Manuel Milanés se hizo eco de la reciente noticia sobre la elevación de las tasas de interés que decretó el Banco Central de Rusia para combatir la inflación y la crisis que enfrenta esa nación euroasiática, de la cual la tiranía castrista en Cuba dice tomar experiencias y espera ser ayudada.
El empresario hizo hincapié en la reciente devaluación del rublo y la inestabilidad económica que esto ha causado en Rusia. El influencer señaló que, pese a las afirmaciones de la supuesta ayuda rusa, los negocios y transacciones con Rusia están en problemas, ya que los ciudadanos rusos buscan desesperadamente dólares debido a la guerra desatada por Vladímir Putin contra Ucrania.
Para el youtuber esta noticia es un símbolo de que la contradicción en que cae el régimen cubano al presentar a Rusia como potencia económica, pues en realidad los propios rusos luchar por sobrevivir y no tienen posibilidades de mantener a la Isla caribeña como lo hizo la URSS durante casi 30 años.
El Banco Central de Rusia (BCR) elevó la tasa de interés de referencia al 12% para combatir la inflación en la economía local. La subida de 350 puntos básicos tiene como objetivo frenar la caída del rublo y garantizar la estabilidad de los precios en la nación euroasiática, que tiene, según datos oficiales, una inflación anualizada del 4.4% en el mes de agosto.
En Cuba, la situación de inflación es casi diez veces peor, con un crecimiento de precios mensual de más del 40%, y en el caso de los alimentos supera el 70%. No obstante, la política monetaria del gobierno con relación a las tasas de interés ha sido nula. El Banco Central de Cuba (BCC), sometido al control de los burócratas del Partido Comunista de Cuba (PCC), no ha movido dicho parámetro.
En su característico estilo directo, Milanés criticó la gestión económica y financiera interna en Cuba. Resaltó la falta de transparencia en el manejo de fondos y cuestionó el destino de ocho millones de dólares destinados a una fábrica de producción de chocolate para exportación. El empresario cubano afirmó que dicho dinero debería respaldar su cuenta bancaria, pero, según sus palabras, ha sido apropiado por terceros.
Milanés no escatimó críticas hacia las políticas financieras implementadas en Cuba, haciendo referencia al controvertido «corralito financiero», que él denomina «bancarización forzada». Enérgicamente, afirmó que esta medida no busca fomentar la apertura de cuentas voluntariamente, sino que restringe y controla las acciones económicas de la población, tildándola de represión y robo.
