LEY ANTI-CUBANOS
Decidí hablar de esta nueva ley que fue publicada en la Gaceta Oficial. Esta ley introduce nuevas regulaciones sobre cómo van a funcionar las micro, pequeñas y medianas empresas, las cooperativas no agropecuarias y los trabajadores por cuenta propia.
La semana pasada discutimos la nueva ley de la empresa estatal, que supuestamente iba a desregular, ordenar, dar autonomía y eliminar los subsidios. Pero todo quedó en nada, ya que dieron marcha atrás. Ahora, como contrapartida, nos enfrentamos al temor que tienen a la posible propiedad privada, que aún no se ha materializado del todo. Hubo un momento en que se notó cierto abastecimiento y los precios bajaron, pero fue hasta que ellos intervinieron y empezaron a controlar todo. Mientras tanto, más personas—no todas, principalmente aquellas que trabajan para el Estado, los militantes del partido, los militares—se beneficiaron con la apertura de estos negocios y la distribución de las mipymes, aunque a algunos les pareciera caro.
Lo cierto es que a ellos no les interesa permitir una alternativa al Estado. Este tiene que ser lo principal, así que hay que regular todo. Primero crean problemas para luego brindar soluciones que no resuelven nada, sino que multiplican los problemas. Pero, claro, eso es parte de su estrategia.
Ya hemos hablado bastante sobre la persecución y hemos dado ejemplos de lugares donde están decomisando. Han decomisado las mercancías de las mipymes y las han vendido en las tiendas. Si van a decomisar, al menos roben para dárselo gratis a quienes lo necesitan, como un ladrón con una causa. Aunque el fin no justifica los medios, al menos sería algo. Pero no, estos son ladrones que venden lo que se roban. Eso fue lo que hicieron: todo lo que decomisaron lo vendieron en las tiendas en dólares o en divisas. Son ladrones, sinvergüenzas, descarados y delincuentes. Le roban al que lo tiene, al que lo compró, al que lo almacenó, al que lo cuidó, al que estudió, al que se arriesgó, al que debe. Eso se lo roban, lo decomisan con la excusa de que es injusto, de que están ganando mucho, y luego lo venden en la tienda en dólares o se lo dan a otras mipymes para que lo vendan a un precio casi igual. Eso es lo que han estado haciendo en los últimos días.
Si alguien cree que no es así, o que estoy mintiendo, que me lo desmienta. Tengo ejemplos que todavía no puedo sacar porque hay videos, fechas y documentos que comprometerían a quien me los manda. Nosotros no estamos fuera del ámbito noticioso, pero nunca ponemos en riesgo a nadie.
Ahora, las pruebas de que esto está ocurriendo las tenemos. Cuando sea posible, y cuando no arriesguemos a la persona que nos las envió, las mostraremos.
Como mencioné antes, dice que el objetivo es «facilitar la inserción de la mipyme de forma coherente en el ordenamiento jurídico como actor complementario que participa en la transformación productiva, comercial y de servicios». Pero lo interesante viene después. La ley establece que las mipymes pueden ser de propiedad estatal, privada, mixta o de organizaciones políticas, de masas y sociales.
Prepárense para ver mipymes del partido vendiendo tazas con la cara de Fidel y del Che, ganando dinero. Esto es corrupción a nivel de partido. Ahora es un negocio probado, genera dinero, y de repente vemos a gente que nunca ha tenido que ganarse la vida, haciendo dinero.
Además, la ley permite que las mipymes sean de organizaciones sociales. Prepárense para ver a la hija del Che con su propia mipyme, o a la gente de la Federación de la Juventud abriendo sus negocios. Venderán en dólares, con permisos de importación garantizados, abriendo almacenes y vendiendo lo que sea, porque ahora, por ley, se permite. Esto es lo que están haciendo.
En su momento, tenían que mostrar 3,000 mipymes, luego 4,000, 5,000, 8,000 mipymes. Y el ministro de Economía, de quien aún no se sabe nada—ni dónde lo tienen preso, ni qué están haciendo con él, ni si sigue entero o ya lo «caparon»—, impulsaba ese proceso junto a una viceministra que defendía las mipymes. También había un dueño de mipyme felicitado por el gobierno, otro en la Asamblea Nacional como diputado, haciendo un lavado de cara, diciendo que había que escucharle, mandando a callar a cualquiera, oponiéndose y discutiendo. ¿Recuerdan toda esa parafernalia, toda esa cortina de humo? Pues, después de todo eso, dijeron que solo se permitiría lo que no se podía hacer.
Pero ahora, ya de vuelta, no han dejado títere con cabeza: ninguna actividad profesional, ni creadores artísticos, nada de eso se menciona. Clases de repaso, shows, entretenimiento, actividades para niños en verano… todo eso se fue, todo se cerró. No se puede crear espectáculos, hacer eventos, promocionar artistas. No se pueden dar clases de repaso, ni reparar equipos médicos. Nada. Incluso la silvicultura y otras actividades forestales están paradas. Pero, señor, si estamos hablando de que no hay comida, ¿cómo van a frenar algo que puedes hacer en la agricultura? La extracción de madera también está detenida, pero si no hay muebles, no hay carpinteros, ¿cómo van a cerrar cosas que ni siquiera existen?
Denunciamos corrupción y, aunque tarden meses, terminan despidiendo a los responsables. Denunciamos corruptos militares de alto rango, y aunque esperan dos o tres meses, los trasladan. Denunciamos a funcionarios, y dos o tres meses después, también los trasladan, porque no quieren darnos la satisfacción de reconocer que se les despide por nuestras denuncias. Pero les damos seguimiento y vemos que al final los despiden.
En cuanto a la fabricación de calzado ortopédico, recuerdo algo llamado Cuba-RDA. No sé si todavía existe, pero era el único lugar en La Habana donde se podía conseguir una bota si un niño tenía una desviación en alguna extremidad, o una codera, o una Minerva. Todo era por encargo, con pocos recursos, y los materiales eran importados. Si hubo gente que logró evadir todo eso y empezó a hacer calzado ortopédico, ¿por qué lo cierran? Cuba-RDA nunca pudo satisfacer la demanda, nunca. Entonces, ¿por qué cierran lo que está ayudando? No les interesa. Quieren a la gente desesperada, improvisando soluciones, esperando, para que luego, agradecidos, le den las gracias al tirano de turno por un par de botas para sus hijos. Acaban de eliminar eso también, junto con la fabricación de equipos médicos.
Nada se dice de electromedicina. ¿Y cuántas vidas se salvaron en Villa Clara gracias a aquel dispositivo hecho por un opositor? No he sabido más nada de él; espero que esté bien, fuera de Cuba, junto a sus familiares. ¿Recuerdan a aquella familia donde el padre, tornero y trabajador por cuenta propia, utilizó su maquinaria, materia prima, recursos, inteligencia y habilidad para fabricar un dispositivo que permitía una doble toma de oxígeno de cada balón? Muchas personas se salvaron gracias a eso. Pero ahora, nada que tenga que ver con equipos médicos puede hacerse; está prohibido.
También han prohibido la fabricación de medios no tripulados. Imagínense, ya había gente en Cuba avanzando en este campo, tal vez hasta armando drones. Porque, ¿qué es un medio no tripulado sino un dron? Ya sea un barquito, un carrito o un dispositivo controlado remotamente, todo eso representaba un avance, y no lo hacía el Estado, lo hacían los cuentapropistas o una mipyme. Pues ahora, todo eso está cerrado, no se puede. Conozco personas que calibraban equipos, que ganaban mucho dinero calibrando pesas, o que reprogramaban y reparaban tarjetas de computadoras, incluso las de equipos médicos en hospitales. Todo eso también está cerrado.
Y ahora, ¿qué pasará? Si ni el Estado lo importa, lo produce o lo repara, y los privados que lo hacían ya no pueden, nos quedamos sin soluciones. Se han prohibido la instalación, reparación y mantenimiento de equipos médicos. La gestión de sistemas de alcantarillado, que también habían logrado los privados, también se prohíbe. Todo el avance que se había conseguido gracias al pequeño respiro de propiedad privada y descentralización se está revirtiendo.
ácido también está prohibida. Ya había gente reciclando, aprovechando el plomo de las baterías, recargándolas, reparándolas, extendiendo su vida útil, pero ahora eso también está prohibido.
¿En qué ayuda todo esto? Todo lo que están regulando y prohibiendo fueron logros de lo poco que habían permitido abrir. Ahora también se prohíbe el comercio al por mayor para los trabajadores por cuenta propia. Se acabaron los almacenes de mayoristas, a menos que te conviertas en una mipyme, y esa mipyme tendrá que usar un sistema contable auditado por el Ministerio de Finanzas y Precios. Cuando un auditor lo decida, podrá revisar todo lo que has registrado, te guste o no. La ley lo dice claramente: tendrás que usar un sistema contable certificado por ellos. Este sistema, llamado Versat o algo parecido, les permite revisar todo offline cuando lleguen a auditarte. Te revisarán si te fuiste por la izquierda, si hiciste algo en negro, si cumpliste con todo. Y según eso, te darán o no permisos de importación y exportación. Ahora, el negocio son los permisos.
Así es como empieza la historia cuando llegan las regulaciones tras un período de apertura. El negocio ahora ya no es tener una mipyme, sino contar con los permisos adecuados. Si siempre trabajaste por cuenta propia y nunca quisiste convertirte en una mipyme, ahora también te quitaron la posibilidad de importar. Olvídate de hacer comercio al por mayor o importar productos siendo un trabajador por cuenta propia. Ahora, la prioridad es la exportación y la recaudación de divisas, o al menos eso es lo que dicen, pero en realidad todo es pura palabrería. La verdadera prioridad es centralizar, eliminar la libertad económica, porque la libertad económica lleva a la independencia política.
¿Por qué? Porque quienes se han capitalizado y no están con el Estado podrían, en el futuro, financiar una postura en contra de la tiranía. Cuando alguien tiene poder económico, comienza a pensar: «Si fuera libre, si estos delincuentes no estuvieran en el poder, mi negocio podría crecer aún más». Todas las guerras han tenido un motivo económico detrás. La independencia de Estados Unidos surgió por los impuestos de Inglaterra; la independencia de Cuba, por los impuestos y el control de España. En Europa, las guerras también tuvieron motivos económicos. Ellos no quieren repetir esa historia; no quieren que esta nueva clase social, creada por el propio Estado con su «ordenamiento», y muchos de ellos cercanos al régimen, adquiera fondos suficientes para decir «Te conozco y ahora, con dinero, voy a tumbarte». Por eso, han echado para atrás todo.
Han prohibido la creación de academias. Olvídate de esos cursos para aprender a poner cejas, cortar cabello o cualquier otro oficio. Las barberías que funcionaban como escuelas, como El Fígaro, donde se enseñaba con arte y bajo el lema «Viva la Revolución», ya no pueden operar. Tampoco se puede realizar ninguna gestión no estatal que titule en modalidades docentes ni emitir certificados de cursos o talleres. Aquellos que enseñaban oficios como plomería, electricidad, carpintería, herrería, todos esos oficios esenciales para una Cuba libre, ahora tienen prohibido hacerlo. Y es precisamente lo que más necesita Cuba en estos momentos: oficios, más que títulos universitarios.
En Cuba, encontrar un plomero, un buen electricista, un ebanista, un herrero, es casi imposible. Estos oficios, que se transmitieron de generación en generación durante siglos, están desapareciendo. Los masones, por ejemplo, eran arquitectos que sabían cómo colocar las piedras en las construcciones cuando no existía la tecnología moderna. Construían castillos, edificios, pirámides, mausoleos, estatuas… y por eso tenían secretos entre ellos. Hoy, esos oficios son lo primero que eliminan. Sin soldadores, chapistas, mecánicos, la nación se desmorona. Mientras tanto, las universidades siguen produciendo una cantidad de ingenieros y médicos que, al graduarse, muchas veces no saben aplicar lo que han aprendido.
No estoy criticando ninguna profesión en particular, pero hay una cantidad de «economistas» que en realidad nos formaron como marxistas. En lugar de enseñarnos sobre el capitalismo, nos adoctrinaron con la plusvalía, diciéndonos que el capitalismo era malo y que la economía debía planificarse. Puro marxismo, sin libertad económica. Y claro, lo que realmente atacan es el oficio, porque el oficio es familia, es respeto, es arte, es disciplina. El oficio es cumplir, porque si haces mal un trabajo, el cliente viene a tu puerta a reclamar, y te conoce, porque todos en el barrio saben quién es el carpintero, el pintor, el ebanista, el zapatero, el talabartero, la costurera.
¿Dónde encuentras una costurera en Cuba hoy en día? Ya no existen, porque no se promueven. Quieren que todo lo compres al Estado, que dependas de ellos para todo. Los profesores de música también se fueron; ya no pueden dar clases fuera de las instituciones estatales. Conocí a muchos que me escribían desde Cuba, diciendo: «Me gradué, pero ahora doy clases por mi cuenta, o tengo una mipyme para poder cobrar». Eso también se acabó. Si eres profesor, te jubilas o trabajas ganando mucho menos.
Las actividades de programación cultural, música, arte escénico, literatura, artes plásticas, todo se terminó. Ahora todo es «patrimonio cultural comunitario». Si quieres cantar, hazlo en la casa de la cultura, o únete a una empresa estatal para que te represente, te pague lo que quieran y te censure cuando les convenga. Si no tienes una empresa del Ministerio de la Música, que además te dice qué cantar y cómo, entonces tienes que irte del país, como le pasó a mi amigo Ramón Lavado Martínez, censurado durante años en Cuba.
No les importa, y lo saben bien. Actividades de grupos circenses, compañías, orquestas, bandas, todo queda prohibido si no tienes representación estatal. Ya sea de manera individual o colectiva, se acabó la libertad. La única excepción es lo que permite el creador audiovisual. Ahora, si quieres trabajar en esto, tienes que estudiar bien cuál es el decreto, qué te dejan hacer y qué no. Ya no se autoriza la creación, promoción ni comercialización de catálogos de artistas y otras especialidades artísticas. El pequeño respiro que dieron, el mismo que levantaron como bandera, ya se acabó.
Ya obtuvieron lo que querían. Europa renovó su tratado de diálogo y colaboración económica, y la administración Biden emitió todas las licencias. Ahora, quienes están en la «guara» tienen licencia para importar autos y para otras actividades comerciales. Me lo decía alguien que trabaja para una de mis empresas: «Si no compraste un carro al principio, ya no lo compres. Los primeros fueron los que se beneficiaron, porque cuando la tiranía abre, hay que aprovechar rápido. Ellos siempre corrigen y cierran, porque abren para ellos mismos».
Alguien me explicó que el permiso para que los colaboradores trajeran autos era en realidad para los que estaban molestos porque no habían podido hacerlo antes. Esos permisos eran para los colaboradores de confianza, que sabían que podían traer dinero, porque hay muchos trabajando en países con altos ingresos, atendiendo príncipes, jeques, primeros ministros, empresarios… como médicos personales. Todo eso lo cobra la tiranía, y claro, a esos les pagan más porque están más cerca del poder. Y a esos, claro, hay que dejarlos traer sus carros.
¿Cuál es la mala y la buena noticia? Empecemos por la buena. La buena noticia es que mientras haya mercado, demanda y necesidades por cubrir, todo seguirá funcionando. Aunque intenten regularlo, todo eso que creen que no se va a hacer seguirá ocurriendo, porque el mercado es irreverente, es anárquico, y no cree en el Estado. El mercado se impone.
Ahora, la mala noticia es que todo será más caro. Con el componente de ilegalidad, no todos se atreverán, no todos podrán, y no todos se la jugarán. Así que los más arriesgados, aquellos que no tienen otra opción o que llevan años en esto sin creer en las regulaciones, seguirán, pero con precios más altos. Al final, quien paga es el consumidor, el cubano de a pie, mientras el funcionario siempre encuentra una manera de hacerlo gratis, sea por corrupción o por algún favor político.
¿Y quién sale perdiendo? El ciudadano común, el que está lejos de la cúpula, el que cada día se levanta buscando cómo sobrevivir. Eso es lo que logran con estas medidas. Ahora la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) ya lo dice claro: hay leyes, y usted, estimado contribuyente, puede ser regulado bajo el amparo de la ley. Y si no cumples, te congelan la cuenta, te cierran el negocio, te meten preso, te impiden salir del país. Y no olvides que la evasión fiscal puede llevar hasta cinco años de cárcel. Confiaste en la tiranía y te hiciste mipyme, pues ahora no puedes salir hasta que pagues todos los impuestos. Confiaste en la tiranía y te hiciste trabajador por cuenta propia, confiaste y te fuiste a vender carros o a llevar equipos, confiaste y compraste una casa para montar un negocio… ahí tienes las consecuencias.
¿Y de quién es la culpa? No es mía, ni de los Estados Unidos, ni de los activistas que te acusan de cómplice, ni de las redes sociales que denuncian tu corrupción y doble moral. La culpa es tuya, por no haber visto la naturaleza del tirano.
Ahora, la ONAT informa que los contribuyentes deben usar cuentas fiscales para realizar pagos de tributos, comprar insumos, pagar reparaciones y entidades estatales. Además, los titulares de estas cuentas están obligados a declarar los datos a las personas naturales y jurídicas con las que se vinculan para realizar pagos mediante transferencia u otro instrumento. Te tienen controlado por el banco. Además, por ley, debes usar un sistema contable certificado por ellos, y si vendes más de 500,000 pesos al año, ese sistema puede ser auditado en cualquier momento.
Esto no existía antes. También han impuesto nuevas regulaciones fiscales. Y esto no se acaba aquí; habrá más programas, más control. Todo esto resultará en menos mipymes y menos trabajadores por cuenta propia. Y si no hay más mipymes ni más trabajadores independientes, que, aunque fueran inestables y de baja calidad, al menos ofrecían algo en el mercado, ¿quién va a suplir esa necesidad? Si abrieron estos espacios porque el Estado no podía cubrirlos y ahora los cierran mientras el Estado sigue sin poder, ¿cómo va a comer la gente? ¿Cómo se va a vestir? ¿Cómo se va a transportar? ¿Cómo se va a curar, estudiar o comunicar?
Nada. Nos están llevando de vuelta a las cavernas. Rebelión es la única respuesta, porque lo que buscan es mantenernos en la mayor indefensión posible. No quieren que pensemos en cómo ser libres, solo en cómo sobrevivir al día siguiente.
MANUEL MILANES Consejo Para la Guerra Anticomunista CPGA