Destapando RED de CORRUPCIÓN del PCC-MININT y MIPYME ¿Cúal es el NEGOCIO oculto con el TRANSPORTE?

Destapando RED de CORRUPCIÓN del PCC-MININT y MIPYME

Resumen:

En una denuncia de un caso de corrupción que involucraba a la empresa ERTA y a su director, Julio César Cintra, quien había establecido un acuerdo irregular con José Manuel Quintás, un cuentapropista; se descubrió que el contrato entre ellos subvaloraba el alquiler de un parqueo que fácilmente podía rentarse por un millón de pesos, pero solo se cobraban 150.000. Además, había pruebas de que se estaban desviando piezas de repuesto de vehículos Mercedes-Benz destinadas a altos oficiales del DTI, quienes también estaban involucrados en la trama. Cintra, protegido por el DTI, permitía este desvío y, al mismo tiempo, se beneficiaba personalmente de la corrupción. Los funcionarios estatales del DTI, como Deolis, utilizaban los recursos robados para sus propios fines, como arreglar sus casas con materiales obtenidos de manera ilícita. La corrupción se extendía a reuniones privadas y fiestas, donde el dinero y los bienes estatales fluían sin control entre los involucrados. El sistema comunista fomenta esta red de corrupción, protegiendo a los funcionarios mientras explotan los recursos del pueblo. Estos actos pasan desapercibidos bajo la protección del régimen, pero hoy los hago públicos, y habrá consecuencias. En Cuba, cuando una denuncia se hace viral, nadie puede escapar de su impacto.

Detalles:

—Dime… Buenos días, ¿José Manuel Quintás?

—Sí, él habla.

—José Manuel, soy el mayor Milanés del Consejo para la Guerra, te estoy llamando por una denuncia relacionada con la empresa ERTA. ¿Puedes hablar?

—Sí, claro, ¿qué sucede?

—Bueno, hay una denuncia sobre un acuerdo irregular entre tu empresa cuentapropista y la empresa ERTA. ERTA tiene unos talleres y parqueos que, supuestamente, se pueden cobrar hasta un millón de pesos, pero tienen un contrato contigo por 150,000 pesos de alquiler. Tenemos algunas pruebas de desvío de repuestos de los vehículos Mercedes-Benz que se arreglan allí, que son de los oficiales del DTI. Se dice que hay un acuerdo entre el director de la empresa y tú. Ah, se cortó la llamada. Espérate… Vamos a ver, creo que este también se jubiló. Vamos a intentar nuevamente.

—Sí, José Manuel, parece que se cayó la llamada.

—No, no se cayó, sigue.

—Bueno, como te decía, hay una denuncia que indica que estás en combinación con el director. Te estoy dando la oportunidad de explicarte.

—Vaya usted pa la….

Bueno, pero ¿qué dice el hombre? Él dice que no, que no le importa. Entonces, ponte ahí el nombre de la empresa, George. Pon la foto de la empresa. Esta es la empresa Abel Santa María, la empresa de Revisión Técnica Automotor, conocida como ERTA, en La Habana. ¡Miren la corrupción del comunismo! Aquí hay un «arreglo», como dicen los comunistas, una concatenación entre los estatales.

Esta empresa tiene un director llamado Julio César Cintra Calvo. Lo hemos intentado contactar, pero tiene el teléfono apagado. Te dejo su número para que lo compruebes. Este hombre es el director de la empresa de revisión técnica que está en la calle Colón, detrás del Cementerio de Colón, en el municipio Plaza de la Revolución, en La Habana. Es un borracho, y en su gaveta tiene una botella de ron. Es un corrupto, acusado de maltratar a sus subordinados. Está apadrinado por el DTI.

En el DTI, tenemos a Reinaldo Jiménez, que le dicen Duvalier, y a David, que se hace llamar Deolis. Ellos se benefician de las piezas de repuesto de esta empresa. Tienen a un carro en el taller, cambiándole las gomas, y están arreglando sus casas con materiales de construcción, todo a costa de la empresa.

Pues, entonces, permiten y no se meten en el negocio que hay entre Julio César Cintra y José Manuel Quintás, el representante del sector no estatal, que me acaba de mandar lejos. Lo llamo y le pregunto: «¿Qué denuncia? A mí, ¿qué me importa?» Claro, está protegido por el DTI, y no le preocupa la denuncia.

Pero estos videos los van a ver en su cuadra, en su casa, y también los va a ver el DTI. Se van a asustar y les van a ir encima, les van a quitar todo, como hace el comunismo: te dejan avanzar mientras se benefician, pero en cuanto les tocas, te desechan. Y así aprenderá José Manuel Quintás que con la tiranía no se hacen negocios.

Los talleres están ubicados en el reparto Abel Santa María, en el municipio de Boyeros. Como mínimo, el acuerdo entre el director y el cuentapropista incluye el alquiler del parqueo del taller, que mide unos 62 metros de ancho por 83 de largo. Es una yarda…

Eso es enorme, es una cuadra entera, una manzana, y se puede alquilar hasta por 1 millón de pesos, según lo que ellos mismos calcularon en la empresa. Pero el director manda una subvaloración de 150,000 pesos cuando podrían cobrar 1 millón de pesos por el alquiler de ese parqueo. Es tan sencillo como que cualquiera se para, ve el parqueo, y lo tienen lleno de carros Mercedes Benz, que le costaron al cubano, porque esos se compran con los dólares que le dejan de pagar a todo el que está ahí. Y bueno, de ahí ya sabes, canibalizan piezas, metiendo carros del DTI, de la policía, de jevita, por la izquierda, porque él tiene ahí radicada su empresa no estatal y paga un alquiler. Eso es estar conectado, ¿verdad?

Deolis, el del DTI, que atiende eso, está metido en la jugada. Ya vendió una casa en el Cerro, que la reparó y arregló con lo que se desvía de la empresa, y ahí vamos. Pongamos el biplanta, George, donde ellos se reúnen, y en esa casa se forman sus fiestas, su “recholatas”. Y eso lo sabe todo el mundo, porque están las tres patas de la mesa de la corrupción, la estatal, la comunista, la socialista, la cubana. ¿Cuáles son las tres patas? El que busca el billete, que es el sector privado, o como le llaman ellos, no estatal; el empresario estatal, el funcionario estatal que otorga los derechos, las licencias, emite concesiones y da contratos a dedo, con subvaloración estatal, dependiendo del poder que tenga en su cargo. Esa es la segunda pata. Y la tercera es la que supuestamente fiscaliza todo.

Entonces, el Estado te dice: «No te preocupes, aquí vamos contra la corrupción porque creamos la oficina de contraloría y, aparte de eso, tenemos el DTI (Departamento Técnico de Investigación), que además tiene un oficial en cada empresa para evitar la corrupción y el robo». Eso suena muy bien en los libros. ¿Qué pasa en la realidad en Cuba? El del DTI agarra a uno de sus agentes, lo pone de director, y ya está, ese es su chivatón, ya es leal. O en su defecto, comprometen, reclutan a un director al que le saben que es borracho, mujeriego o ladrón, le ponen el expediente sobre la mesa y le dicen: «¿Cómo hacemos? ¿Jugamos todos o te vas al aire y vas preso?». Así funciona, y con eso se cierra el ciclo. La única manera de evitar esto es con la propiedad privada. ¿Por qué? Porque esta denuncia me la mandan a mí desde Cuba, es más, me la mandan desde la misma empresa para que se maten entre ellos. Bueno, allá no lo pueden hacer. ¿Por qué no? Porque no tienen propiedad privada, no tienen con quién hacerlo.

Vamos a empezar a poner fotos. Enséñame la foto de David, el Deolis, míralo ahí, el del DTI que atiende eso. Ahí está, es de Moa. Dice que tiene el privilegio de vivir en la ciudad del swing, donde nunca se duerme. El tipo hasta es cantante, chivatón. No, no, ese es del DTI, míralo ahí, con su cerveza, como tiene controlada la jugada, porque él es quien representa el órgano fiscalizador. Y como representa el órgano fiscalizador, pues tiene todo controlado: el sistema, el robo, la mafia, la matraca.

Ahí tienen a Julio César Sintra. Póntela, es el director. Es de Bayamo, Julio César Sintra Calvo, director de la empresa. No sé si tenemos más fotos, pero creo que teníamos fotos de José Manuel. Ah, sí, claro, aquí está José Manuel Quintas. Míralo aquí. Seguro me dirán de todo porque, quién sabe, si viaja o no viaja. Pues aguanta ahí, por hacer negocios con corruptos. Aguanta ahí, por hacer negocios con la tiranía. Aguanta ahí, por comprarte a un borrachito. Y gracias a la propiedad privada, en el capitalismo, en libERTAd, no depende de que compres a un borracho; depende de que seas bueno, que te levantes temprano, que seas buen mecánico, que encuentres un buen terreno, que des un buen servicio, a buen precio y con buena calidad. Entonces, todos seremos felices.

A mí no me importa de dónde saques el dinero, José Manuel, y tampoco me importa adónde me mandaste. Yo te estoy mandando a ti aquí, con este video. No me interesa si tienes dinero o no. Me importa que solo tú lo puedas tener. Porque, ¿cuántos mecánicos buenos en Cuba hay mejores que tú, incluso? Pero no lo pueden hacer porque no tienen a un borracho ni a un chivatón en la nómina. ¿Cuántos que no conocen al DTI pueden hacer lo mismo que tú? Ninguno. Y eso está mal, José Manuel, y tú lo sabes.

Para allá, para donde me mandaste con tu voz por teléfono, es para dónde vas a estar tú ahora, desde que se haga público este video. Porque si algo funciona en Cuba, es lo que se hace viral. Así que todo el Cerro sabe que tú eres un corrupto, que estás vendido a la tiranía, que haces negocio con corruptos, y que haces negocio con chivatones del DTI. Y eso no se te va a quitar. Tu cara se verá en la palestra pública y la vergüenza llegará a tu casa, porque la trajiste tú, no la llevé yo. La trajiste tú con tus comportamientos.

Así que, asume la responsabilidad, como hacemos los hombres, como hacemos los machos. Los machos nos hacemos responsables de las consecuencias de nuestros actos. Sigue haciendo negocio, si te dura después de esto, si te dura.

Llamada a la oficina…

—Buenos días.

—Sí, buenos días. ¿La empresa ERTA?

—Sí, sí, dígame.

—Por aquí le habla el Mayor Milanés, del Consejo para la Guerra. ¿Me puede pasar con el secretario del partido?

—El secretario del partido no está, pero le puedo pasar con un miembro.

—Ok, con un miembro del partido, sí.

…..

—Oigo.

—Sí, buenos días. Mire, soy el Mayor Milanés, del Consejo para la Guerra, y estoy llamando por una investigación que estamos realizando debido a una denuncia en la empresa. ¿Cuál es su nombre, por favor?

—Mi nombre es Carmen Camo, soy la asesora jurídica.

—Bueno, licenciada, nosotros tenemos una denuncia de que el director de la empresa, Julio César Cintra, tiene un contrato con el cuentapropista José Manuel Quintas, y ese contrato está amparando una corrupción, ya que el parqueo, que podría cobrarse hasta por un millón de pesos, solo está cobrando 150,000 pesos. ¿Cuándo usted viene aquí? Porque tiene que venir aquí.

—Bueno, vamos a ir, pero antes le estoy informando sobre la denuncia que está en curso y que estamos investigando. ¿Usted tiene conocimiento de ese contrato?

—Sí, pero hay cosas que hay que discutir y analizar primero. Si usted… le explico, si usted le va a prestar un local a alguien y esa persona va a hacer reparaciones, durante ese tiempo no le puede cobrar todo el valor del inmueble, tiene que cobrarle un porcentaje. Supone que el presupuesto que le presenten para la reparación disminuya ese valor. Además, ese contrato aún no se ha firmado. Primero, la información tiene que estar clara. Usted tiene que venir a investigar. Si el contrato no está firmado,

—Pero si el contrato no está firmado ¿por qué se está usando la entidad?

—No está firmado, está en proceso.

—Pero, ¿por qué se está usando la entidad, entonces? Esto está muy complicado, y además está involucrado un oficial del DTI.

—Sí, está complicado. Pero venga, cuando usted quiera hacer las preguntas.

—Yo puedo hacerlo, pero recuerde que usted, como asesora legal, debe tener toda la información clara, porque aquí está involucrado un oficial del DTI, y esto es grave. Usted no es la abogada de la mipyme, pero está asesorando a la empresa, y lo que nosotros estamos investigando es la corrupción en la empresa. Y tenemos fotos de las reparaciones que ya están haciendo y del cobro que están realizando ahí.

—Vamos a ir, pero, para que sepa, un contrato que no está firmado y ya se está usando…

—Yo le iré informando al director…

—El director va preso si esto sigue así. No le informe de esto al director, porque el expediente está claro.

—No soy la abogada de ese lugar. Hay que informarle al abogado para que esté presente, por supuesto.

—¿Usted es abogada de la empresa?

—Sí, pero me refiero a que la mipyme tiene un asesor jurídico.

—Lo sé, pero le digo que las mipyme pueden subcontratar actividades jurídicas, ya sea por consultoría o bufete, a un abogado que ellos determinen. Yo soy la abogada de la empresa, no de la mipyme.

—Lo que pasa, Carmen, es que José puede venir con su abogado, y él, como abogado privado, lógicamente va a querer pagar lo menos posible. Pero quien tiene que defender la propiedad estatal es el funcionario estatal, y por supuesto que tiene que hacerlo bien. No se trata de si la abogada de José Manuel lo hizo bien o no; la responsabilidad de proteger los bienes del Estado es de los funcionarios estatales, no del abogado privado. Ellos, al ser privados, buscan pagar lo menos posible. Por eso creo, y espero que así sea, que cuando llegue la auditoría o la investigación del Consejo, quien responda las llamadas tenga todo en orden para no verse involucrada. Creo que lo más prudente sería detener el contrato y no firmarlo hasta que todo esté claro, pero eso lo vemos en persona. Claro, Carmen, muchas gracias por responder la llamada, y espero que canalices esta investigación dentro de la empresa.

—Gracias a usted.

Bueno, señores, aquí hay que hablar claro. No es un asunto de la mipyme, es un asunto de una empresa estatal, y quienes están ahí para defender los bienes del pueblo son los funcionarios que, supuestamente, están ahí para revertir las ganancias en beneficios para la gente. José Manuel llegó a donde está por sus propios medios, pero ahora él mismo se metió en problemas, y tal vez debería dedicarse a arreglar otros asuntos en lugar de autos.

Le sugiero que se dedique a arreglar cosas que tienen que ver con los corruptos que lo rodean.

Voy a poner esto claro: no me envíen más videos denunciando la corrupción de la que ustedes mismos formaron parte. Tengo un par de denuncias en mi teléfono, pero si tú estabas en el bar del Cangrejo, disfrutando con dinero en mano, eres parte de eso. No me vengas con que te quitaron algo o que te engañaron. Bien engañado estás por hacer negocios con los comunistas. Y si te cobraron caro, eso es lo que te pasa por querer aparentar. No me escribas más sobre esas tonterías, porque la próxima vez que recibo una queja de alguien que fue parte de eso, lo voy a hacer público con nombre y número de teléfono.

¿Para qué te fuiste al bar donde estaba el Cangrejo? Ahora resulta que entraste, pasaste por ahí en tu carro, y luego dices: “Ah, sí, muy buena tu denuncia, te la recibo y la compartimos”. Pero tú estabas ahí, disfrutando con el Cangrejo, supuestamente junto al Tiger en un bar de no sé dónde en Cuba. No, mi hermano, si a ti te gusta esa vida, sigue en tu farándula y regálale el dinero a la tiranía. Eso no tiene nada que ver con visitar a tu familia, con darle comida a tu abuelo, con ayudar a tu mamá o con arreglarle el techo a tu tía. Eso tiene que ver con gozadera, con dólares y con alimentar al régimen. A mí no me mandes esas cosas si eres parte de ese juego, y te lo digo porque hoy no voy a ventilarte, pero te lo pongo como advertencia: no me manden más denuncias de fiesta si tú también eras parte de la fiesta.

La próxima vez que me llegue una denuncia de gente que estaba en la gozadera, voy a exponer a todo el mundo. Te pongo aquí el nombre y el teléfono del que me lo mandó, porque si fuiste parte de eso, no me cojas de bobo. No vengas con el cuento de que te engañaron, que te quitaron no sé qué. ¡Bien engañado estás! ¿Quién te manda a hacer negocio con los comunistas? ¿Quién te manda a meterte en ese rollo? No me vengas con que te quitaron el negocio y te hicieron tal cosa… ¡bien hecho que está! ¿Quién te manda a confiar en ellos?

Yo no soy reventador de peleítas pequeñas. Esto es por la libertad, es con el pecho al frente, sin ganar un peso y por un apostolado. Por eso tengo la autoridad moral para decirte a ti, si pretendes tomarme el pelo, que te mando a volar también. No me interesa lo que hagas en ese bar con el Tiger o que te hayan cobrado 60,000 pesos. ¿Qué me importa? ¿Qué haces tú ahí? ¿Qué tiene que ver eso con ayudar a tu familia? Bien engañado estás, bien clavado te tienen.

La próxima vez que me vengan con tonterías de estafas dentro de Cuba, se va para afuera también, porque tú eres parte de eso. Y si en Cuba hay bares que cobran 60,000 pesos, es porque hay una pila de «caras de tabla» que salen de aquí con su dinerito para allá. Con 60,000 pesos en Cuba eres rico, ¿y qué son 60,000 pesos? Como 200 dólares, ¿verdad? ¿Qué son 200 dólares? Una propina, nada más. Pero tú vas con tus 200 dólares creyéndote el dueño de la noche y con todo el barrio mirándote. Luego vienes a quejarte. No me cojas para eso. Si llevas tu dinero a los comunistas, bien engañado estás. ¡No me escribas más eso!

 

MANUEL MILANES  Consejo Para la Guerra Anticomunista CPGA

https://www.cpgalegal.org/

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