Manuel Milanés comentó en su programa que recibió un consejo donde le decían que en sus llamadas a cuba no podía decir buenos días para presentarse, pues eso denotaba que no era cubano y saltaban las alarmas.
Sobre el tema, el empresario desató un debate sobre la verdadera identidad del cubano. En su opinión es el comunismo el que ha acabado con la identidad del cubano.
“Eso es lo que el comunismo quiere imponer como imagen del cubano. Es lo que el comunismo ha hecho: deteriorar la imagen del cubano. Busquen fotos. Yo tengo un libro que me regaló alguien que ha ganado mi cariño y respeto. En ese libro, entre otras cosas, hay fotos de antes del 1959, antes del desastre del 1959. En esas fotos, todo el mundo lleva saco, están bien vestidos, y se puede observar que no todos son ricos. Se decía «buenos días», «Doña», «Don», «señor», «señora», «amigo», «amiga», y había respeto y educación”, afirmó el filántropo.
En ese sentido, se pregunta “¿Por qué debemos conformarnos con lo que el comunismo nos ha impuesto por la fuerza? Yo soy cubano y digo «buenos días». Si estoy en un transporte público y veo a una mujer, le cedo el asiento. Puede que estemos en extinción, pero quedamos algunos. Creo que hay que defender nuestras tradiciones, nuestra familia, fe, moralidad, respeto, valores y virtudes. Todo esto es el antídoto al comunismo”.
El también creador del Consejo para la Guerra Anticomunista (CPGA) no se amilana ante comentarios contrarios. Asevera que continuará saludando con un «buenos días», y si tal gesto intimida a los comunistas, entonces exhorta a todos los defensores de la libertad cubana a hacerlo.
“El comunismo no crece en la luz, sino en la oscuridad y la inmundicia. A pesar de los comentarios, seguiré diciendo «buenos días». Si el saludo «buenos días» intimida a los comunistas, animo a los luchadores por la libertad de Cuba a que comiencen a decir «buenos días». Hagan ese experimento social: miren a alguien y díganle «buenos días»”, recalcó.