Manuel Milanés realizó sendas llamadas telefónicas a las autoridades de Salud Pública en Holguín para averiguar por la falta de sueros que se utilizan en pacientes oncológicos. Los funcionarios de atención a la población sintieron impotencia ante las verdades vertidas y colgaron el teléfono. Según el empresario, los medicamentos se puede comprar en efectivo en los Estados Unidos.
Las revelaciones de Milanés ponen en evidencia que, a pesar de que Cuba compró medicamentos y otros bienes por 37 millones de dólares a los Estados Unidos en junio, los sueros esenciales para tratamientos oncológicos no formaron parte de esas importaciones. «¿De qué embargo hablan?”, cuestionó Milanés, refiriéndose a las compras de lujo realizadas por el gobierno cubano.
La urgencia de la situación fue ejemplificada con el caso de Estela Lorenzo González, una paciente de 52 años diagnosticada con linfoma no Hodgkin. A pesar de la gravedad de su condición, se le informó que su enfermedad «no llevaba tratamiento» y fue enviada a su hogar sin ninguna ayuda médica. Posteriormente, su familia descubrió que la verdadera razón era la falta de medicamentos necesarios.
La lamentable realidad de los hospitales cubanos, en particular el hospital Lenin de Holguín, fue expuesta por Milanés al narrar los desafíos que enfrentan los pacientes que buscan atención y medicamentos. Las evasivas respuestas y desvíos por parte de las autoridades de salud refuerzan la opacidad con la que se maneja la crisis.
En su llamado final, Milanés resaltó la importancia de la propiedad privada como herramienta contra el comunismo y urgió a su audiencia a unirse en la denuncia y la presión para salvar vidas en Cuba. Hizo un llamamiento especial a sus seguidores, pidiendo su apoyo para dar a conocer la grave situación que viven los pacientes de oncología en la isla.