Los gobernantes comunistas emitieron una serie de medidas de estricto cumplimiento para enfrentar la enésima agudización de la eterna crisis energética que atraviesa el país. Sobre el tema comentó en su habitual directa en redes sociales el influencer, Manuel Milanés.
Por ejemplo, para el también empresario y filántropo es cuestionable la viabilidad de fomentar el teletrabajo en un país donde las infraestructuras tecnológicas son prácticamente inexistentes. La falta de energía eléctrica y la ausencia de acceso a Internet resultan ser barreras insuperables para cualquier intento de trabajar desde casa.
No menos polémica es la propuesta de reducir actividades consideradas «no esenciales» y aplazables. Milanés reta al Partido Comunista de Cuba, preguntándose si las reuniones de la juventud, el congreso de los CDR, entre otras, entrarían en esta categoría.
La promesa de proteger la distribución de la canasta familiar normada también se somete al escrutinio de Milanés. En ese sentido, el anticomunista, denuncia la deuda acumulada con los cubanos en términos de productos básicos y compara las políticas de racionamiento en Cuba con las medidas adoptadas durante la Segunda Guerra Mundial en Europa.
Milanés resalta que el verdadero golpe vendrá con las «afectaciones en la transportación, principalmente local», previstas para el próximo octubre. Este hecho, sumado a la mala gestión del combustible y la amenaza de más apagones, parece presagiar un futuro oscuro para los cubanos. No es descartar que pronto se produzca una nueva revuelta popular.
Por otra parte, Milanés cuestiona con dureza el gasto gubernamental en viajes y eventos internacionales, mientras el pueblo paga el precio de una administración derrochadora. Además, es evidente el gasto en aparatos represivos y la detención de personas inocentes. Sugiere que los recursos empleados en mantener detenidos a más de mil presos políticos del pasado 11 de julio de 2021 podrían usarse en pro del bienestar del pueblo.