En un reciente video difundido en su canal, el anticomunista Manuel Milanés se sumerge en los turbios detalles del sistema judicial cubano, haciendo paralelismos con regímenes totalitarios y prácticas fascistas.
La historia de la presa política Lisandra Góngora se convierte en el eje central de este impactante testimonio. Según Milanés, la situación de Lisandra es comparable a la represión de los nazis hacia los judíos, señalando que se está atacando a la población con base en diferencias ideológicas.
De acuerdo con el testimonio del esposo de Góngora, la mujer está expuesta a condiciones inhumanas. En su video, Milanés pregunta abiertamente cómo es posible que, siendo Lisandra una mujer y madre de cinco hijos, se le pueda someter a tamaña opresión solo por tener ideas diferentes al castrismo.
Milanés también aborda la complicada travesía para comunicarse con un preso en Cuba, cuestionando la inusual influencia de la Seguridad del Estado en casos que deberían pertenecer estrictamente al sistema judicial. Critica la falta de independencia entre los diferentes departamentos judiciales, sugiriendo que el mismo investigador que lleva a cabo la instrucción del caso tiene influencia directa en la condena y sigue involucrado en el trato posterior del preso.
Llama la atención sobre cómo, en contraste con sistemas judiciales más transparentes como el de Estados Unidos, en Cuba, tras una sentencia, la responsabilidad del reo debería pasar al departamento penitenciario. Sin embargo, en una violación flagrante de este protocolo, el investigador sigue teniendo una mano en la represión dentro del sistema carcelario.
Cuba ha sido objeto de críticas por parte de organizaciones internacionales de derechos humanos, países y disidentes internos debido a su tratamiento de los presos políticos y disidentes. Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han documentado detenciones y tratamientos que califican como violaciones a los derechos humanos.
