El Documento ENTERRADO por Fidel y Raúl Castro (NUNCA QUISIERON MOSTRARLO)

El Documento ENTERRADO por Fidel y Raúl Castro

Resumen:

Nosotros somos responsables de buscar, leer y compartir la Constitución de Guáimaro porque es la verdadera historia por la que se luchó, la que refleja los ideales de los mambises. Si aquellos que hoy se dicen herederos de los mambises no respetan los principios por los que ellos pelearon, como lo muestran sus acciones, entonces son traidores de esa historia, sin ninguna duda. Este esfuerzo no es en vano, pues es importante que tengamos el argumento necesario cuando nos digan que son herederos de los mambises; basta con mostrar lo que los mambises querían y compararlo con lo que quieren los gobernantes de hoy. La Constitución de Guáimaro marcaba la creación de una República en armas, una separación clara de poderes, con un Ejecutivo que debía rendir cuentas a una Cámara legislativa elegida, muy lejos de la realidad que vemos en Cuba hoy. La tiranía actual, que ha distorsionado y manipulado la historia, nunca menciona esta Constitución porque su contenido evidencia lo alejados que están de los ideales de los patriotas fundadores. Aquella Constitución, entre otras cosas, defendía derechos inalienables como la libertad de prensa, culto, reunión y enseñanza, mientras que la actual Constitución de la tiranía niega estos derechos bajo el control del Partido Comunista. Debemos recuperar esa historia, no quedarnos con lo que nos dicen, porque la Constitución de Guáimaro, que garantizaba libertades y limitaba el poder del presidente, sigue siendo el ejemplo claro de lo que los verdaderos mambises querían para Cuba.

Detalles:

Póntelo ahí, George, como la tiranía muestra el evento de celebrar un aniversario de la Constitución de Guáimaro.

“Apenas habían transcurrido seis meses del inicio de las luchas independentistas, y en el campo insurrecto existía diversidad de criterios. Lograr la unión era trascendental, por lo que el 10 de abril de 1869 se efectuó la Asamblea de Guáimaro. A 155 años de aquella fecha histórica, en este poblado camagüeyano se recordó el hecho con una actividad político-cultural, que contó con la presencia del miembro del Buró Político y presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular Esteban Lazo Hernández, del secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, Homero Acosta Álvarez, así como de las máximas autoridades de la provincia y del doctor Eduardo Torres Cuevas, director de la Oficina del Programa Martiano”.

Imagínense ustedes cómo estiran por los pelos la Constitución de Guáimaro, una asamblea que, entre otras cosas, parió esa Constitución. Bueno, eso de decir que la vigencia que tiene hoy en día está relacionada con los problemas que enfrenta el pueblo de Cuba… Eso no, eso fue en el primer video. Ahora, miren el segundo. Póntelo ahí.

“A la historia previa de la Constitución de Guáimaro, su significado y trascendencia histórica, no solo por sus textos, sino por su importancia, ya que sus participantes fueron hombres de armas, pero con un gran pensamiento político. En su conferencia, nos acercó el secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado de la República de Cuba, Máster en Ciencias Homero Acosta Álvarez, reflexionó sobre el proceso democrático y las garantías de la Carta Magna aprobada en 2019. Sobre todo, más allá del hecho parlamentario, está el hecho democrático y participativo, del cual los cubanos tenemos que sentirnos orgullosos. Aquí hay una legitimación del sistema socialista. Aquí hay una vocación de construir el socialismo y no ir hacia el capitalismo, no porque lo diga una constitución, sino porque lo sostuvo el pueblo en dos momentos únicos de participación, en un proceso de consulta popular donde se escuchó a todos y se dieron todas las opiniones. Y hubo que responder opinión por opinión. Se habló de la igualdad de todos los cubanos, la unidad revolucionaria e ideológica, como en Guáimaro”.

Ya lo tienen. Oigan esto, y de aquí se derivan muchas cosas. Lo primero es el temor a la verdad. ¿Por qué tanta verborrea y no poner la Constitución de Guáimaro? Yo la estuve buscando dentro de las páginas de la tiranía y no la vi. Ponían a un par de viejos hablando de su interpretación, pero yo quería ir a la fuente. Tuve que buscar, y lo encontré en el Portal Iberoamericano de Derecho de la Cultura, como tantas otras cosas que tenemos que buscar en fuentes extranjeras porque la tiranía las esconde. Y ahí la tienen. Les pido que la busquen: la Constitución de Guáimaro de 1869, del 10 de abril de 1869. Es una constitución política que regiría durante lo que durase la guerra de independencia. En apenas tres páginas te explica cómo esos patricios ya se sentaban y decían: «Vamos a darle carácter de estado». Nosotros tenemos una república en armas, no la palabrería que dicen ahora. Y van a ver el divorcio, la diferencia, la distorsión, lo alejado que está la realidad cubana de lo que querían esos patricios, de lo que querían los padres libertadores, de lo que querían los que lucharon contra España con las armas. Van a ver cuán alejada está esa realidad actual de esa manipulación, tanto que no te ponen la Constitución en sí, pero nosotros sabemos leer y la Constitución está ahí.

Ahora, el poder legislativo residirá en una Cámara de Representantes. Están creando un Congreso. Esta cámara tendrá igual representación por cada uno de los cuatro estados. Eso significa un Estado lo más pequeño posible. ¿Cuántos diputados menos? ¿Cuántos gobernadores menos? ¿Cuántos intendentes menos? Oigan eso: ¿cuánto menos? Bueno, el cargo de representante es incompatible con todos los demás de la República. Si usted era representante, solo podía ser eso, no podía ser del Ejecutivo. Usted estaba en el Legislativo, en esa asamblea de cuatro representantes porque eran cuatro estados, no 14, 15, 20, 35 ni más municipios especiales, provincias, ni nada de eso. No, no, no. Granma, con el invento de Fidel, que le puso el nombre del bote de la abuela que se estaba hundiendo… No, eso fue después.

Cuando ocurran vacantes en la representación de algún estado, el Ejecutivo de ese mismo dictará las medidas necesarias para la nueva elección. Y ahí se habla de cuál es el Ejecutivo. La Cámara de Representantes nombrará al presidente encargado del Poder Ejecutivo, el general en jefe, el presidente de las sesiones y demás empleados suyos. De esa Cámara de cuatro representantes sale un Ejecutivo. Y ahí se habla de un presidente, de un general en jefe, de un presidente de las sesiones y de otros empleados que necesita. El general en jefe será subordinado al Ejecutivo y debe rendirle cuentas de sus operaciones. ¡Miren qué estructura!

Por eso no ponen esta Constitución. Por eso tienen que hacer con Martí, con Maceo, con Máximo Gómez, lo mismo: manipular todo. Porque, prácticamente, Martí no dijo que Cuba necesita un Fidel según ellos. No, no. Martí dijo: «Yo doy la vida, pero atrás vendrá otro que será mejor». Y así te criaste tú. Y tú eres responsable de sacarte toda esa porquería de la mente, y tienes que buscar la fuente. Por eso no te quedes en el videíto, ve a la fuente. La fuente es la Constitución. Ellos te la esconden, pero la Internet te la muestra.

Ante la Cámara de Representantes pueden ser acusados, cuando haya lugar, el presidente de la República, el general en jefe y los miembros de la Cámara. Esta acusación puede hacerse, o sea, esa asamblea es un foro para discutir todo. Todo se lleva ahí, se da cuenta, se rinde cuenta, se explica, se denuncia si alguien lo está haciendo mal. ¡Miren esto! Estamos hablando de cuántos años atrás, y vean toda la manipulación para citar esta Constitución sin decir lo que realmente querían. Porque esto es lo que ellos querían. Este era el nacimiento de la República, no la tiranía que hay ahora.

El artículo 10 dice que las decisiones legislativas de la Cámara necesitan, para ser obligatorias, la sanción del presidente. Miren cómo ahí dividen los poderes. En la asamblea es donde se discute, se aprueba, se acusa, se delibera, pero hay que refrendarlo. Se necesita la aprobación del presidente, quien es el Ejecutivo.

El artículo 11 dice que, si no la obtuvieren, volverán inmediatamente a la Cámara. Si el presidente no le da su visto bueno, regresa para que la Cámara vea cuáles son las objeciones. Estamos hablando de los mambises, los padres fundadores de la República. El artículo 12 establece que el presidente está obligado, en el término de diez días, a impartir su aprobación o a negarla, y tiene un límite. No es que lo deje en un cajón por capricho, tiene diez días para decidir. Si dice que no, debe explicar por qué.

Miren esto: un Estado mínimo, cuatro estados, una asamblea. De ahí sale un Ejecutivo, y el Ejecutivo da cuenta a esa asamblea, pero también refrenda lo que se legisla. Ahí está la separación de poderes, el Legislativo y el Ejecutivo. Acordada por segunda vez una resolución de la Cámara, la sanción será forzosa para el presidente. Si la Cámara dice dos veces que eso va, el presidente tiene que aprobarlo, porque ya se vieron las objeciones y se volvió a revisar. Así que el poder del presidente también es limitado; limita el poder de la Cámara y limita el poder del presidente.

Deben ser objeto indispensable de ley las contribuciones, los empréstitos públicos, la ratificación de los traslados, la declaración y conclusión de la guerra, la autorización al presidente para conceder patentes, levantar tropas y materiales, proveer y sostener una armada, y la declaración de represalia con respecto al enemigo. Todo eso se ve en la asamblea, no es una decisión que el presidente tome sin consultar. ¡Es especial, singular, simple y clara! La Cámara de Representantes se constituye en sesión permanente desde el momento en que los representantes del pueblo ratifican esta ley fundamental, hasta que termine la guerra. Esa es la Constitución de la República en armas.

El poder ejecutivo residirá en el presidente de la República. Para ser presidente se requiere tener 30 años y haber nacido en la isla de Cuba. El presidente puede celebrar tratados con la ratificación de la Cámara. Ahí está la separación de poderes y los poderes limitados. Designará a los embajadores, ministros plenipotenciarios y cónsules de la República en países extranjeros. Recibirá a los embajadores, cuidará de que se ejecuten fielmente las leyes y expedirá su despacho a todos los empleados de la República. Los secretarios del despacho serán nombrados por la Cámara a propuesta del presidente. El presidente tenía que llevar su plancha, y la Cámara era la que aprobaba o no.

El poder judicial es independiente, y su organización será objeto de una ley especial. Para ser elegido se requieren las mismas condiciones que para ser representante. Todos los habitantes de la República… ¡Miren esto! El artículo 24 dice que todos los habitantes de la República son enteramente libres. ¡Busquen que la Constitución del 2019 diga eso! El artículo 25 establece que todos los ciudadanos de la República son considerados soldados del Ejército Libertador. El artículo 26 dice que la República no reconoce dignidades, honores especiales ni privilegios.

¿Líder histórico de la Revolución? ¿Comandante en jefe vitalicio? Los Castro son los dueños. La generación del centenario, el comandante de la Sierra… No reconocen nada de eso, son ilegítimos, no respetan a los patricios. No hubo una continuidad de aquel esfuerzo que comenzaron los patricios cubanos. Los ciudadanos de la República no podrán admitir honores ni distinciones de un país extranjero. ¡Bien nacionalista, bien protectora!

Sigue ahí, sigue ahí George, que hay uno que el artículo 28 revienta. Oigan esto: la Cámara no podrá atacar las libertades de culto, prensa, reunión pacífica, enseñanza y petición, ni ningún derecho inalienable del pueblo. Ese artículo 28 derrumba la Constitución del 2019, cuyo artículo 5 dice que el Partido Comunista de Cuba es la fuerza superior dirigente del Estado y de la sociedad. El que no es comunista no entra en la Constitución. El Partido Comunista manda en Cuba, y miren cómo ya los padres fundadores, en la primera Constitución —la Constitución de Guáimaro, del 10 de abril de 1869—, en su artículo 28 decían que esa Cámara, esa asamblea, ese poder legislativo no podía atacar las libertades de culto, prensa, reunión, enseñanza y petición, ni ningún derecho inalienable del pueblo.

Somos nosotros los que tenemos que buscar la historia. Esta Constitución podrá enmendarse cuando la Cámara, unánimemente, lo determine. Tampoco es algo grabado en piedra, podían hacerle cualquier enmienda después. Bueno, pues ahí lo tienen. ¿Qué tiene que ver ese documento con lo que está pasando en Cuba hoy? ¿Quién puede decir que hay alguna similitud? ¿Quién puede mostrar, demostrar, argumentar que la Constitución de la tiranía —o como quieran llamarla— que impuso la tiranía hoy, es consecuente con este origen? ¿Respeta los principios por los que dieron la vida tantos cubanos? ¿Quién puede atreverse a eso? Por eso no la ponen.

Pero nosotros somos responsables de buscarla, leerla y compartirla, porque esa fue la que se peleó. Si ellos se dicen herederos de los mambises, si les pusieron a sus tanques de guerra «mambí», con el machete en la mano, y no respetan por lo que pelearon, pues son traidores de la historia. Yo no tengo ninguna duda. Esto es por si queda alguien con dudas, y además para que tengas el argumento cuando te digan que son herederos de los mambises. Mira lo que querían los mambises, y mira lo que quieren ellos.

 

MANUEL MILANES  Consejo Para la Guerra Anticomunista CPGA

https://www.cpgalegal.org/

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