El empresario Manuel Milanés revela audios de la policía cubana durante los días en que se celebró la Cumbre del Grupo de los 77 más China en La Habana. De acuerdo con el fundador del Consejo para la Guerra Anticomunista (CPGA), esa organización tiene acceso a diario a conversaciones de la radio policial de la dictadura comunista.
“Vamos a escuchar lo que la policía no quiere que Miguel Díaz-Canel sepa que ellos hablan. Todos estos chivatones de la PNR son unos pencos”, expresó Milanés.
En una parte de la conversación de escucha a dos agentes hablar sobre cuestiones de seguridad de los aviones que llegan al aeropuerto José Martí. En el diálogo se evidencia la falta de seriedad y seguridad que atañe a las operaciones aéreas.
“Ellos querían saber todo del avión que pasara por ahí. Señores, pero hay un registro en la torre de control aéreo. Cómo ellos no van a saber el avión que está llegando ahí ¡Qué locura es esa! Allí tiene que haber un plan de vuelo y ahí lo saben todo en la torre del aeropuerto, tienen que saber todo el avión que entra y sale. Cómo están preguntando si hay faltante de un avión”, refirió el youtuber para poner en evidencia el “disminuido coeficiente de inteligencia” de la policía castrista.
“Eso es para que usted vea que, cuando en la escuela o por la televisión le dicen a su hijo «Policía, policía, tú eres mi amigo», a quien realmente están llamando amigo es a un borracho delincuente”, explicó el economista.
“No tiene nada que ver que juegue a la lotería; lo malo es que juegue a la lotería y se lo comuniquen por la radio de la policía, la misma policía que detiene a un individuo por un juego menor y lo encarcela. Eso es lo que está mal. Por eso, en una Cuba libre, tiene que haber una lotería benéfica, y las iglesias deben poder hacer rifas y bingos. La lotería es parte de nuestra sangre. Al cubano le gusta probar suerte; está en nuestra idiosincrasia. ¿Por qué no puede haber lotería? Si ellos, los que detentan el poder, quieren, la hay. Ellos juegan, apuestan, realizan apuestas deportivas, juegan a los gallos, apuestan en carreras de caballos, en carreras de autos, juegan a la lotería. Si ellos lo hacen, ¿por qué no todos? ¿Por qué solo ellos pueden jugar y a nadie más se le permite?”