrasó su entrada en vigor por un mes. Este incremento forma parte de un gran plan de ajuste presentado en diciembre por el gobierno cubano con el propósito de reimpulsar una economía sumida en una grave crisis, tanto por errores en la gestión como por las sanciones de Estados Unidos y los estragos de la pandemia.

– Sinceramente, como ciudadano, no pensé que los precios subirían a estos niveles. Hay muchas personas con vehículos que son jubiladas, como en mi caso, y otras personas como médicos que, con su esfuerzo durante años, han logrado tener un transporte y ahora tendrán que parquear su carro.

– La gasolina regular pasó de 25 pesos a 132 pesos. Esto significa que llenar un depósito de 40 litros costará aproximadamente 5,280 pesos, alrededor de $4, cuando el salario promedio estatal apenas supera los 4,200 pesos cubanos. Los salarios básicos en Cuba se han ido depreciando al mismo tiempo que la inflación.

Llenar el tanque hoy en Cuba es más caro que el salario medio: $44 para llenar el tanque. El precio del combustible ha subido más del 400%. Entonces, por qué es que cuando los evalúas y los estudias a ellos, muestras públicamente como se confiesan ladrones. Sabiendo que subir el precio cohíbe el consumo, porque son reglas elementales del mercado que ellos conocen, sino no lo hicieran con la energía eléctrica. Si usted sube el precio de algo, espera una contracción en el consumo. Con un precio más alto, la gente se lo piensa. Tiene que aumentar la escasez y la preferencia para que yo pague más caro por algo que puedo sustituir. Pero no es el caso de la energía eléctrica ni del combustible, porque usted no camina con agua ni se alumbra con agua; usted se alumbra con energía eléctrica y camina con gasolina o petróleo.

Entonces, si sabe que al subir el precio de algo va a contraer el consumo, ¿cómo puede pensar que en el caso del combustible no va a pasar lo mismo? ¿Cómo puede pretender engañarnos, sabiendo que subir el precio del combustible no va a reducir el consumo? Aunque haya colas, ahí están los luchadores, los que producen más de $4 al día. Es imposible que si usted gasta $44 en echar combustible, salga a gastar otros $44 sin tener los mismos $44 para reponerlo. Tiene que ingresar más de $44 para poder pagar esos $44. Pero el que no pueda pagar $44 se quedará en casa, y el que se quede en casa, ¿qué va a hacer? Aumentará la escasez. Y cuando aumenta la escasez, ¿qué pasa? Aumenta el precio. ¿Quién hizo que se disparara el precio del transporte? Fue el mismo que aumentó el precio del combustible.

– …expresó que los incrementos de precios y tarifas injustificados que transportistas no estatales aplican en el servicio público de pasajeros no se pueden permitir. Convocó a enfrentar ese cobro desmedido por parte de operadores privados, en hechos que, como explicó Marrero Cruz, provocan insatisfacción en el pueblo.

Ahora, paremos un momento. Todos los videos son iguales, fíjese, en la bodega.: «Protégete tú, bodeguero». En la generación de energía, «apágate tú solo». Si no quieres que te apaguemos, apágate tú voluntariamente. Ahora en el transporte: «Yo te subo el precio del combustible, pero tú no puedes subir el precio del pasaje». No, no, no. ¿Quién eres tú para subir precios? Yo no te doy goma, ni pieza de repuesto, ni asiento. No te doy nada y aparte te subo la gasolina y tienes que aguantar. Quédate ahí y bájame el precio, porque voy a hacer un video y voy a decir que el ladrón eres tú.

Así funcionan estos delincuentes: te extorsionan. ¿Cómo puedes pretender que no suba el precio del transporte si subes el precio del combustible? Por regla de tres, mínimo de sentido común. ¿Quién no ve eso?

Por muchas reuniones, por muchos videos y por muchos noticieros, la realidad es la misma. Escuchemos lo que dice esta señora:

– «Los precios están demasiado altos. Hay de todo y no podemos comprar. Yo soy una jubilada; imagínate, 15 pesos casi un sapote, la libra de mango carísimo. Todo está caro, caro. No se bajan los precios; se dicen los precios, pero no se bajan». Imagínate cómo podemos comprar las cosas si los salarios son bajos. Al menos mi chequera es baja y tengo que mantenerme con eso.

¿No era para que esto se eliminara por lo que se hizo el ordenamiento?

– No es para nada que lo mismo que vendemos en CUC se quite de ahí y se empiece a vender en dólares, y el que no tenga dólares, sencillamente no come. Eso no es Cuba ni lo será.

¿El ordenamiento no iba a eliminar esto? Bueno, pues ahí lo dice la señora. Primero, fíjense en el daño. Ella cree que hay de todo. No, señora, no hay de todo. Cuatro cajas de plátano, un zapote y un ramito de cebollino no son «de todo».

Qué triste que esta señora muera sin ver lo que significa la prosperidad. Qué triste que esta señora muera sin ver una superficie llena de vegetales, con una vidriera y estantes que, además, están iluminados y cuentan con una persona dedicada a quitar los productos que se ven feos, para ponerlos como segunda calidad, o utilizarlos para hacer sándwiches, preparar comida o donarlos a quienes no tienen.

Qué triste que millones de cubanos no sepan lo que significa «hay de todo», que crean que tres plátanos burros son suficientes. Antes de 1959, en esa época, el plátano burro era para alimentar a los cerdos. Lo sé porque mi abuelo vendía plátanos en una tarima en la plaza de Cuatro Caminos y así alimentó a mi tía y a mi mamá. Así compró su casa y así mi abuela salía de compras los fines de semana con una tarima de plátanos.

Pero qué pensar de esta señora que cree que hay de todo, cuando en realidad no tiene con qué comprar. Es un daño terrible pensar que hay abundancia, pero ella lo dice claro: «Soy jubilada, mi salario no me alcanza». Puede que haya abastecimiento de algo, aunque sea de plátanos, pero ¿con qué lo compro? Esa es la misma desgracia sostenida durante 65 años. Solo cambian los nombres de los que están en el poder; la familia Castro se rota, desecha y recicla, pero la desgracia es la misma. Nos van a hablar a nosotros de que la salida no es la lucha violenta, nos han dicho que con ellos se puede dialogar, que el comercio y los negocios pueden transformar la realidad. Yo no lo creo.

 

MANUEL MILANES  Consejo Para la Guerra Anticomunista CPGA

https://www.cpgalegal.org/

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