La vida pone a TODOS en su LUGAR El FIN del Candidato de la LISTA de los PAYASOS

 

La vida pone a TODOS en su LUGAR  El FIN del Candidato de la LISTA de los PAYASOS.

Antes de empezar, quiero señalar cómo las ratas empiezan a abandonar el barco. Esto es algo que he aprendido a base de experiencia, y mi fe católica me ha sido de gran ayuda: practicar la humildad, evitar la arrogancia y mantener los pies en la tierra. Mi religión y mi fe me han guiado; pero antes de entregarme a Dios, la vida misma me puso en mi lugar. El mundo te aterriza. Puedes pensar que eres el más rico, hasta que te das cuenta de que hay alguien con cien veces más dinero que tú y que, a pesar de eso, se comporta con humildad. Eso te hace entender por qué tiene lo que tiene. El mundo te aterriza.

Cuando te dejas llevar por fantasías y te crees cosas, el mundo te baja a la realidad. Puedes pensar que eres el más atractivo o el más deseado, hasta que un día alguien te dice que necesitas cuidarte, y te preguntas: «¿Qué pasó aquí?», porque creías ser invencible, hasta que el mundo te aterriza. Depende de ti si tienes la capacidad de escuchar y entender esas lecciones. Y así es como se ve que las ratas empiezan a huir del barco.

Estamos viendo cómo uno por uno empiezan a desmarcarse, diciendo cosas como que solo votarán por Otaola porque no hay otra opción. Se están alejando, después de que en algún momento pudieron haber creído que él iba a ganar y le decían a diario: «Vas a ganar, sigue adelante». Ahora, ¿cómo se distancian? Todas estas plataformas se desplomarán en cuanto sea oficial que perdió, lo cual será el 20 de agosto. Ya perdió, no hay más que hacer. Basta con ver la

entrevista y preguntarse: ¿qué reacción habrá en un condado donde la mayoría son angloparlantes y norteamericanos? Puede haber muchos cubanos en Miami-Dade, pero la mayoría no lo son ni están interesados en lo que ocurre en Cuba. Aspirar a ser alcalde de un condado sin conocer su funcionamiento ni tener la mínima preparación institucional fue muy atrevido. Si algo hay que reconocerle al leviatán, es su atrevimiento, su arrogancia, su ignorancia, su locura y su desconexión con la realidad.

Vimos la entrevista que Jim DeFede de CBS News Miami le hizo a Alexander Otaola. Lo primero que destaco es que el entrevistado perdió el 50% del tiempo disponible porque tuvo que llevar un traductor, ya que no sabe inglés. Imagínate, si un alcalde necesitara un traductor, sería otro salario pagado con impuestos; tendríamos que cubrir ese gasto. Además, ¿cuánto se alargarían las reuniones esperando que se traduzca lo que dice cada persona? Así fue la entrevista. Los que ya sabíamos que esto no era más que una distracción y una payasada, ahora lo tenemos confirmado.

Quiero que te pongas en la piel de un estadounidense viendo esta entrevista. Olvida por un momento que somos cubanos. Toma distancia. Al analizar algo que nos afecta directamente, es importante distanciarnos. Ahora, imagina que eres americano y ves esta entrevista. ¿Qué conclusión sacarías?

El periodista pregunta por qué quiere ser candidato, por qué se postula, por qué quiere ser alcalde del condado de Miami-Dade. Y dice el candidato que salta a la política por la exigencia de sus seguidores, que la gente quiere cambios en Miami-Dade y está cansada del establishment y de los políticos que solo buscan votos. Desde el principio, lanza una explosión: «¡Los políticos mienten y la gente está cansada!» Pero, en la campaña anterior, no paró de hacer política, de decir que habían teñido a Florida de rojo. Este tipo está loco, sin medicación, y ahora dice que todos son corruptos, que nadie les cree y que solo buscan votos para luego no hacer nada. Esa es la estabilidad emocional de este candidato.

Para los que no entendieron: Él dice que quiere hacer las cosas de manera diferente y que va a cambiar todo. Que se siente capaz de representar a la mayoría en Miami-Dade, donde más del 40% o 50% no habla español. ¿Cómo vas a representar a esa población si no hablas inglés? Es una pregunta válida. Este señor lleva 20 años aquí, quiere postularse y no habla inglés. Eso es una ofensa para los norteamericanos. «¿Cómo pretende representarme si ni siquiera se ha molestado en aprender mi idioma para comunicarse conmigo?» Es una falta de respeto a los votantes norteamericanos que no hablan español.

Con respecto al uso de un traductor dice… «La gente lo que necesita es entender el mensaje, y ellos entienden lo que digo con un traductor». Puedo leer el teleprompter, puedo escribirlo, pero prefiero hacer la campaña en español para asegurarme de que el mensaje llegue sin distorsiones por una mala pronunciación o un uso incorrecto del idioma».

¿Se imaginan a un alcalde que necesite un traductor para todo? «¡Alcalde, alcalde, hay un incendio y hay que tomar medidas y formar una comisión!» Y el alcalde pregunta: «¿Qué dijo? ¿Qué está pasando ahora? «Ah, que hay un incendio. «Ah, diles que primero llamen a los bomberos…» ¿Se imaginan qué locura, qué disparate sería eso? Solo miren la cara de ese señor. Cualquiera que haya hablado con un americano sabe que esa expresión dice: «¿Y este payaso de qué está hablando?»

¿Qué es lo que realmente va a hacer? Un alcalde que llega creando comisiones para, como lo ve un americano, perseguir a alguien según su ideología. Nosotros odiamos el comunismo; nadie lo odia más que yo. Mi organización se llama anticomunista, y las que no se llaman así buscan la libertad y la democracia. Nosotros somos el Consejo para la guerra anticomunista; nadie ha puesto un nombre tan claro y definido contra el comunismo como esta organización.

Pero para un americano, crear una comisión que decida quién es comunista o no es una persecución por su ideología política, y eso va en contra de los principios de esta gran nación. Aquí no se persigue a nadie por cómo piensa, ni por su posición ideológica, ni siquiera por ser comunista. Aunque hay leyes antiguas que dicen que podías ir preso por eso, tienes que demostrarlo. ¿Quién lo demuestra? ¿Cómo? ¿Qué comisión? ¿Quién la compone?

Y ahí es donde el americano que vio esa entrevista se enreda. Apagó y pensó: «A este ni lo quiero en la boleta. Por ahí no paso. No, párate ahí». Entonces, ¿estas comisiones van a decidir quién es comunista y quién no? ¿Cómo va a funcionar eso? Y es que ya existe el FBI, la fiscalía, los tribunales, y las denuncias en la sociedad civil. ¿Qué hace un alcalde persiguiendo a alguien para ver si es comunista o no? No sabe lo que dice. ¿En qué país vive? ¡ Sal del CDR, deja de cobrar cuotas, ¡quítale el carné a los cederistas!

Y ante la pregunta del periodista sobre si van a demandar a los que creen ellos que son comunistas, el candidato responde que sí; lo que pretenden hacer es pedir investigaciones sobre negocios en Miami-Dade que podrían estar lavando dinero para dictaduras.

Como si no existieran ya agencias especializadas en lavado de dinero, como si no existieran agencias que revisan a los represores que se esconden en este país. Conozco una oficina del FBI que está totalmente equipada; solo necesita el valor de un cubano que dé testimonio y pruebas, con un fiscal federal, un tribunal federal que respete el derecho, el debido proceso y el derecho a la defensa. Pero necesitas pruebas para que eso proceda. Esa oficina existe, lo sé, y doy testimonio de ello. Pero no, este payaso dice que no, que hay que crear una comisión.

Incluso se atreve a decir que es libertario, que quiere un estado mínimo, que bajará los impuestos… Lo que te han dicho tus compatriotas, aunque no estés de acuerdo por cómo te lo dicen o porque no les gusten tus payaserías, ahora te lo dice un americano.

Esto, señores, no fue una bofetada, fue un bombazo. Si no aterriza con esto, no sé con qué lo hará. Porque el periodista lo dijo claramente: «¡Siéntate ahí, culicagado, y entiende esto! ¡Escucha bien! ¡Siéntate ahí y aprende! Si quieres cambiar los problemas de lavado de dinero, postúlate como fiscal. Hay candidaturas para fiscal, preséntate para eso. Si quieres mejorar el sistema educativo del condado, corre para el Board de Educación; también hay elecciones para eso. Si quieres cambiar la política migratoria, postúlate como congresista, porque el alcalde del condado de Miami-Dade no tiene nada que ver con eso. No es el alcalde quien cierra y abre negocios».

Ok, ¿qué se viole la independencia de poderes y que un alcalde diga: «¿Investiga esto, este es comunista porque lo dice la comisión, investígalo»? Y mira aquí, esta escuela es comunista. «Yo

Les hablo desde mi experiencia. Yo trato bastante con norteamericanos; vivo en un pueblo donde casi no se habla español. Logramos que haya una misa en español una vez a la semana, pero todas las demás son en inglés. Y cuando he dicho disparates en inglés, he visto esas mismas caras, así que sé bien de lo que hablo. Es una expresión que ya conozco por experiencia propia.

Sigue diciendo Otaola: «Con la alcaldía del condado de Miami-Dade no permitiré que los comunistas logren penetrar Miami, tal y como lo intentaron tras la victoria de Fidel Castro». Para eso planeo someter a votación, obviamente con las comisiones en las diferentes ciudades y en el condado, la creación de comisiones que encuentren la penetración comunista en nuestro condado».

Entonces, según este candidato, la solución es decirle a un americano, cuya historia está llena de cacerías de brujas, persecuciones políticas y campañas de desprestigio acusando a otros de comunistas, ¡que él va a hacer lo mismo! ¿Con qué criterio? ¿Quién decide? ¿En el CDR? ¡A mí me han llamado comunista muchas veces! ¿Se imaginan a una persona mentalmente inestable como esta, con una asesora esquizofrénica como Liu Santiesteban? No soy psiquiatra, pero parece bastante loca. ¿Se imaginan a alguien así en una comisión diciendo: «¿Es comunista, métanlo preso»?

Y ya, ellos lo deciden. Y como es una comisión y él es el alcalde, con poder en mano, un loco puede hacer locuras y cometer injusticias. Porque dice que lo llevará a votación. Entonces, ¿lo va a hacer o no? ¿Cómo va a «limpiar» Miami? Está asumiendo que los políticos de Miami permiten negocios comunistas. Está asumiendo que los políticos electos permiten que en sus distritos haya negocios comunistas sin denunciarlos.

soy alcalde y tienes que investigar eso». Esa es la mentalidad comunista: violar la separación de poderes. Seguro, el periodista está pensando: «¿De dónde me sacaron a este tipo?».

¡Y el candidato entrevistó a Donald Trump! Dijimos aquí que el hombre lo hizo. Es valiente. Fue con su turbante, lleno de gangarrías, y miren cómo pretende ser correcto ahora. Se puso un trajecito, se puso las mejores gafas, se quitó la gangarriera; porque está metido donde no sabe, porque está inseguro, porque sabe que esto lo tiene sin dormir, porque ha sido un error, porque su arrogancia y su soberbia no le permitieron darse cuenta cuando el mundo lo aterrizó. Cuando el mundo le dijo: «Vas mal, no tienes nada que hacer, vas a ser la burla, nadie te va a apoyar». No creas que esos 1,000 views son no sé cuántos mil votos. Es como que yo me crea que 200,000 personas se van a ir para Cuba conmigo mañana.

Y eso tienes que entenderlo. Tu audiencia no es completamente leal a ti. Esto es contenido y la gente se entretiene, y tú aprovechas para meter tu mensaje, y vas creando lealtades, y vas creando gente que sí dice: «No, tranquilo», y ves la reacción de la gente, y te sientes mejor o no con lo que la gente reacciona. Se creyó que toda esa gente iba a ir corriendo a votar por él, que todas esas gentes eran americanos y vivían en Miami-Dade. Oigan esto, oigan esto. Pero todo eso se le dijo. Soy consciente, porque fui uno de los que se lo dijo en privado. Le dije: «Eso es un disparate». Estás por encima de los políticos. No puedes evaluar a los políticos con tu plataforma. Eso es un disparate, te va a hacer daño.

Bueno, los socialistas son así; los socialistas multiplican el error. Está actuando como lo que es un cederista socialista. Se equivocó antes, pero ahora quiere ser alcalde porque, según él, todos los republicanos y todos los representantes estatales y federales le deben algo. Y porque él es «el tipo», y porque Trump vino a verlo a él.

¿Cómo lo ve un americano? Y es que hoy apoya a uno, y mañana a otro. Tiene debilidad de carácter; un día defiende a Trump y otro a Hillary Clinton. No, no, olvídate del chisme, la porquería, la debilidad de carácter, y de hacer lo que es conveniente, esa flojera del cubano que es resultado directo del comunismo. Ponte en los zapatos del americano que está viendo la entrevista. Si no se fue cuando no habló inglés, ni cuando quiso crear una comisión para perseguir personas por su ideología, ahora sí se fue porque vio a un sinvergüenza, a un cara de tabla.

¿Cómo me vas a decir que vas a impedir que vengan los artistas si yo te estoy viendo saludando a los mismos artistas en Cuba, bailando con ellos, y promocionando en la televisión de Miami el show de los Van Van en Cuba para que vinieran los Van Van? ¿Qué americano puede votar por esto, señores?

Le puedo aceptar eso a cualquiera que lo diga, menos a él. Este señor tiene su plataforma llena de acusaciones contra gente por fotos de hace 30 años. ¿Acaso la otra persona no podía pensar diferente hace 30 años? ¿No podía ser pionero? Y él te saca una foto con no sé quién, y ya por eso eres comunista, ya por eso hay que atacar, cerrar plataforma, y ya eres un agente de opinión. O llega un opositor, y en el aeropuerto no dice «me cago en la madre». Ah, no, ese vino flojo, no puede venir; tiene que aprender a administrar lo que habla.

Pero él sí, él era demócrata, y todos lo sabemos; además seguía una línea editorial. Entonces, ¿un artista no puede ir a un evento en Cuba siguiendo la línea editorial de su empresa? No, pero a él sí hay que entenderlo, pero al artista no. Otra persona no puede cambiar, no puede haber sido pionero y ahora ser anticomunista. No, si fuiste pionero en Cuba, ya no tienes remedio. Y mientras tanto, él tenía un canal aquí desde hace siete años, denunciando. Ah, pero ¿y antes de esos siete años, cuando eras demócrata y defendías el intercambio cultural por una línea editorial que te pagaba? Ah, pero a él sí hay que entenderlo, a él sí.

Bueno, señores, Otaola… Aunque dije que no iba a decir su nombre, es el candidato. Aunque le pagué un total de $36,000 para anunciar mi compañía de préstamos de negocios, no conseguí ni un préstamo ni un seguidor en su plataforma con esos $36,000, seis meses después… Pues ese candidato, en aquel momento, pretendía involucrarme en el parón. Y el parón no especificaba a través de qué medios. Era parón cero, y yo siempre decía: es una decisión personal, lógicamente. Y, como siempre he dicho, si mi madre estuviera viva, le mandaría dinero. No dejaría morir a mi madre, aunque sepa que me están cobrando un chantaje, un rescate, como si fuera un secuestro. Y siempre lo he dicho, busquen todos los videos.

«Sí, el dinero pasa por la tiranía, pero es una decisión personal, y cada persona tiene que administrarse, mandar lo necesario, no excederse, no especular, no alimentar la tiranía». Pero el otro extremo es dejar sin comer a tu mamá o a tu hijo. No me van a decir que él decía que no. Eso es mentira, esa no era la publicidad ni el mensaje… y ahora, otra mentira. Dice que por ideología va a perseguir al mismo que antes apoyaba, y ahora tampoco quiere que la gente se ocupe de sus cosas. ¿Qué es esto? ¿De dónde salió este tipo?

Él responde: «Fui a Cuba enviado por el canal de televisión donde trabajaba. Me dieron una lista de artistas que debía entrevistar y negocios que debía promocionar, y cumplí con la línea editorial del canal. Mira qué bien… Espera un momento, mira qué bien. El candidato seguía una línea editorial; hacía lo que le pagaban por hacer, pero ahora un músico no puede participar en un evento en Cuba porque lo manda la empresa que le paga. Y un músico no puede venir aquí y no decir que apoya la tiranía porque tiene que regresar, y allí tiene su casa, y le pueden quitar a la

familia. No, eso no lo puede hacer tampoco. No, no, no, no. Un músico no puede seguir la línea editorial de la empresa que lo mantuvo, que lo trajo aquí. No, tampoco. Un músico no puede visitar los negocios que le dijeron que debía promover. No, eso tampoco. ¿Por qué? Porque ahora todos cambiamos, el leviatán cambió, y todo el mundo tiene que cambiar. Y ahora él es valiente, y todos deben ser valientes como él. Ya no es demócrata, y todos deben ser como él dice. Porque él cambió, y hay que entenderlo a él. Pero antes, no. Yo le digo doble moral y falta de carácter a los músicos, pero también entiendo que tienen presiones, que esa es su situación. Entiendo que yo ya superé eso y asumo mis riesgos, pero también entiendo que otros pueden tener más riesgos que yo con una postura. Eso hay que entenderlo. Eso es el leviatán.

Puede pedir perdón por todos sus desmadres a todo el mundo, y eso también hay que entenderlo, porque ya pidió perdón y, además, la gente lo entendió. Pero, oigan, la composición demográfica del condado: angloparlantes, ideología de izquierda, afroamericanos, puertorriqueños… Está ponchado con los cuatro. No tiene un voto en esos grupos, que son la mayoría en Miami-Dade. Hablando pragmáticamente, esto es un cuento de bodega. No tengo que ser jefe de campaña para verlo. Si estás vendiendo arena en el desierto, váyase. Tienes que vender agua en el desierto, y este hombre está vendiendo en Miami-Dade burla a los afroamericanos, persecución a los de izquierda, no conectar con los angloparlantes y burla a los puertorriqueños. Eso es lo que te están diciendo en la entrevista, y él lo acepta porque no le queda de otra. Y es lo mismo que se le ha dicho durante un año. Pero a los que se lo decimos desde hace un año nos llaman envidiosos, dicen que queremos su plataforma, que somos comunistas, que tenemos relaciones con la tiranía. Ah, no, pero este es Yuma, este vino con la bazuca, este sabía lo que hacía. Este es un buen periodista. Vino con la bazuca.

En cuanto a la pregunta de por qué ningún político ha aceptado endosar su campaña, él responde: «realmente yo no busco el endorsement de los políticos».

En su fatal arrogancia y absoluta ignorancia, pensó que ir a su programa era sinónimo de apoyo. No, hombre, no. La gente va a tu programa porque cree que tienes la audiencia que dices tener, y

como quieren enviar su mensaje, pues ven una oportunidad. Pero ir a tu programa no es lo mismo que apoyarte. Es como si yo pensara que, porque un congresista me da una entrevista y lo anuncio aquí, automáticamente voy a ser alcalde. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Nada que ver. La gente va a tu programa porque les haces creer que lo ve mucha gente, pero de ahí a que eso signifique apoyo a un candidato…

Mira esto: apoyar a un candidato que no conecta con los angloparlantes, que se burla de los afroamericanos, que dice que va a perseguir por ideología a través de comisiones, incluso violando la libertad y la independencia de los poderes, que se burla de los puertorriqueños, y que va a tener mayor gasto público porque necesita un cuerpo de traductores al lado. ¡Qué locura! Además, todo el mundo sabe que iba a los bares y ahora dice que no, que le decía puerco a Donald Trump y ahora dice que sí lo apoya. Que promovía remesas y viajes, y ahora dice que no. Eso lo sabe todo el mundo. Los políticos profesionales, sin importar su actitud personal, tienen un equipo que les dice: «Espérese, eso no va a ningún lado, quédese callado». Pero él se alzó diciendo que había puesto a María Elvira, a Ileana, y que todos esos políticos que él supuestamente puso tienen que hacer algo.

Ahora, a él no le interesa que lo endose ningún político; pero el candidato ahora mismo está haciendo público que a él lo endosa una candidata a representante estatal, además demócrata.

Bueno, ahí tienen a Monique Nicole Mayo. Es una candidata a ser representante estatal por el distrito 107 por el partido demócrata, ¡pero al candidato no le interesa que ningún político le endose! De esto tuvo que agarrarse; de lo que le trajo el tren, fue lo que llegó. ¡Déjame montarme aquí para decir que alguien me apoya! Tuvo que agarrarse de algo, de lo que sea, de lo que venga, porque tiene que mostrar que alguien lo apoya, aunque sea demócrata, aunque no vaya a ganar, aunque sea la más estatal. ¡Si no tengo político, tengo que agarrar lo que pase!

Ahí lo tienen. Si no necesita a un político, ¿qué hace con esto? Ahora, déjenme decirles lo positivo y lo negativo. Lo positivo depende del candidato. Si él entiende que no debería seguir quitándole votos a un candidato serio, republicano, con experiencia, que habla inglés y sabe cómo funciona una alcaldía, podría hacer lo correcto: apoyar esa candidatura en lugar de seguir perjudicando la posibilidad de que salgamos de un alcalde demócrata en Miami-Dade. Podría llamar, ponerse serio, y poner todos sus recursos a disposición del otro candidato; pedirle a su pequeño porcentaje de votantes que apoyen a alguien más capaz. Eso sería positivo, pero depende de él.

También sería positivo si por fin entiende que ha ganado la reputación de payaso y que de ahí no va a salir, por irresponsable, por sus exabruptos, por su falta de humildad y deslealtad. Está catalogado como un payaso, y quien no se lo dice es porque no quiere problemas con él. Si se pone positivo y deja de hacer esta payasada, podría recuperar un poco de credibilidad, aunque solo sea la poca que le queda por encima del entretenimiento. Todo el que lo ve, lo hace para entretenerse, para reírse del chisme. ¿Quién podría creer que él, desde la catedral del chisme, podría instalarse en la alcaldía de un condado del sur de la Florida? Nadie.

Lo negativo es muchísimo. Este payaso pretende ser el leviatán, el líder, el de mayor audiencia e influencia. Luego de este fracaso, es casi una ofensa que alguien serio te llame «youtuber» o

«influencer». Ser youtuber ahora significa desmadre, tontería, locura. Influencer, ni hablar. Es el tipo que hizo el ridículo y ahora cree que puede ser político. Entonces, que nadie me venga a llamar YouTuber para ofenderme. Hay quienes siempre quisieron serlo; me decían «youtubero» y después desaparecieron. Seguro están haciendo algo mejor, porque lo otro lo hacían terrible.

Ahora veremos a los que van a abandonar el barco: «Esto se está hundiendo y yo no me voy a quedar con esta gente». Me voy, te quiero mucho, candidato, pero vamos a ver qué pasa». Y así va la cosa, todo un chiste de mal gusto.

 

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